
Son hinchas de Independiente y periodistas. Es decir, son pasionales y críticos. Nacieron en cuna roja y se apegaron a la pasión de la pluma para poder llegar a fin de mes. José Bellas y Fernando Soriano se unieron en los pasillos del diario Clarín para poder comprender por qué Independiente se fue al descenso si era el Rey de Copas y el dueño de una historia gloriosa.
Bucearon en el pasado del club de Avellaneda, hablaron con referentes de procesos históricos, siguieron al equipo durante todo el campeonato en la B Nacional y plasmaron en las páginas de "Será siempre Independiente", las causas de por qué el "Rojo" se cayó del mapa de primera división.
¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?
JB: Se gestó en los pasillos de Clarín. Somos periodistas de distintas secciones, no especializados en fútbol. Y nos hicimos amigos con una especie de terapia que hacíamos todos los martes post partido. Pensábamos a ver de qué forma nos salvábamos y al final, era esperar la eutanasia. Estábamos en un espiral del mal directo al descenso, al infierno.
FS: Nos volvimos expertos en matemáticas. Sacábamos cuentas y mirábamos partidos que jamás pensamos que íbamos a ver. Por la edad que tenemos, fuimos parte de una etapa gloriosa y también era duro ver al club desde ese lugar. Sacar cuentas y esperar el resultado de los demás. Cuando empezamos a escribir el libro, comenzamos a canalizar el sufrimiento en la escritura. Era una manera de curar el dolor.
¿Cuál es el reedito que esperan de este texto?
FS: Dejar en un libro, que es un objeto perdurable, algunas ideas para entender lo que somos, y no caer nuevamente en otro momento de la historia. Dejar en claro que hay actitudes que no debiéramos repetir para no caer en esto. Incluso desde la tribuna, como hinchas.
Cuando empezaron a bucear en el pasado. ¿Qué encontraron?
FS: Los últimos 25 años de un desastre institucional. El punto de giro que encontramos es el partido despedida de Bochini. Se organiza la despedida del "Bocha" para pagarle una deuda que el club tenía con él. Un club que siempre había sido modelo en ese punto, le debía plata a su máximo ídolo. Ahí empieza el conflicto. Con el agravante de que parte de la recaudación, desaparece.
JB: Es muy significativo el 19 de diciembre de 1991.Porque desparece nuestro referente, el tipo que nos cubrió de gloria. Fue el 10 de Independiente durante 19 años consecutivos. De repente sucede algo que no estaba en los cánones de Independiente, ser moralmente corrupto. No rendirle el dinero a un empleado, que fue el empleado del mes durante 19 años consecutivos.

¿Cuál es la etapa más destructiva del club?
JB: Yo creo que la de Julio Comparada. Fue la que dejó más agujeros y la que hizo que las gestiones que fueron malas sean peores por arrastre, como la de Javier Cantero.
FS: El coletazo del 2001 también pegó. La presidencia de Andrés Ducatenzeiler, que es un personaje extraño en la historia del club, porque es un presidente que sale de la barrabrava, apadrinado por el empresario Daniel Grinbank.
La etapa de Julio Comparada en el club de Avellaneda generó un agujero económico muy difícil de tapar. Durante su gestión, el pasivo ascendió de 36 millones a 327 millones de pesos. En el libro, los autores marcan un paralelismo entre el modelo de gestión institucional y el modelo político que gobernaba al país en la década del 90'. Hablan de un neoliberalismo que afectó las arcas de Independiente y que generó una deuda millonaria.
La renuncia de Javier Cantero, presidente que siguió a Comparada, podría ser el final de una etapa de decadencia institucional y estructural para Independiente. La utilización del potencial deja las puertas abiertas para el nuevo mandatario rojo, Hugo Moyano. El camionero parece haber llegado con las herramientas necesarias para arreglar un club destruido por las negligentes gestiones de los últimos 25 años.
Entrevistaron a Pepe Santoro y a Gabriel Milito, dos próceres del club que tienen un estilo de trabajo en el que predomina el bajo perfil y la austeridad. ¿Les parece que se necesita más gente como ellos para sacar a Independiente adelante?
JB: No hay que perder de vista lo que hizo el club con la gente que estaba comprometida con la causa. Lo que significa socialmente Independiente en Avellaneda. Lo que mejor que le pasó a Independiente en su historia fue surgido de su propia cantera.
FS: En el libro decimos que el pasado y el futuro de Independiente están en Villa Domínico, que es a donde entrenan las inferiores. Tiene que ver con una identidad, con seguir una línea. ¿Con que preceptos triunfó en el mundo? Con jugadores salidos de su cantera, con la pierna fuerte y templada de la que habla el himno, con el juego bonito. En Santoro vemos una memoria viviente y en Milito una idea muy clara sobre cómo tiene que ser.

Hablan de una identidad trastocada en el libro. ¿Qué pasó con la identidad de Independiente?
FS: Llegamos a la conclusión que la identidad del club está asociada al éxito y al juego bonito. Y la verdad que Independiente no es solamente eso. Tuvo equipos de mucha garra, que pegaban también. Creemos que en un momento hubo una especie de confusión respecto de la identidad. Las nuevas generaciones enaltecen un solo aspecto, que no es el único. Jugar bien, ganar, ser los mejores del mundo. Y la verdad que no lo somos. La identidad también es el presente y no solo el pasado.
¿Mutó la identidad de Independiente?
JB: Hay que actualizarla y ponerla al día
FS: Sin olvidarse de lo esencial. Tomar lo bueno del pasado. Porque también el pasado es lo malo. Es los últimos 25 años de dirigencias nefastas. Eso también somos nosotros. Y hay que agarrarse de eso para actualizarla.
¿Cuáles fueron las causas claves que le hicieron más daño a Independiente y generaron este presente?
FS: La ambición personal de sacar rédito. De hacer guita con las arcas del club. Eso es evidente aunque no tenemos pruebas. La negociación con los representantes de los jugadores. Traer a ocho jugadores porque el representante tiene al jugador que querés.
JB: Falta de muñeca política y futbolística en los presidentes. Falta de compromiso para armar misceláneas de jugadores. Tener cuatro que son del club, ocho que están de paso, tres a los que se les vence el contrato y están esperando quedar libres. Eso genera planteles desunidos.

Será siempre Independiente. ¿Por qué ese título?
JB: El título en mente con el que hicimos casi todo el libro era "Somos nosotros". Nos gustaba esa frase que es una bandera y es lo que queríamos decir en el libro. Hay algo que tiene cada club que es la unicidad. Todos somos parecidos porque más o menos podemos saber lo que siente un hincha de Boca o de Racing cuando pierde o cuando gana. Pero todos tenemos nuestras historias, trayectos, estamentos, realidades y logros. "Somos nosotros" era un poco decir eso. Acá estamos y somos esta bola de contradicciones, de gloria y de fracaso. Pero el tema es que el título estaba bastante ligado a la barrabrava y no nos da para hacerle publicidad a un ente tan nefasto.