Jan Oblak sufre una lesion poco habitual


El portero más caro de la historia del Atlético todavía no ha podido debutar con el equipo debido a una rara lesión del psoas, que le lleva apartado de los entrenamientos en grupo algo más de dos semanas. Y digo rara, porque las lesiones del psoas en los futbolistas no son muy frecuentes y en ocasiones nos traen de cabeza a los responsables médicos, porque no puedes prever con claridad cuál va a ser la evolución en cuanto a tiempo de curación. No es una lesión muscular normal, dónde podemos pronosticar el tiempo de curación por semanas dependiendo del grado de lesión. En el músculo psoas la cosa es diferente, en primer lugar porque el mecanismo de lesión no es común al resto de las lesiones musculares y en segundo lugar, porque la sintomatología dolorosa a veces se hace realmente intensa e incapacitante y obliga al futbolista a bajar el ritmo de entrenamiento.
Incluso en ocasiones diagnosticamos un problema en el psoas por descarte de otras patologías en la encrucijada inguno pubiana. Así pues, en el caso de Oblak no queda más remedio que ir despacio y tener paciencia para que el cuadro clínico se resuelva sin problemas. La presión mediática en éste caso concreto, no es buena ni para la evolución de la lesión, ni para el aficionado que quiere ver pronto a su nueva estrella debajo de los palos. Si forzamos mucho la recuperación podemos prolongar semanas la total curación, creando al jugador no sólo un problema físico-médico, sino también y más importante psicológico.