
Hoy se cumple un año de la conquista de la Décima Copa de Europa del Real Madrid, uno de los títulos más celebrados por el madridismo.


Por varias razones. En primer lugar, porque se conquistó ante el Atlético, eterno rival ciudadano de los blancos, en la primera final en la historia de la competición que enfrentaba a dos equipos de una misma localidad.


En segundo lugar, por su carácter simbólico. La Décima supone un logro redondo, sólo al alcance del Real Madrid, que llevaba soñando con ella doce años, desde la mágica volea de Zinedine Zidane ante el Bayer Leverkusen en la final de Glasgow 2002.






Pero la cabeza de Ramos acudió al rescate del Madrid, que en la prórroga no dio opciones a un rival fundido. En el tiempo extra llegaron los goles de Bale, Marcelo y Ronaldo, que certificaron la conquista de una nueva Champions para el Madrid. Una muy especial. Nada menos que La Décima.
