Con un fútbol de gladiadores Boca gana
Con un fútbol que emula al feroz gladiador Espartaco, Boca venció a defensa y justica y atemoriza al futbol mundial.
Boca derrotó con justicia a Defensa con un doblete del Burrito Martínez y continúa con chances en el campeonato local mientras espera el resultado (negativo) de River. La mala: Magallán se lesionó feo en la rodilla.
Ahí anda Boca, vivito y coleando en el torneo. No goleando porque contra Defensa falló en la definición. Pero lo importante es que no se baja del campeonato mientras espera una manito de Rafaela y de cada rival que enfrente al puntero River de acá al final del torneo local. Lo positivo es que hay actitud y con eso le alcanza y sobra para no perder la esperanza.
Todo se le facilitó a Boca gracias a una gran jugada individual de Juan Manuel Martínez al comienzo del partido. El Burrito recibió de espaldas al arco en tres cuartos de cancha y dibujó un golazo acorde a su categoría pero sorpresivo por su actual nivel futbolístico: se escapó entre dos rivales, aceleró sobre la derecha hacia el arco y remató cruzado ante la salida de Pellegrino. Con la ventaja a su favor, Boca intentó ser protagonista a partir del manejo de Gago. Pero pese a la pausa de su volante y líder futbolístico, fue un equipo muy vertiginoso, acelerado por momentos, y eso generó imprecisiones que no le permitieron disponer de situaciones de gol concretas. Defensa no varió su libreto habitual aunque el escenario haya sido la Bombonera: no salió a colgarse del travesaño ni apostó a la táctica suicida de todos al ataque sino que buscó pelearle la posesión del balón a Boca en la mitad de la cancha para salir rápido de contra con Brian Fernández y Ciro Rius, principalmente.
Cuando el equipo de Franco inquietaba a Orion, cuando ambos equipos se repartían la posesión, cuando Magallán ya había salido del campo lesionado (entró Chiqui Pérez en su lugar), cuando pasaba todo eso fue que llegó el regalito de la defensa de Defensa: Pellegrino intentó salir jugando pese a estar apretado por Martínez y complicó con el pase a Leyes, quien la perdió ante Carrizo. El Burrito capitalizó el error a la perfección porque fue el que terminó empujando la pelota al arco vacío para el 2-0 tras la habilitación de su compañero.
Lo destacable de este equipo del Vasco Arruabarrena es que mantuvo la intensidad en el inicio del segundo tiempo. Podría haber descansado en su campo, con la ventaja a su favor, para disponer de mayores espacios ante el lógico avance rival. Pero no esperó que aparecieran los huecos. Fue a buscarlos. Y ahí radica uno de los méritos de este Boca, pese a sus intermitencias futbolísticas. El Chiqui Pérez reventó el travesaño con un cabezazo, Gigliotti tuvo una que remató desviado y otra que le sacó Pellegrino al corner, Carrizo también gozó de una situación clara para estirar la cuenta... En definitiva, pudo haber goleado, más allá de algún que otro revolcón de Orion. Y así anda, a esta altura del año, con chances en la Sudamericana y también en el torneo local. Sí que Varela pena estar vivo...

Con un fútbol que emula al feroz gladiador Espartaco, Boca venció a defensa y justica y atemoriza al futbol mundial.

Boca derrotó con justicia a Defensa con un doblete del Burrito Martínez y continúa con chances en el campeonato local mientras espera el resultado (negativo) de River. La mala: Magallán se lesionó feo en la rodilla.
Ahí anda Boca, vivito y coleando en el torneo. No goleando porque contra Defensa falló en la definición. Pero lo importante es que no se baja del campeonato mientras espera una manito de Rafaela y de cada rival que enfrente al puntero River de acá al final del torneo local. Lo positivo es que hay actitud y con eso le alcanza y sobra para no perder la esperanza.
Todo se le facilitó a Boca gracias a una gran jugada individual de Juan Manuel Martínez al comienzo del partido. El Burrito recibió de espaldas al arco en tres cuartos de cancha y dibujó un golazo acorde a su categoría pero sorpresivo por su actual nivel futbolístico: se escapó entre dos rivales, aceleró sobre la derecha hacia el arco y remató cruzado ante la salida de Pellegrino. Con la ventaja a su favor, Boca intentó ser protagonista a partir del manejo de Gago. Pero pese a la pausa de su volante y líder futbolístico, fue un equipo muy vertiginoso, acelerado por momentos, y eso generó imprecisiones que no le permitieron disponer de situaciones de gol concretas. Defensa no varió su libreto habitual aunque el escenario haya sido la Bombonera: no salió a colgarse del travesaño ni apostó a la táctica suicida de todos al ataque sino que buscó pelearle la posesión del balón a Boca en la mitad de la cancha para salir rápido de contra con Brian Fernández y Ciro Rius, principalmente.
Cuando el equipo de Franco inquietaba a Orion, cuando ambos equipos se repartían la posesión, cuando Magallán ya había salido del campo lesionado (entró Chiqui Pérez en su lugar), cuando pasaba todo eso fue que llegó el regalito de la defensa de Defensa: Pellegrino intentó salir jugando pese a estar apretado por Martínez y complicó con el pase a Leyes, quien la perdió ante Carrizo. El Burrito capitalizó el error a la perfección porque fue el que terminó empujando la pelota al arco vacío para el 2-0 tras la habilitación de su compañero.
Lo destacable de este equipo del Vasco Arruabarrena es que mantuvo la intensidad en el inicio del segundo tiempo. Podría haber descansado en su campo, con la ventaja a su favor, para disponer de mayores espacios ante el lógico avance rival. Pero no esperó que aparecieran los huecos. Fue a buscarlos. Y ahí radica uno de los méritos de este Boca, pese a sus intermitencias futbolísticas. El Chiqui Pérez reventó el travesaño con un cabezazo, Gigliotti tuvo una que remató desviado y otra que le sacó Pellegrino al corner, Carrizo también gozó de una situación clara para estirar la cuenta... En definitiva, pudo haber goleado, más allá de algún que otro revolcón de Orion. Y así anda, a esta altura del año, con chances en la Sudamericana y también en el torneo local. Sí que Varela pena estar vivo...
