El arranque del partido fue negativo para River, que pagó cara su primera desatención defensiva, pero llegó al empate antes del cuarto de hora con un golazo de su enganche. En el complemento, Teo y Boyé redondearon un triunfo inolvidable.
Por primera vez en el campeonato, River empezó dormido un partido. Y le costó demasiado, porque San Lorenzo se puso en ventaja gracias al gol de Mauro Matos, que aprovechó la habilitación de Jonatan Maidana, muy lejos de los laterales, y no perdonó.
Parecía que podría complicarse la historia, pero a los 12 minutos apareció Leonardo Pisculichi para, con un zurdazo cruzado espectacular, igualar el clásico en el Bajo Flores.
Y los del Bajo Flores arrancaron mejor en la segunda parte, pero Piscu volvió a demostrar que es distinto. Desbordó por izquierda, esperó para mandar el centro y le dio un pase perfecto a Teófilo Gutiérrez, que la empujó y estiró su racha goleadora.
Y antes del final del encuentro, Lucas Boyé metió su primer gol como profesional y le dio la derecha a Gallardo, que volvió a confiar en él. Con un gran cabezazo liquidó el partido.
MIENTRAS TANTO...
EL RIVER DEL MUÑECO
