Novak Djokovic - Roger Federer es es el duelo que quedó en pie en esta temporada. Rafael Nadal tuvo un año con muchos desperfectos y siguió la carrera más desde boxes que en la pista. Otros miembros de la elite perdieron terreno mientras el calendario se consumía. Hay muchos recién llegados que intentan ocupar un lugar de manera permanente. Con este panorama, Djokovic y Federer llegan muy fortalecidos a Londres y con la sensación de que el Masters será un asunto exclusivo entre ellos.

El número uno del mundo cierra 2014 en un momento de expansión y de control absoluto del juego. Viene de ganar el Masters 1000 de París y con eso selló un 27-0 en partidos jugados bajo techo. "Mis mejores resultados siempre vinieron en canchas duras al aire libre. Supongo que ahora eso se extiende a los torneos indoor. Me siento muy cómodo jugando en esas condiciones..", comentaba Djokovic luego de borrar de la cancha a Milos Raonic en la final de París.
Los buenos momentos de los tenistas, en ocasiones, se completan con datos que no están tan a la vista. Para neutralizar el poderío del saque de Raonic, su rival en la final, Djokovic contó con la ayuda de Bojan Bozovic un compañero de equipo de su época de menores, apenas tres meses mayor que Nole. Bozovic no llegó a ser relevante en el circuito, pero suele ayudar a Djokovic y a otros tenistas serbios cuando lo precisan. "Bozovic tiene su academia en Suiza. Me acompañó dos días para trabajar justamente la devolución. Ya a los 14 años medía 1,95 metros y hacía la diferencia. Fue de mucha ayuda en las prácticas. Lo que habiamos pensado funcionó.." dijo Djokovic, que ganó el 63 por ciento de los puntos jugados sobre el segundo saque de Milos Raonic. Los pequeños detalles son los que pintan el gran cuadro. Las devoluciones ganan finales.
Adaptado al ambiente bajo techo, con nuevas energías a la vista luego de su paternidad, Djokovic comenzará desde el lunes (el campeonato se inicia el domingo) la conquista de un nuevo Masters cuando juegue frente a Marin Cilic. Ya la competencia por el Grupo A pone al serbio en un pedestal indiscutido. Tiene un porcentaje del 89.1% de triunfos frente a los rivales de su zona: 10-0 contra Cilic, 15-3 contra Stan Wawrinka y 16-2 contra Tomas Berdych. La dinámica del juego será la que muestre si Djokovic está para el paso arrollador que necesita en la fase de grupos y así confirmar que terminará la temporada como número uno.
¿Será Roger Federer el único capaz de impedírselo? Federer también llega vigoroso al Masters. El cierre de año lo muestra con su tenis exquisito y en una sintonía ganadora que asombra. Su record en 2014 es de 68-11, con 5 títulos ganados. Además tiene en el horizonte la final de la Copa Davis contra Francia y su motivación brilla aún en la oscuridad. Jugó 5 veces en el año contra Djokovic y se impuso en tres ocasiones. Llegar a Lille a jugar la Davis, como vencedor del Masters, podría ser una presión insoportable para el equipo francés. Como pocas veces, el Masters y la final de la Copa Davis tienen una conexión tan intensa.
En definitiva, el desenlace podría darse con uno de los clásicos duelos de esta era: Djokovic-Federer. Será un Masters novedoso con tres debutantes (Marin Cilic, Kei Nishikori y Milos Raonic) lo cual ya evidencia un recambio en el top ten, pero que todavía no está consolidado: Rafa Nadal fue intermitente, David Ferrer perdió mucho terreno, Andy Murray tuvo un resurgimiento admirable en el tramo final y Juan Martín Del Potro, cuando vuelva, deberá demostrar que puede sumarse a esa conversación. Parte del atractivo que tendrá 2015 pasará por descubrir si estas nuevas presencias podrán conformar una tendencia.
Novak Djokovic, bajo el armónico techo del O2 de Londres, tiene una semana más para demostrar quién manda. Un dominio conocido y un duelo clásico, en tiempos de cambios.
Los buenos momentos de los tenistas, en ocasiones, se completan con datos que no están tan a la vista. Para neutralizar el poderío del saque de Raonic, su rival en la final, Djokovic contó con la ayuda de Bojan Bozovic un compañero de equipo de su época de menores, apenas tres meses mayor que Nole. Bozovic no llegó a ser relevante en el circuito, pero suele ayudar a Djokovic y a otros tenistas serbios cuando lo precisan. "Bozovic tiene su academia en Suiza. Me acompañó dos días para trabajar justamente la devolución. Ya a los 14 años medía 1,95 metros y hacía la diferencia. Fue de mucha ayuda en las prácticas. Lo que habiamos pensado funcionó.." dijo Djokovic, que ganó el 63 por ciento de los puntos jugados sobre el segundo saque de Milos Raonic. Los pequeños detalles son los que pintan el gran cuadro. Las devoluciones ganan finales.
Adaptado al ambiente bajo techo, con nuevas energías a la vista luego de su paternidad, Djokovic comenzará desde el lunes (el campeonato se inicia el domingo) la conquista de un nuevo Masters cuando juegue frente a Marin Cilic. Ya la competencia por el Grupo A pone al serbio en un pedestal indiscutido. Tiene un porcentaje del 89.1% de triunfos frente a los rivales de su zona: 10-0 contra Cilic, 15-3 contra Stan Wawrinka y 16-2 contra Tomas Berdych. La dinámica del juego será la que muestre si Djokovic está para el paso arrollador que necesita en la fase de grupos y así confirmar que terminará la temporada como número uno.
¿Será Roger Federer el único capaz de impedírselo? Federer también llega vigoroso al Masters. El cierre de año lo muestra con su tenis exquisito y en una sintonía ganadora que asombra. Su record en 2014 es de 68-11, con 5 títulos ganados. Además tiene en el horizonte la final de la Copa Davis contra Francia y su motivación brilla aún en la oscuridad. Jugó 5 veces en el año contra Djokovic y se impuso en tres ocasiones. Llegar a Lille a jugar la Davis, como vencedor del Masters, podría ser una presión insoportable para el equipo francés. Como pocas veces, el Masters y la final de la Copa Davis tienen una conexión tan intensa.
En definitiva, el desenlace podría darse con uno de los clásicos duelos de esta era: Djokovic-Federer. Será un Masters novedoso con tres debutantes (Marin Cilic, Kei Nishikori y Milos Raonic) lo cual ya evidencia un recambio en el top ten, pero que todavía no está consolidado: Rafa Nadal fue intermitente, David Ferrer perdió mucho terreno, Andy Murray tuvo un resurgimiento admirable en el tramo final y Juan Martín Del Potro, cuando vuelva, deberá demostrar que puede sumarse a esa conversación. Parte del atractivo que tendrá 2015 pasará por descubrir si estas nuevas presencias podrán conformar una tendencia.
Novak Djokovic, bajo el armónico techo del O2 de Londres, tiene una semana más para demostrar quién manda. Un dominio conocido y un duelo clásico, en tiempos de cambios.