Con ánimos de compartir información, hoy dispongo a ustedes un texto que redacte hace unos meses. Quizás les interese saber un-poquito-más sobre los europeos y la conquista de nuestro territorio.
Introducción
No es casual que algunas de las ciudades latinoamericanas tengan hoy en dia un desarrollo superior en el ámbito económico. Algunas se vieron beneficiadas -desde la etapa de la colonización- por su ubicación geográfica, y otras, por su riqueza de recursos naturales y su concentración de población indígena para la explotación. Los conquistadores vinieron a nuestras tierras decididos a enriquecerse y a fundar una nueva Europa y, en cuanto se dieron cuenta de la magnitud de las tierras junto con sus características naturales, adoptaron una nueva conducta para imaginar su “nueva metrópolis”: la del colonizador-empresario. Estos pronto encontraron la llave de la riqueza, es decir, el trabajo organizado para la explotación.
Lo cierto es que, desde aquellos tiempos, algunas ciudades específicas adquirieron un desarrollo más acelerado en lo económico, y por consiguiente, en lo social y en lo cultural. A lo largo de este informe se podrá ver con más detenimiento cuáles fueron los factores que incidieron en el inequitativo desarrollo económico. Para llevar a cabo este análisis se tomarán los siguientes textos: “Latinoamérica; las ciudades y las ideas” de Jose Luis Romero, “La estructura interna de la ciudad; el caso latino americano” de Oscar Yujnovsky, “Las ciudades en latinoamérica” de Jorge Hardoy, “ “Buenos Aires. Plaza to suburb” de James Scobie, y “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano. Los períodos que se consideran más significativos, y por ende, que proponemos analizar siguiendo una línea histórica serán el período de asentamiento en las ciudades, el colonial y el industrial.
Apropiación del sitio: ¿Elección o adaptación?
Referirse al período de la llegada y del ciclo de fundación de ciudades por parte de los conquistadores europeos implica abarcar un momento histórico que va desde comienzos del siglo XVI hasta mediados del XVIII. Tanto españoles como portugueses tomaron posesión del suelo latino pretendiendo lograr extender su imperio y conseguir riquezas. Estas riquezas se manifestaban en materiales preciosos -el oro fundamentalmente- y en productos primarios que ellos en Europa no podían conseguir, ya fuera por azar geográfico o por condiciones climáticas.
Si bien Romero sostiene que predominó una elección improvisada del sitio, por lo cual el grupo conquistador se instalaba en un territorio mal y poco conocido, para Yujnovsky, la elección del punto geográfico tuvo una fuerte vinculación con los intereses económicos. A pesar de tal disidencia, ambos autores distinguen una clara diferencia en la elección del sitio entre portugueses y españoles. Por esto, se puede suponer que hubo una diferenciación de criterios entre unos y otros a la hora de considerar más beneficioso un lugar que otro. Por el lado de los portugueses, para Romero, se asentaban en lugares altos y fácilmente defendibles. Yujnovsky por su parte añade que éstos tenían una organización más improvisada que los españoles y que además buscaban la posibilidad de establecer plantaciones cercanas a la costa. En cambio, los españoles, según los autores, optaron por lugares llanos con abundancia de recursos naturales y de mano de obra indígena.
Por tales motivos, podemos observar en cierto punto una disidencia entre los autores: a pesar de coincidir en que el objetivo primordial era la acumulación de recursos para el beneficio propio, la realidad práctica y el desconocimiento del sitio llevaron a una previa elección del lugar con características propicias para dar con el objetivo central de la conquista, o a una apropiación y adaptación forzada e improvisada del sitio.
Período colonial: diferenciación progresiva
Una vez asentados en el nuevo territorio, los integrantes de las colonias se repartieron las tierras. Con el poder de unos, surge la debilidad de otros, y este caso no fue la excepción. Tal dinámica dio lugar al surgimiento de diferentes tipos de ciudades con distintas potencialidades económicas y configuraciones sociales particulares.
Desde estos momentos aparecen las clases sociales en las colonias. Las clases altas (conformadas principalmente por mineros, ganaderos, plantadores y grandes comerciantes) se fueron enriqueciendo por la explotación de la mano de obra indígena aprovechando los recursos naturales característicos de la zona. Las zonas mineras constituían un gran atractivo para la fundación de ciudades. Potosí en Bolivia fue el centro más característico de este tipo por el hecho de que había grandes cantidades de riquezas para poder apropiarse de ellas. Por tal razón, estas ciudades crecían mucho rápidamente. Para Romero, el crecimiento de las ciudades mineras iba de la mano con el curso de las explotaciones porque la explotación minera era la única ventaja que tenían. De este modo, mientras perdurara esa materia prima, la ciudad seguiría creciendo.
Otro tipo de ciudad que logró un rápido y gradual avance económico fue la ciudad puerto, que como señala Romero, “tenían funciones de bastión mercantil que se complementaban con el mercadeo”. Al ser un punto de salida y de llegada de las flotas metropolitanas, era una ciudad altamente atractiva, puesto que disponían con una gran cantidad de gente y una variación de actividades y posibilidades laborales. Las ciudades con características de este tipo fueron Portobelo, Lima y Buenos Aires debido a su cercanía a la costa. Esta última ciudad tuvo un carácter singular: debido a la lejanía que la separaba de otros puertos autorizados para la entrada de productos, Buenos Aires padeció una situación de inferioridad económica. Sin embargo, pudo adquirir un claro avance económico gracias a un desarrollo paralelo del comercio ilegal.
De este modo, en este período podemos observar los distintos roles que iba adquiriendo cada ciudad en la conformación del “nuevo imperio”. Claramente los conquistadores fueron llevando el rumbo del crecimiento de la ciudad condicionados por las características propias del suelo “ganado”.
Período industrial: un punto de inflexión
Las ciudades con sus distintos roles, siguieron evolucionando a lo largo del tiempo. Un punto de inflexión en dicho crecimiento fue evidentemente la primera etapa industrial -que comienza a partir de 1860 aproximadamente- por el hecho de la mejora económica a escala mundial. Múltiples economías en simultáneo fueron atravesadas por esta etapa y su consecuencia fue la acentuación de la comercializacion a nivel global. Este fenómeno hace evidentes los roles que la economía de cada pais cumplia en la economia mundial. De este modo se genera una relación de interdependencia entre los países considerados potencia y los de periferia.
El historiador Jorge Hardoy menciona: “el impacto de la inmigración y de la primera etapa de industrialización, dirigida a la sustitución de productos importados por los que podían manufacturarse localmente y a la transformación de la producción primaria para el mercado externo, fue fundamental en la transformación del paisaje urbano de las ciudades latinoamericanas”. De acuerdo con esta idea, se puede advertir que el crecimiento de las colonias llegó al punto tal de ser un sitio atractivo para inmigrantes principalmente europeos. Tomando el caso argentino en particular, James Scobie señala que: “En Buenos Aires los jornales, especialmente de trabajo especializado o semiespecializado, a veces duplicaban y triplicaban los pagados en ciudades italianas, españolas y francesas, y en ocasiones eran sustancialmente más altos que los de Londres o Liverpool”. Aprovechando las condiciones favorables para el trabajo, los inmigrantes ocuparon puestos en las fábricas gracias a su experiencia y a su predisposición frente al trabajo, cumpliendo un rol muy importante para el desarrollo económico. Utilizando los beneficios que les otorgaban las ciudades industriales latinoamericanas, los inmigrantes pronto conformaron gran parte de las clases populares argentinas.
Para Hardoy, las ciudades más significativas que alcanzaron un alto grado de desarrollo fueron Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro, San Pablo y Porto Alegre, entre otras. En concordancia con esta idea, se puede observar que la cercanía a la costa fue un factor determinante para la comercializacion y el crecimiento. Gracias a esta característica, estas ciudades alcanzaron un desarrollo más temprano, que desde los tiempos de la primera etapa de industrialización, los hizo poder diferenciarse de otras ciudades.
Conclusión
A lo largo de este informe, hemos puesto en evidencia los factores que incidieron en el inequitativo desarrollo económico de las colonias. Si bien se hacen visibles algunas disidencias entre los distintos autores, predomina el trabajo complementario. Lo cierto es que desde los primeros momentos de vida colonial, las numerosas colonias fueron adquiriendo rasgos distintivos. Aprovechando dichos rasgos y las condiciones naturales de esas tierras, algunas de las colonias fueron creciendo velozmente, condicionados por las pretensiones de los colonizadores. La tecnología para la industrialización y la economía a escala global no tardó en llegar, y si bien fue clara la mejora económica de las ciudades latinoamericanas, no podemos dejar de lado que la relación entre potencias y países de periferia pronto se convirtio en una relacion de dependencia mutua. Tal dinámica dio lugar a la situación de inferioridad de las ciudades latinoamericanas con respecto a las extranjeras.
El atractivo laboral que ofrecían las ciudades latinoamericanas fue un factor decisivo para el arribo de una gran cantidad de inmigrantes europeos que buscaban una vida lejos de guerras y más cerca del progreso económico. Así, tanto “nativos” como inmigrantes consolidaron la economía nacional. Sin embargo, la consolidación económica de las naciones americanas -dentro de sus posibilidades- dentro de un régimen capitalista mundial, hizo que se acentuaran aún más las clases sociales. Es necesario entonces, poner en duda: ¿Este crecimiento implicó una mejora para todas las clases sociales por igual?.
Bibliografía
Galeano, Eduardo (1971). Las venas abiertas de américa latina. Buenos Aires: Siglo XXI.
Hardoy, Jorge (1972). Las ciudades en América latina. Seis ensayos sobre la urbanización contemporánea. Buenos Aires: Paidos.
Romero, José Luis (1976). Latinoamérica: las ciudades y las ideas. Buenos Aires: Siglo XXI.
Scobie, James (1977). Buenos Aires: del centro a los barrios. Buenos Aires: Solar/Hachette.
Yujnovsky, Oscar (1971). La estructura interna de la ciudad: el caso latinoamericano. Buenos Aires: Ediciones SIAP.
Introducción
No es casual que algunas de las ciudades latinoamericanas tengan hoy en dia un desarrollo superior en el ámbito económico. Algunas se vieron beneficiadas -desde la etapa de la colonización- por su ubicación geográfica, y otras, por su riqueza de recursos naturales y su concentración de población indígena para la explotación. Los conquistadores vinieron a nuestras tierras decididos a enriquecerse y a fundar una nueva Europa y, en cuanto se dieron cuenta de la magnitud de las tierras junto con sus características naturales, adoptaron una nueva conducta para imaginar su “nueva metrópolis”: la del colonizador-empresario. Estos pronto encontraron la llave de la riqueza, es decir, el trabajo organizado para la explotación.
Lo cierto es que, desde aquellos tiempos, algunas ciudades específicas adquirieron un desarrollo más acelerado en lo económico, y por consiguiente, en lo social y en lo cultural. A lo largo de este informe se podrá ver con más detenimiento cuáles fueron los factores que incidieron en el inequitativo desarrollo económico. Para llevar a cabo este análisis se tomarán los siguientes textos: “Latinoamérica; las ciudades y las ideas” de Jose Luis Romero, “La estructura interna de la ciudad; el caso latino americano” de Oscar Yujnovsky, “Las ciudades en latinoamérica” de Jorge Hardoy, “ “Buenos Aires. Plaza to suburb” de James Scobie, y “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano. Los períodos que se consideran más significativos, y por ende, que proponemos analizar siguiendo una línea histórica serán el período de asentamiento en las ciudades, el colonial y el industrial.
Apropiación del sitio: ¿Elección o adaptación?
Referirse al período de la llegada y del ciclo de fundación de ciudades por parte de los conquistadores europeos implica abarcar un momento histórico que va desde comienzos del siglo XVI hasta mediados del XVIII. Tanto españoles como portugueses tomaron posesión del suelo latino pretendiendo lograr extender su imperio y conseguir riquezas. Estas riquezas se manifestaban en materiales preciosos -el oro fundamentalmente- y en productos primarios que ellos en Europa no podían conseguir, ya fuera por azar geográfico o por condiciones climáticas.
Si bien Romero sostiene que predominó una elección improvisada del sitio, por lo cual el grupo conquistador se instalaba en un territorio mal y poco conocido, para Yujnovsky, la elección del punto geográfico tuvo una fuerte vinculación con los intereses económicos. A pesar de tal disidencia, ambos autores distinguen una clara diferencia en la elección del sitio entre portugueses y españoles. Por esto, se puede suponer que hubo una diferenciación de criterios entre unos y otros a la hora de considerar más beneficioso un lugar que otro. Por el lado de los portugueses, para Romero, se asentaban en lugares altos y fácilmente defendibles. Yujnovsky por su parte añade que éstos tenían una organización más improvisada que los españoles y que además buscaban la posibilidad de establecer plantaciones cercanas a la costa. En cambio, los españoles, según los autores, optaron por lugares llanos con abundancia de recursos naturales y de mano de obra indígena.
Por tales motivos, podemos observar en cierto punto una disidencia entre los autores: a pesar de coincidir en que el objetivo primordial era la acumulación de recursos para el beneficio propio, la realidad práctica y el desconocimiento del sitio llevaron a una previa elección del lugar con características propicias para dar con el objetivo central de la conquista, o a una apropiación y adaptación forzada e improvisada del sitio.
Período colonial: diferenciación progresiva
Una vez asentados en el nuevo territorio, los integrantes de las colonias se repartieron las tierras. Con el poder de unos, surge la debilidad de otros, y este caso no fue la excepción. Tal dinámica dio lugar al surgimiento de diferentes tipos de ciudades con distintas potencialidades económicas y configuraciones sociales particulares.
Desde estos momentos aparecen las clases sociales en las colonias. Las clases altas (conformadas principalmente por mineros, ganaderos, plantadores y grandes comerciantes) se fueron enriqueciendo por la explotación de la mano de obra indígena aprovechando los recursos naturales característicos de la zona. Las zonas mineras constituían un gran atractivo para la fundación de ciudades. Potosí en Bolivia fue el centro más característico de este tipo por el hecho de que había grandes cantidades de riquezas para poder apropiarse de ellas. Por tal razón, estas ciudades crecían mucho rápidamente. Para Romero, el crecimiento de las ciudades mineras iba de la mano con el curso de las explotaciones porque la explotación minera era la única ventaja que tenían. De este modo, mientras perdurara esa materia prima, la ciudad seguiría creciendo.
Otro tipo de ciudad que logró un rápido y gradual avance económico fue la ciudad puerto, que como señala Romero, “tenían funciones de bastión mercantil que se complementaban con el mercadeo”. Al ser un punto de salida y de llegada de las flotas metropolitanas, era una ciudad altamente atractiva, puesto que disponían con una gran cantidad de gente y una variación de actividades y posibilidades laborales. Las ciudades con características de este tipo fueron Portobelo, Lima y Buenos Aires debido a su cercanía a la costa. Esta última ciudad tuvo un carácter singular: debido a la lejanía que la separaba de otros puertos autorizados para la entrada de productos, Buenos Aires padeció una situación de inferioridad económica. Sin embargo, pudo adquirir un claro avance económico gracias a un desarrollo paralelo del comercio ilegal.
De este modo, en este período podemos observar los distintos roles que iba adquiriendo cada ciudad en la conformación del “nuevo imperio”. Claramente los conquistadores fueron llevando el rumbo del crecimiento de la ciudad condicionados por las características propias del suelo “ganado”.
Período industrial: un punto de inflexión
Las ciudades con sus distintos roles, siguieron evolucionando a lo largo del tiempo. Un punto de inflexión en dicho crecimiento fue evidentemente la primera etapa industrial -que comienza a partir de 1860 aproximadamente- por el hecho de la mejora económica a escala mundial. Múltiples economías en simultáneo fueron atravesadas por esta etapa y su consecuencia fue la acentuación de la comercializacion a nivel global. Este fenómeno hace evidentes los roles que la economía de cada pais cumplia en la economia mundial. De este modo se genera una relación de interdependencia entre los países considerados potencia y los de periferia.
El historiador Jorge Hardoy menciona: “el impacto de la inmigración y de la primera etapa de industrialización, dirigida a la sustitución de productos importados por los que podían manufacturarse localmente y a la transformación de la producción primaria para el mercado externo, fue fundamental en la transformación del paisaje urbano de las ciudades latinoamericanas”. De acuerdo con esta idea, se puede advertir que el crecimiento de las colonias llegó al punto tal de ser un sitio atractivo para inmigrantes principalmente europeos. Tomando el caso argentino en particular, James Scobie señala que: “En Buenos Aires los jornales, especialmente de trabajo especializado o semiespecializado, a veces duplicaban y triplicaban los pagados en ciudades italianas, españolas y francesas, y en ocasiones eran sustancialmente más altos que los de Londres o Liverpool”. Aprovechando las condiciones favorables para el trabajo, los inmigrantes ocuparon puestos en las fábricas gracias a su experiencia y a su predisposición frente al trabajo, cumpliendo un rol muy importante para el desarrollo económico. Utilizando los beneficios que les otorgaban las ciudades industriales latinoamericanas, los inmigrantes pronto conformaron gran parte de las clases populares argentinas.
Para Hardoy, las ciudades más significativas que alcanzaron un alto grado de desarrollo fueron Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro, San Pablo y Porto Alegre, entre otras. En concordancia con esta idea, se puede observar que la cercanía a la costa fue un factor determinante para la comercializacion y el crecimiento. Gracias a esta característica, estas ciudades alcanzaron un desarrollo más temprano, que desde los tiempos de la primera etapa de industrialización, los hizo poder diferenciarse de otras ciudades.
Conclusión
A lo largo de este informe, hemos puesto en evidencia los factores que incidieron en el inequitativo desarrollo económico de las colonias. Si bien se hacen visibles algunas disidencias entre los distintos autores, predomina el trabajo complementario. Lo cierto es que desde los primeros momentos de vida colonial, las numerosas colonias fueron adquiriendo rasgos distintivos. Aprovechando dichos rasgos y las condiciones naturales de esas tierras, algunas de las colonias fueron creciendo velozmente, condicionados por las pretensiones de los colonizadores. La tecnología para la industrialización y la economía a escala global no tardó en llegar, y si bien fue clara la mejora económica de las ciudades latinoamericanas, no podemos dejar de lado que la relación entre potencias y países de periferia pronto se convirtio en una relacion de dependencia mutua. Tal dinámica dio lugar a la situación de inferioridad de las ciudades latinoamericanas con respecto a las extranjeras.
El atractivo laboral que ofrecían las ciudades latinoamericanas fue un factor decisivo para el arribo de una gran cantidad de inmigrantes europeos que buscaban una vida lejos de guerras y más cerca del progreso económico. Así, tanto “nativos” como inmigrantes consolidaron la economía nacional. Sin embargo, la consolidación económica de las naciones americanas -dentro de sus posibilidades- dentro de un régimen capitalista mundial, hizo que se acentuaran aún más las clases sociales. Es necesario entonces, poner en duda: ¿Este crecimiento implicó una mejora para todas las clases sociales por igual?.
Bibliografía
Galeano, Eduardo (1971). Las venas abiertas de américa latina. Buenos Aires: Siglo XXI.
Hardoy, Jorge (1972). Las ciudades en América latina. Seis ensayos sobre la urbanización contemporánea. Buenos Aires: Paidos.
Romero, José Luis (1976). Latinoamérica: las ciudades y las ideas. Buenos Aires: Siglo XXI.
Scobie, James (1977). Buenos Aires: del centro a los barrios. Buenos Aires: Solar/Hachette.
Yujnovsky, Oscar (1971). La estructura interna de la ciudad: el caso latinoamericano. Buenos Aires: Ediciones SIAP.