Arruabarrena ya le puso su sello a este Boca y los hinchas disfrutan. Ahora goleó 3-0 a Central, se clasificó a octavos de la Sudamericana y mostró su mejor versión desde que asumió el Vasco. La Bombonera volvió a ser una fiesta.
Boca salió de Copas y se liberó. Mostró su mejor versión. ¿Cuándo? En la primera final que se jugaba el Vasco Arruabarrena: goleó 3-0 a Rosario Central y se clasificó a los octavos de final de la Sudamericana. Chávez metió un doblete, Fuenzalida aseguró el resultado y Gago tomó la conducción.
Boca no fue de menor a mayor. Arrancó en alza y siguió en alza. Se paró en el campo de Central, se adueñó de la pelota y se vio un equipo: solidario y agresivo. La presión la iniciaba Calleri y acompañaban todos. Hubo movilidad en el mediocampo. Siempre se buscó limpiar la jugada. Pensó y jugó. No sufrió. Y el gol, qué gol, golazo de Chávez: asistencia de pecho del ex All Boys. Central intentó aguantar y salir de contra, pero así apenas tuvo un acercamiento: le quedó a Abreu, Orion achicó rápido y la pelota se la llevó Erbes. Encima los rosarinos que se quedaron con diez por la expulsión de Acevedo en el primer tiempo...
Para la segunda parte el repertorio fue similar. La única diferencia fue que creció la figura de Gago, porque tomó la batuta y metió dos asistencias con pase largos y profundos. Central probó adelantándose porque la necesidad de igualar el marcador se lo requería; sin embargo, no llegó a buen puerto. Apenas un tiro de Barrientos que Orion tenía controlado fue lo más peligroso. Boca siguió haciendo lo suyo, tocando, moviendo... Con un Meli todoterreno, con Chávez volviendo a ser aquél de Banfield, con una defensa cada vez más sólida, y un mediocampo que se complementa con la defensa y el ataque, porque Calleri casi nunca está solo allá arriba. Siempre tiene opción de pase. Si hasta Marín ya juega con confianza.
Boca ya está en los octavos. Ahora espera por el ganador de Caracas y Deportivo Capiatá. Mientras tanto, brinda por esta merecida clasificación.
Boca salió de Copas y se liberó. Mostró su mejor versión. ¿Cuándo? En la primera final que se jugaba el Vasco Arruabarrena: goleó 3-0 a Rosario Central y se clasificó a los octavos de final de la Sudamericana. Chávez metió un doblete, Fuenzalida aseguró el resultado y Gago tomó la conducción.
Boca no fue de menor a mayor. Arrancó en alza y siguió en alza. Se paró en el campo de Central, se adueñó de la pelota y se vio un equipo: solidario y agresivo. La presión la iniciaba Calleri y acompañaban todos. Hubo movilidad en el mediocampo. Siempre se buscó limpiar la jugada. Pensó y jugó. No sufrió. Y el gol, qué gol, golazo de Chávez: asistencia de pecho del ex All Boys. Central intentó aguantar y salir de contra, pero así apenas tuvo un acercamiento: le quedó a Abreu, Orion achicó rápido y la pelota se la llevó Erbes. Encima los rosarinos que se quedaron con diez por la expulsión de Acevedo en el primer tiempo...
Para la segunda parte el repertorio fue similar. La única diferencia fue que creció la figura de Gago, porque tomó la batuta y metió dos asistencias con pase largos y profundos. Central probó adelantándose porque la necesidad de igualar el marcador se lo requería; sin embargo, no llegó a buen puerto. Apenas un tiro de Barrientos que Orion tenía controlado fue lo más peligroso. Boca siguió haciendo lo suyo, tocando, moviendo... Con un Meli todoterreno, con Chávez volviendo a ser aquél de Banfield, con una defensa cada vez más sólida, y un mediocampo que se complementa con la defensa y el ataque, porque Calleri casi nunca está solo allá arriba. Siempre tiene opción de pase. Si hasta Marín ya juega con confianza.
Boca ya está en los octavos. Ahora espera por el ganador de Caracas y Deportivo Capiatá. Mientras tanto, brinda por esta merecida clasificación.
