Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Diez años más tarde, Lionel Messi sigue peleando contra los mismos “fantasmas” de toda su carrera: uno se llama Pelé y el otro Maradona. Y mientras a Messi se le compara con esos dos “semidioses” del futbol, a Cristiano Ronaldo se le confronta con el propio Messi. En ese silogismo, parece estar explicado todo.



Casi 400 goles, más de 150 asistencias, 21 títulos, que incluyen Ligas de España, Champions, Copa del Rey, Supercopa, Mundial de Clubes y todo lo que se puede ganar con un club. Agreguemos 4 Balones de Oro, tres Botines de Oro, tres Pichichis, una medalla de oro en Juegos Olímpicos, el Balón de Oro en Brasil 2014, pero todavía hay quien se atreve a decir que no tiene el derecho de respirar entre los más grandes futbolistas de este deporte porque no ha ganado un Mundial de Futbol. ¡Increíble! ¿O no?

Yo partiría desde el hecho de que a Messi no se le puede medir únicamente en números y estadísticas frías.

A sus 27 años, ha ganado todo lo que se puede ganar como un jugador de un club y está por convertirse en el máximo anotador en la historia de la Liga de España.

Decir que Messi está a la altura de Pelé y de Maradona no es ningún disparate. Anotar goles y mantener estadísticas saludables con selecciones se ha convertido en un tema hasta cierto punto trivial, sobre todo por la cantidad de juegos que celebra cada equipo nacional y en cambio, la competencia del futbol europeo es reconocida como la más prestigiosa del mundo.

Pero entre tantos números y comparaciones, hemos descuidado, quizás, el aspecto más importante: la capacidad mental que tiene Messi en la cancha, la manera en la cual siempre piensa y desarrolla sus habilidades antes que sus rivales y compañeros de juego, la inteligencia que derrocha sobre el campo, la sencillez de la persona, su limpieza fuera y dentro de la cancha y su conexión romántica con el futbolista antiguo que ha jugado solo para una camiseta. Messi es uno de esos pocos motivos por los cuales el juego puede seguir enorgulleciéndose.

Le falta un Mundial. Correcto. El Mundial es el sitio que termina encumbrando a los grandes futbolistas de todas las épocas, pero aun así, sería demasiado egoísta, simple y vacío no darle una oportunidad de competir en ese nivel. El simple hecho de que hoy su nombre se debata con el de Pelé y Maradona abre una duda poderosa e inquietante. Por lo pronto, dediquémonos a apreciar cada momento, cada segundo de este fenomenal futbolista, una de las pocas “bellas artes” que existe en un simple juego llamado futbol.