
Un asteroide de 20 metros pasó ayer “cerca” de la Tierra. En el momento de máxima aproximación, la roca se situó más o menos sobre Nueva Zelanda, a una décima parte de la distancia que separa el centro de nuestro planeta de la Luna, unos 40 mil kilómetros.
Los astrónomos aseguran que esta aproximación no representa ningún riesgo. La roca que más se nos ha acercado desde que se estudian las órbitas de estos objetos, en febrero de 2013, pasó sin problemas a 27 mil 700 kilómetros y la distancia del próximo visitante es mucho mayor.
El asteroide, denominado 2014 RC, fue descubierto el pasado 31 de agosto por el Catalina Sky Survey, cerca de Tucson, Arizona (EU). La noche siguiente, fue detectado por el telescopio Pan-STARRS 1, en Maui, Hawai. Ambos informaron de sus observaciones al Centro de Planetas Menores en Cambridge, Massachusetts, según ha dado a conocer la NASA en un comunicado.
La magnitud del asteroide es tan pequeña que no se puede ver a simple vista. 2014 RC pasó por debajo de la Tierra y de la órbita de satélites de comunicaciones y meteorológicos, que está situada a alrededor de 36 mil kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta. Si bien este objeto celeste no parece plantear una amenaza para la Tierra o para los satélites, su acercamiento crea una oportunidad única para que los investigadores observen y aprendan más acerca de estas rocas espaciales.
Su órbita lo traerá de vuelta a la vecindad de nuestro planeta en el futuro. Por eso, el movimiento del asteroide se supervisará atentamente, aunque no se han identificado nuevos acercamientos peligrosos en los próximos años.