Controlar genes mediante ondas cerebrales

En lo que constituye otro avance científico que convierte en realidad una parcela de la ciencia-ficción, un equipo franco-suizo de científicos ha conseguido desarrollar un novedoso método de regulación de genes que permite a través de ondas cerebrales de tipos específicos, controlar la expresión de genes para generar proteínas. Por primera vez, se ha logrado aprovechar las ondas cerebrales humanas, transferirlas inalámbricamente a un dispositivo que a su vez actúa sobre una red de genes, y de este modo regular la expresión de un gen dependiendo del tipo de estado mental.
La motivación para desarrollar un sistema de tales características, que a priori podría parecer un tanto extravagante, es ayudar a mitigar los efectos de ciertas enfermedades neurológicas. Un implante basado en esta tecnología podría en el futuro ayudar a combatir dolencias como los dolores crónicos de cabeza o de espalda, e incluso la epilepsia. El sistema detectaría el patrón de ondas asociado al inicio de episodios de esos tipos, y entonces generaría y controlaría, mediante la expresión de los genes apropiados, los agentes idóneos para mitigar o contrarrestar la perturbación en el entorno cerebral del implante y solo mientras fuese necesario.
En su versión primitiva de laboratorio, el sistema se vale de un casco de electroencefalografía. Las ondas cerebrales registradas son analizadas y trasmitidas inalámbricamente vía Bluetooth a un controlador, que a su vez regula a un generador que produce un campo electromagnético, suministrando una corriente de inducción a un implante. Una luz aparece entonces en él: una lámpara LED integrada que emite luz en el rango del infrarrojo cercano se activa e ilumina una cámara de cultivo que contiene células genéticamente modificadas. Cuando la luz en el infrarrojo cercano ilumina las células, estas empiezan a expresar la proteína deseada.
El sistema es obra del equipo formado, entre otros, por Marc Folcher, del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (también conocido como Escuela Politécnica Federal de Zúrich).