Hoy en día es más sencillo acceder a los libros, las tecnologías y las urbanizaciones nos han abierto a un mundo sin fin de ideas y posibilidades, generando una sociedad siempre dependiente y ansiosa de información. Vastas ideas expresadas a través de diferentes medios, todas con el fin de informar, de llamar la atención, de convencer. La educación tomando el papel como supuesto formador de personas capacitadas en ciertos temas que contribuyen a mejorar la sociedad, si es un supuesto, en realidad la educación no enseña como pensar, enseña lo que hay que pensar, no genera personas lideres sino esclavos del sistema, por supuesto que no todos los egresados de colegios, instituciones y universidades lo son, pero esa es la intención no solo de la educación puesta al servicio de las Élites sino de los Oligarcas, de los ricos mejor dicho, ellos quieren esclavos, ellos manipulan los medios de comunicación empleándolos como instrumentos para el embrutecimiento mental, la internet que resulta ser un arma de doble filo, donde es más sencillo adquirir conocimientos es ahí donde más se da la ocasión del ocio y del entretenimiento vacío, nos han vendido un prototipo de juventud que odia el estudio y en particular las Matemáticas.
Las Matemáticas en países tercermundistas tienen la imagen clásica de un señor amargado y bravo que castiga al que no las sabe o de un estudiante nerd que se las sabe todas, es la pesadilla de todo el mundo, todo el mundo las evade y las desprecia, en parte con Razón, y eso se debe a la pésima manera de inculcar las matemáticas en las personas, más concretamente los niños, las matemáticas lejos de ser lo que son se convierten en una imposición en un formulerío imposible de entender que termina por desagradar sobremanera a los estudiantes, nunca se plantean los problemas, se les da un contexto histórico, ni se explica que utilidad tienen. Las matemáticas requieren de un raciocinio frío y meticuloso de una lógica perfecta, tanto que aveces desafía el sentido común, son la excelencia misma de la racionalidad del ser humano, es el ingenio máximo del hombre, por las matemáticas el mundo es lo que vivimos hoy día, los que se sentaban a admirarlas (no a sufrirlas) nos han dejado un legado maravilloso que tristemente se ha perdido quedando simplemente el formulerio sin sentido que vemos en las aulas de clase.
Otro factor que fomenta el odio hacía las matemáticas es la cantidad de entretenimientos y placeres sin sentidos que hoy en día ahogan a la juventud en un mundo de ideas sin significado alguno, tampoco es llevar las cosas al extremo de sentarse a estudiar todo el día, es más bien un equilibrio, no esta mal divertirse, no esta mal buscar placer, lo malo es desbocarse hacía la locura, no pensar en este mundo, en los demás.
Las Matemáticas en países tercermundistas tienen la imagen clásica de un señor amargado y bravo que castiga al que no las sabe o de un estudiante nerd que se las sabe todas, es la pesadilla de todo el mundo, todo el mundo las evade y las desprecia, en parte con Razón, y eso se debe a la pésima manera de inculcar las matemáticas en las personas, más concretamente los niños, las matemáticas lejos de ser lo que son se convierten en una imposición en un formulerío imposible de entender que termina por desagradar sobremanera a los estudiantes, nunca se plantean los problemas, se les da un contexto histórico, ni se explica que utilidad tienen. Las matemáticas requieren de un raciocinio frío y meticuloso de una lógica perfecta, tanto que aveces desafía el sentido común, son la excelencia misma de la racionalidad del ser humano, es el ingenio máximo del hombre, por las matemáticas el mundo es lo que vivimos hoy día, los que se sentaban a admirarlas (no a sufrirlas) nos han dejado un legado maravilloso que tristemente se ha perdido quedando simplemente el formulerio sin sentido que vemos en las aulas de clase.
Otro factor que fomenta el odio hacía las matemáticas es la cantidad de entretenimientos y placeres sin sentidos que hoy en día ahogan a la juventud en un mundo de ideas sin significado alguno, tampoco es llevar las cosas al extremo de sentarse a estudiar todo el día, es más bien un equilibrio, no esta mal divertirse, no esta mal buscar placer, lo malo es desbocarse hacía la locura, no pensar en este mundo, en los demás.