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Las colas para comprar un iPhone. Vaya fenómeno. A lo largo de los años hemos presenciado cómo tras cada lanzamiento de un smartphone de Apple, cientos de personas se amontonan en las puertas de las Apple Store, esperando su apertura para hacerse con el codiciado teléfono de turno. Hace tiempo de hecho que dejaron de ser casi noticia, convirtiéndose ya en una bonita e idílica estampa habitual en cada estreno manzanero, sin embargo, esta vez las cosas han cambiado. Sí, el pasado viernes de nuevo se volvieron a formar kilométricas colas en las principales tiendas de EEUU, con la diferencia de que esta vez las personas que las formaban tenían otras intenciones a la hora de comprar un iPhone 6 o un iPhone 6 Plus que distan mucho de la pasión y felicidad que la compañía de Tim Cook nos transmite.



link: http://www.youtube.com/watch?v=Ef_BznBwktw

El vídeo que tienes sobre estas líneas ha sido grabado por Casey Neistat, productor y director de cine, especialmente conocido por su prolífica actividad en YouTube. Neistat, cámara en mano, se fue el pasado jueves, 18 de septiembre, a las Apple Store de varios puntos de Nueva York y la estampa que se encontró no podía ser más desconcertante. Prácticamente un 95% de las personas que formaban las colas eran asiáticos que casi no hablan inglés y que iban en grupos. La primera de la fila en la tienda del SoHo, por ejemplo, era una señora (llevaba más de 20 horas en la calle) que podía pasar perfectamente los 70 años, amoldándose difícilmente al perfil de consumidor de smartphones de alta gama. ¿Qué hacía ahí entonces? La respuesta la encontramos en el negocio de la reventa de terminales.

Los compradores se organizan en grupos -Apple solo permite la compra de dos unidades por persona- y hacen cola durante largas horas para poder hacerse con teléfonos que luego revenderán en China por el doble de lo que les costó. Como recogen también los chicos de Gizmodo en español, estas personas suelen llevar apuntados en un papel los modelos que les han encargado, a menudo se comunican con los vendedores por gestos para indicar el iPhone concreto que quieren adquirir, y pagan siempre en metálico -el dinero se lo facilita un cabecilla de grupo un poco antes de que la tienda abra sus puertas.




Cuando salen de la tienda, algo que también ha podido recoger el vídeo que tienes más arriba, se reúnen con otra persona, encargada de dirigir la operación, y le pasan la mercancía. Los billetes no tardan en salir de los bolsillos y la imagen de asiáticos guardando cajas y recontando dólares se repite a cada paso, de manera realmente descarada y sin que nadie haga (o pueda hacer) nada por evitarlo.

En las próximas horas (o mañana a más tardar) es probable que recibamos el típico comunicado de la compañía en el que se anuncie lo saludables que han sido sus ventas en "el primer fin de semana del iPhone 6" pero, ¿cómo de dañinas pueden resultar estas imágenes a la credibilidad de los números de la firma?

La magia de las colas de Apple hace tiempo que desapareció. Y dudo mucho que en Cupertino estén contentos con ello.