Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?



El tamaño de las cosas en el espacio exterior suele deslumbrarnos. Que algo esté tan lejos y sea tan inmenso nos hace sentir pequeños e insignificantes. Pues de hecho, si fuésemos conscientes del tamaño del Universo, nos daríamos cuenta de que sí somos pequeños y bastante insignificantes. Somos tan diminutos que aún las más pequeñas estrellas son inmensas al lado de cualquier planeta.


Categorías de estrellas según su temperatura






Una de las formas de clasificar las estrellas es por su temperatura, que se mide en grados Kelvin (K). Esta unidad de medida fue definida por el físico y matemático irlandés William Thomson en 1848. Un grado Kelvin equivale aproximadamente a -272 grados Celsius.

Según esta medida existen siete categorías de estrellas: M, K, G, F, A, B, y O. Siendo M las de menor temperatura, y O las de mayor. Las estrellas de categoría M son también conocidas como enanas rojas, cuentan con una masa inferior al 40% de la del Sol y alcanzan una temperatura máxima de 4000º K en su superficie (3727º C).

Las más calientes, categorías B y O, tienen entre 20.000 y 60.000º K y son conocidas como gigantes azules. Nuestro sol es de cateogría G, con aproximadamente 5778º K en su superficie, lo cual equivale a 5505º C o 9941º F.



Categorías residuales


Existe también categorías residuales para clasificar a las cuasi-estrellas. Estas estrellas fallidas no alcanzan la masa suficiente como para fusionar hidrógeno, pero sí otros elementos como el litio o el deuterio. Suele utilizarse la masa de Júpiter como unidad de medida para clasificar a estas cuasi-estrellas.



(Estrella categorìa L)


La línea de demarcación entre una estrella y un planeta suele ser de 78 veces la masa de Júpiter, algo así como 24.788 veces la masa de la Tierra. Sin embargo, no parece ser tan sencillo ya que por debajo de 78 masas de Júpiter no se puede fusionar hidrógeno pero sí se pueden fusionar otros elementos. Por encima de 65 veces la masa de Júpiter se puede fusionar el litio, y por encima de 13 se puede fusionar el deuterio.



(Estrella categorìa T)


Las más grandes de estas estrellas fallidas denominadas enanas marrones pueden alcanzar un temperatura máxima de 2.800º K en su superficie y a simple vista pueden ser realmente muy similares a las enanas rojas.

La forma que tienen los científicos para identificarlas correctamente es estimando la cantidad de litio aún sin fusionar en su atmósfera. Dado que las enanas rojas sí pueden fusionar hidrógeno también pueden fusionar litio, por lo tanto si se mide demasiado litio significa que es una enana marrón.




(Estrella categorìa Y)


Las cuasi-estrellas que tienen una temperatura entre 1.300 y 2.000º K son categoría L, y las que oscilan entre 700 y 1.300 son categoría T. Y finalmente llegamos a la estrella más pequeña, la categoría Y. Estas se encuentran muy en el límite de las 13 masas de Júpiter, y pueden tener temperaturas entre los 300 y los 700° K. Esto es entre 27 y 427 grados Celsius.

27° parece bastante poco, ¿no? ¡Como si pudiésemos ir un rato de paseo! Lo cierto es que son consideradas estrellas (o cuasi-estrellas) aunque sean mucho más parecidas a Júpiter que al Sol.