
¿Reivindicación? Ni tanto. El panorama no avizora mejoría alguna considerando que su contrato con el actual campeón de Europa fenece en poco más de un mes y deberá volver al Manchester United, club dueño de sus derechos y donde tampoco parecen estarían considerando al mexicano.
Entonces surge la pregunta del millón, ¿Qué es lo más conveniente para Javier Hernández y para su carrera futbolística de cara al futuro? ¿Es preferible calentar banca en equipos élites de Europa o expandirse a otros horizontes?
LA MLS: la mejor opción para el Chicharito
Hace un par de meses, salió a la luz el interés de la Major League Soccer sobre el jugador y que éste habría rechazado la oferta, y según reportes, la segunda puesta en la mesa.
No obstante, este sería un reto sin precedentes para Chicharito… Cruzar el Atlántico para jugar en Estados Unidos.
Pero mi amigo, ¿porque frunces el ceño? Si la ecuación es simple: consistencia, fans y marketing.
- Competencia: Chicharito tendría garantizados sus minutos en cancha, brindándole la consistencia que tanto busca de la cual se vería beneficiado no solo su club sino la mismísima Selección de México.
-Impacto mediático: El impacto de su llegada crearía tanta expectativa que solo podría compararse con los arribos de David Beckham, Thierry Henry, Kaká, Frank Lampard y Steven Gerrard.
- Fans: Hernández se convertiría en el jugador insignia para los más de 11 millones de mexicanos que radican en los Estados Unidos y que lo idolatran. Su playera se vendería como pan caliente en todo el país catapultando su nombre a otros niveles.
- El Celebrity más querido: Su imagen comercial se dispararía enormemente, la cual fácilmente sería elevada a la de rockstar al mismo nivel de un Tom Brady, Kobe Bryant o Lebron James.
- Marketing: Las marcas estadounidenses estarían ávidas de cerrar contratos comerciales teniendo al jugador como imagen para entrar firmemente en el mercado consumidor latino, uno de los más altos en los Estados Unidos.
- Legado: Llevado por su profesionalismo, Chicharito dejaría un gran legado solo comparable con el dejado por Cuauhtémoc Blanco en Chicago Fire.