Blandi quiere “ganar sí o sí” esta final de Libertadores, la segunda de su carrera en cuatro ediciones disputadas. Y avisa: “Sé que le puedo dar mucho más al club”.
No hace falta que les explique lo que significa: todos somos conscientes de lo que genera y lo que significa para San Lorenzo esta Copa. Vamos a dejar todo para ganarla”.
Nicolás Blandi no chapea. Todo lo contrario: se muestra humilde incluso cuando su currículum indica que en cuatro años de carrera ya jugó cuatro Libertadores, que en una llegó a la final (edición 2012, con Boca) y que está por disputar su segunda definición, ahora con el CASLA. Con 24 años, el delantero, titular en la altura de La Paz ante el Bolívar, no duda en que “es un privilegio poder decir que en una carrera corta como la que llevo he jugado varias veces este torneo, y estar en la primera final de San Lorenzo es un orgullo”. Y, mirando por el espejito aquella derrota ante el Corinthians, hace memoria y mastica las ganas de revancha. “Me acuerdo de que en aquella ocasión llegaron dos equipos importantes a la final, y que cualquiera podía ganarla. Fue un golpe muy duro haberla perdido... Y esta vez la quiero ganar, sí o sí. Esta no se nos puede escapar. Vamos a hacer lo posible para que el título quede en casa”.