¿Oxígeno sin fotosíntesis? Científicos descubren la fórmula para producirlo
Un nuevo experimento ha demostrado que se puede crear oxígeno atmósferico sin la necesidad de contar con el proceso de fotosíntesis que produce la vida vegetal, lo cual permitiría explicar la presencia de la molécula en Marte.
Un equipo de científicos de la Universidad de Davies en California ha logrado obtener oxígeno sin necesidad de que ocurra la fotosíntesis. ¿Cómo? Utilizando un tubo laser ultravioleta –la misma que tiene la luz solar– irradiaron en el laboratorio dióxido de carbono (CO2), con lo cual fueron capaces de separar en un solo paso el CO2, permitiendo así liberar las moléculas de carbón y oxígeno, según informa el diario 'L.A. Times".
"Nuestro estudio aporta evidencia empírica inequívoca que permite descubrir el proceso de unión entre el fotoproducto del C+O2", afirmó Zhou Lu, un estudiante de posgrado que participó en este experimento financiado por la NASA, la Fundación Nacional de Ciencia y el Departamento de Energía de EE.UU.
Los científicos creen que este proceso es el que actualmente se produce en la atmósfera terrestre debido al incremento de la concentración de CO2 en la capa donde la luz ultravioleta del sol impacta a la Tierra y otros planetas. "El proceso puede ser aplicado en otras atmósferas donde domina el CO2, por ejemplo en Marte" aseguró Lu.
Alrededor de una quinta parte de la atmósfera de la Tierra está compuesta de oxígeno proveniente de la fotosíntesis que realizan las plantas, aunque algunos científicos aseguran que su presencia antecede a la aparición de la vida vegetal en la superficie terrestre. No obstante, a pesar del descubrimiento, nuevos estudios serán necesarios ya que la presencia de oxígeno en la atmósfera no implica la existencia de vida.

Un nuevo experimento ha demostrado que se puede crear oxígeno atmósferico sin la necesidad de contar con el proceso de fotosíntesis que produce la vida vegetal, lo cual permitiría explicar la presencia de la molécula en Marte.
Un equipo de científicos de la Universidad de Davies en California ha logrado obtener oxígeno sin necesidad de que ocurra la fotosíntesis. ¿Cómo? Utilizando un tubo laser ultravioleta –la misma que tiene la luz solar– irradiaron en el laboratorio dióxido de carbono (CO2), con lo cual fueron capaces de separar en un solo paso el CO2, permitiendo así liberar las moléculas de carbón y oxígeno, según informa el diario 'L.A. Times".
"Nuestro estudio aporta evidencia empírica inequívoca que permite descubrir el proceso de unión entre el fotoproducto del C+O2", afirmó Zhou Lu, un estudiante de posgrado que participó en este experimento financiado por la NASA, la Fundación Nacional de Ciencia y el Departamento de Energía de EE.UU.
Los científicos creen que este proceso es el que actualmente se produce en la atmósfera terrestre debido al incremento de la concentración de CO2 en la capa donde la luz ultravioleta del sol impacta a la Tierra y otros planetas. "El proceso puede ser aplicado en otras atmósferas donde domina el CO2, por ejemplo en Marte" aseguró Lu.
Alrededor de una quinta parte de la atmósfera de la Tierra está compuesta de oxígeno proveniente de la fotosíntesis que realizan las plantas, aunque algunos científicos aseguran que su presencia antecede a la aparición de la vida vegetal en la superficie terrestre. No obstante, a pesar del descubrimiento, nuevos estudios serán necesarios ya que la presencia de oxígeno en la atmósfera no implica la existencia de vida.
¿Qué es La fotosíntesis?

La fotosíntesis (del griego antiguo φῶς-φωτός [fos-fotós], ‘luz’, y σύνθεσις [sýnthesis], ‘composición’, ’síntesis’) es la conversión de materia inorgánica en materia orgánica gracias a la energía que aporta la luz. En este proceso la energía lumínica se transforma en energía química estable, siendo el adenosín trifosfato (ATP) la primera molécula en la que queda almacenada esta energía química. Con posterioridad, el ATP se usa para sintetizar moléculas orgánicas de mayor estabilidad. Además, se debe de tener en cuenta que la vida en nuestro planeta se mantiene fundamentalmente gracias a la fotosíntesis que realizan las algas, en el medio acuático, y las plantas, en el medio terrestre, que tienen la capacidad de sintetizar materia orgánica (imprescindible para la constitución de los seres vivos) partiendo de la luz y la materia inorgánica. De hecho, cada año los organismos fotosintetizadores fijan en forma de materia orgánica en torno a 100.000 millones de toneladas de carbono.
Los orgánulos citoplasmáticos encargados de la realización de la fotosíntesis son los cloroplastos, unas estructuras polimorfas y de color verde (esta coloración es debida a la presencia del pigmento clorofila) propias de las células vegetales. En el interior de estos orgánulos se halla una cámara que contiene un medio interno llamado estroma, que alberga diversos componentes, entre los que cabe destacar enzimas encargadas de la transformación del dióxido de carbono en materia orgánica y unos sáculos aplastados denominados tilacoides o lamelas, cuya membrana contiene pigmentos fotosintéticos. En términos medios, una célula foliar tiene entre cincuenta y sesenta cloroplastos en su interior.
Los organismos que tienen la capacidad de llevar a cabo la fotosíntesis son llamados fotoautótrofos (otra nomenclatura posible es la de autótrofos, pero se debe tener en cuenta que bajo esta denominación también se engloban aquellas bacterias que realizan la quimiosíntesis) y fijan el CO2 atmosférico. En la actualidad se diferencian dos tipos de procesos fotosintéticos, que son la fotosíntesis oxigénica y la fotosíntesis anoxigénica. La primera de las modalidades es la propia de las plantas superiores, las algas y las cianobacterias, donde el dador de electrones es el agua y, como consecuencia, se desprende oxígeno. Mientras que la segunda, también conocida con el nombre de fotosíntesis bacteriana, la realizan las bacterias purpúreas y verdes del azufre, en las que el dador de electrones es el sulfuro de hidrógeno, y consecuentemente, el elemento químico liberado no será oxígeno sino azufre, que puede ser acumulado en el interior de la bacteria, o en su defecto, expulsado al agua.
Los orgánulos citoplasmáticos encargados de la realización de la fotosíntesis son los cloroplastos, unas estructuras polimorfas y de color verde (esta coloración es debida a la presencia del pigmento clorofila) propias de las células vegetales. En el interior de estos orgánulos se halla una cámara que contiene un medio interno llamado estroma, que alberga diversos componentes, entre los que cabe destacar enzimas encargadas de la transformación del dióxido de carbono en materia orgánica y unos sáculos aplastados denominados tilacoides o lamelas, cuya membrana contiene pigmentos fotosintéticos. En términos medios, una célula foliar tiene entre cincuenta y sesenta cloroplastos en su interior.
Los organismos que tienen la capacidad de llevar a cabo la fotosíntesis son llamados fotoautótrofos (otra nomenclatura posible es la de autótrofos, pero se debe tener en cuenta que bajo esta denominación también se engloban aquellas bacterias que realizan la quimiosíntesis) y fijan el CO2 atmosférico. En la actualidad se diferencian dos tipos de procesos fotosintéticos, que son la fotosíntesis oxigénica y la fotosíntesis anoxigénica. La primera de las modalidades es la propia de las plantas superiores, las algas y las cianobacterias, donde el dador de electrones es el agua y, como consecuencia, se desprende oxígeno. Mientras que la segunda, también conocida con el nombre de fotosíntesis bacteriana, la realizan las bacterias purpúreas y verdes del azufre, en las que el dador de electrones es el sulfuro de hidrógeno, y consecuentemente, el elemento químico liberado no será oxígeno sino azufre, que puede ser acumulado en el interior de la bacteria, o en su defecto, expulsado al agua.