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El delantero argentino suma dos partidos sin ver puerta y deberá esperar una semana más para convertirse en el máximo goleador de la historia. Ante el Celta tuvo hasta seis ocasiones para conseguir el gol número 251 de su carrera


El record de Zarra empieza a pesar demasiado en un FC Barcelona que parece haber perdido frescura ofensiva desde que Leo Messi se pusiera a tiro del mítico delantero. Cuesta materializar las ocasiones y el argentino suma dos partidos sin ver puerta pese a contar con múltiples ocasiones para igualar e incluso superar los 251 goles que convirtieron al jugador del Athletic en el máximo goleador de la historia de la Liga.

Maldición o pura mala suerte, lo cierto es que Messi no encuentra el camino del gol desde el partido contra el Eibar. Los palos, los rivales e incluso sus excesivas ganas de marcar han evitado que a día de hoy Leo sea ya el máximo goleador de la Liga. Lo acabará siendo, nadie duda de eso, pero deberá esperar, por lo menos, hasta el partido del Almería de aquí a siete días.

Ante el Celta, el crack argentino jugó a rachas. Tardó 25 minutos en entrar en acción, pero cuando lo hizo dio muestras evidentes de sus ganas de marcar. Avisó con una jugada marca de la casa en la frontal del área del Celta, pero su remate no llegó a buen puerto. En el 29, y tras uno de los pocos errores defensivos del conjunto vigués, el argentino se 'empachó' de balón y buscó la jugada personal cuando tenía a compañeros mejor colocados que él.

Cuestión de palos

Dos minutos después, en el 31, llegaría una de las ocasiones más claras de Messi. Su balón, sin embargo, se estrellaría en el larguero tras rebotar en el cuerpo de Jonny. El portero Sergio cogió el relevo de su compañero y, a partir de entonces, se convirtió en la peor pesadilla de Messi... y de todo el Barça. En uno de sus mejores partidos, el guardameta se dedicó a desbaratar una y otra vez todas las ocasiones de gol de las que gozaron los jugadores de Luis Enrique. ¡Y no fueron pocas!

La primera parte terminaría con una nueva ocasión de Messi, que antes del 40 enviaba un potente cabezazo a las manos de Sergio tras un milimétrico centro de Luis Suárez por banda izquierda. En carrera, el argentino no acertó a enviar el balón al fondo de la red recordando a aquel Samuel Eto'o que, obsesionado con ser pichichi la temporada 2008-2009, acabó por perder el galardón con Diego Forlán.

De nuevo el larguero evitó que Messi marcase su gol número 251 en Liga. Fue en el minuto 35 de la segunda parte y cuando más necesitaba de su estrella un Barça superado por el Celta. Antes, no obstante, Sergio había arruinado una gran jugada individual del argentino en el minuto 55 de partido.

La incapacidad de superar al guardameta del conjunto gallego fue haciendo mella en el ánimo del equipo y, por supuesto, también de un Leo Messi que no está acostumbrado a que los records se le resistan de esta manera. El este sábado capitán del FC Barcelona volverá a intentarlo la próxima jornada ante el Almería.