El videojuego FIFA 2015 no permite seleccionar al uruguayo por sanción pero el delantero ya provoca temor en la capital
Luis Suárez marcó dos goles en el encuentro amistoso / FOTO: pere punti - MD
Han bastado dos goles de Luis Suárez en un amistoso para que se inicie una campaña dirigida a erosionar la imagen del delantero uruguayo al que aún le queda un mes de sanción por el mordisco en la espalda de Giorgio Chiellini. Más que hablar de su facilidad rematadora, el debate esté en un supuesto sobrepeso del futbolista, que desde que fue expulsado del Mundial no había vuelto a disfrutar de su profesión más allá de los entrenamientos. Suárez está en plena pretemporada, con cargas de trabajo físico y sesión de trabajo con el equipo pero sin el ritmo que da la competición. No es lo mismo entrenar que jugar. Pero sí ha dejado claro Luis Suárez en su regreso a su hábitat natural con presencia de público y cámaras que no ha perdido ese instinto que le convierte en un delantero demoledor.
Luis Suárez tiene todo lo que pide Lucho a un ‘9’, incluso ese punto irreverente e imprevisible. La mirada del uruguayo frente a la selección indonesia no era la del ‘pistolero’ con los ojos llenos de sangre porque el instinto no se controla, era más la mirada de un tipo desesperado por jugar a fútbol, al límite del ahogamiento, que pedía incluso perdón a su familia porque aguantar al uruguayo estos días deber ser difícil. Son ya tres meses de tortura que un amistoso apenas alivia pero que sí constata que es un referente incluso castigado. Que se abrace a un compañero o envíe el balón al fondo de la red provoca un prolongado mal de estómago en casa ajena porque estamos aún en el mes de septiembre, esto no ha hecho más que empezar, pero el líder de la Liga, con cero goles en contra, puede permitirse analizar y solucionar qué hacer cuando te ponen un autobús de dos plantas para aniquilar tu juego y sabe que entre sus soluciones está Luis Suárez.
En vez de refunfuñar en las esquinas y arrugar el ceño, yo de Luis Suárez tacharía del calendario los días que restan de suplicio y pensaría que este Luis Enrique es un genio y es el entrenador que mejor va explotar mi futbol. De momento ya le está regalando al uruguayo un nuevo Messi que ha encontrado el placer en el pase. Que Messi haya marcado 3 goles y haya dado seis asistencias de gol sólo tendría que provocar en Luis Suárez la más exagerada de las sonrisas. Ha conseguido Luis Enrique que Messi asuma un nuevo compromiso en el equipo, mejor ser coleccionista de títulos que de balones firmados tras un hat-trick. Lo segundo también, que cuando Leo marca un gol provoca un cosquilleo que recorre el cuerpo y no se para. Pero que además decida que Neymar y Luis Suárez también merecen ser felices es brutal.
El 25 de octubre lo primero que haré yo, quizá Messi, también Neymar es sentarme delante de la PlayStation y seleccionar a Luis Suárez en el juego FIFA 2015, que es tremendo que hasta en un juego siga sancionado Luis Suárez. Nos pondremos a jugar y a más de uno le recorrerá un sudor frío porque ya será octubre y el tridente Neymar-Messi-Luis Suárez es estimulante hasta contra el catenaccio más evolucionado. Y lo es más porque Messi ha decidido que el ‘9’ del Barça será Luis Suárez. Luis Enrique me está ganando por inteligencia emocional. En el fondo es lo que hacía falta
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