No será hasta los 40, pero... Boca le ofrecerá a Román 18 meses más de contrato. En las próximas horas podría reunirse y cerrar con Angelici.
Ya está. La decisión es un hecho. Riquelme va a seguir en Boca. O al menos, eso es lo que le van a proponer los dirigentes. Incluso, es algo que se puede llegar a resolver en las próximas horas. El presidente Daniel Angelici se reunirá con Román y, en esa primera y tal vez única charla, le ofrecerá formalmente que siga vistiendo la camiseta que tanto quiere y en el plazo que suena más lógico: 18 meses.
La historia tiene varios capítulos. El final se acerca y, según parece, será felí. Sin embargo, no todos están conformes con la decisión: los dirigentes no están convencidos de que sea lo mejor para el club. Es más, en el relevamiento entre los hombres más cercanos al presidente, el boca de urna es exactamente inverso del que se recogió en las distintas encuestas realizadas con los socios. Mientras los hinchas le dieron un 80% al sí, entre los directivos el 80% fue para el no.
¿Y entonces? ¿Por qué Angelici tomaría una decisión que no lo convence conceptualmente? Por lo pronto, a nadie (menos a él) le pasó inadvertido el mensaje del domingo, en el que la Bombonera clamó por el ídolo. Y, al margen de los insultos a la figura presidencial, la intención es volver a escuchar a los hinchas. “No se puede gobernar a espaldas de la gente”, dijo alguna vez Angelici, luego del Bombonerazo que eyectó a Falcioni. ¿Y todos los problemas internos, de convivencia, que tanto perturbaban al grupo y que tenía/tiene a Riquelme como el máximo responsable? La opinión, en ese punto, no se modificó. Los dirigentes son conscientes de que no pueden desconocer la influencia de Riquelme en el juego del equipo, más allá de que siempre estén latentes las lesiones. Y, además, observaron que si bien a sus oídos suelen llegar quejas de jugadores sobre algunas actitudes de Riquelme, todos los integrantes del plantel le terminaron regalando camaleónicamente sus camisetas al capitán el domingo, en lo que parecía ser su última vez en la Bombonera.
La opinión de Bianchi también puede haber influido, más allá de que el DT no habría hecho ningún planteo terminante. Sí se mostró interesado en el futuro de su jugador preferido (ver página 13).
Angelici, entonces, decidió ponerle el cuerpo a la negociación. Luego del primer acercamiento (César Martucci se juntó con Daniel Bolotnicoff, apoderado del 10), el próximo paso es que se vean cara a cara el presidente y Román. Ese encuentro se podría dar hoy o mañana y el plan del Tano es, si todo va bien, cerrar el trato antes del miércoles, día en el que inicia sus vacaciones (un regalo de sus amigos por los 50 años). El presidente no quiere que se tome ese viaje como una muestra de desinterés. Por el contrario, sabe que es una cuestión trascendental y pretende, al menos de su lado, resolverla cuanto antes.
Riquelme, quien ya había hecho saber a través de su entorno que quería renovar por un año y medio, también avisó que el tema económico no será una traba. “Quiero jugar hasta los 40 años”, dijo el domingo. Boca pretendía ofrecerle un año, pero como en el 2015 se disputará el torneo largo, de marzo a diciembre, hoy no se sabe si a mitad de año se abrirá el mercado para incorporar o renovar vínculos. Entonces, el camino a los 18 meses es inevitable. ¿Será?
Ya está. La decisión es un hecho. Riquelme va a seguir en Boca. O al menos, eso es lo que le van a proponer los dirigentes. Incluso, es algo que se puede llegar a resolver en las próximas horas. El presidente Daniel Angelici se reunirá con Román y, en esa primera y tal vez única charla, le ofrecerá formalmente que siga vistiendo la camiseta que tanto quiere y en el plazo que suena más lógico: 18 meses.
La historia tiene varios capítulos. El final se acerca y, según parece, será felí. Sin embargo, no todos están conformes con la decisión: los dirigentes no están convencidos de que sea lo mejor para el club. Es más, en el relevamiento entre los hombres más cercanos al presidente, el boca de urna es exactamente inverso del que se recogió en las distintas encuestas realizadas con los socios. Mientras los hinchas le dieron un 80% al sí, entre los directivos el 80% fue para el no.
¿Y entonces? ¿Por qué Angelici tomaría una decisión que no lo convence conceptualmente? Por lo pronto, a nadie (menos a él) le pasó inadvertido el mensaje del domingo, en el que la Bombonera clamó por el ídolo. Y, al margen de los insultos a la figura presidencial, la intención es volver a escuchar a los hinchas. “No se puede gobernar a espaldas de la gente”, dijo alguna vez Angelici, luego del Bombonerazo que eyectó a Falcioni. ¿Y todos los problemas internos, de convivencia, que tanto perturbaban al grupo y que tenía/tiene a Riquelme como el máximo responsable? La opinión, en ese punto, no se modificó. Los dirigentes son conscientes de que no pueden desconocer la influencia de Riquelme en el juego del equipo, más allá de que siempre estén latentes las lesiones. Y, además, observaron que si bien a sus oídos suelen llegar quejas de jugadores sobre algunas actitudes de Riquelme, todos los integrantes del plantel le terminaron regalando camaleónicamente sus camisetas al capitán el domingo, en lo que parecía ser su última vez en la Bombonera.
La opinión de Bianchi también puede haber influido, más allá de que el DT no habría hecho ningún planteo terminante. Sí se mostró interesado en el futuro de su jugador preferido (ver página 13).
Angelici, entonces, decidió ponerle el cuerpo a la negociación. Luego del primer acercamiento (César Martucci se juntó con Daniel Bolotnicoff, apoderado del 10), el próximo paso es que se vean cara a cara el presidente y Román. Ese encuentro se podría dar hoy o mañana y el plan del Tano es, si todo va bien, cerrar el trato antes del miércoles, día en el que inicia sus vacaciones (un regalo de sus amigos por los 50 años). El presidente no quiere que se tome ese viaje como una muestra de desinterés. Por el contrario, sabe que es una cuestión trascendental y pretende, al menos de su lado, resolverla cuanto antes.
Riquelme, quien ya había hecho saber a través de su entorno que quería renovar por un año y medio, también avisó que el tema económico no será una traba. “Quiero jugar hasta los 40 años”, dijo el domingo. Boca pretendía ofrecerle un año, pero como en el 2015 se disputará el torneo largo, de marzo a diciembre, hoy no se sabe si a mitad de año se abrirá el mercado para incorporar o renovar vínculos. Entonces, el camino a los 18 meses es inevitable. ¿Será?