Me recuerda a un equipo grande y uno que descendió y se hace llamar grande.

Un América en entredicho y con horas bajas se asoma al Clásico. Todo está en su contra, además de que la propia afición, contenta con estos mismos jugadores que le dieron un título hace poco, mostró su malestar con el actual director técnico Antonio Mohamed.
Todo apunta a que la jaqueca del equipo viene desde el banquillo, en el que Mohamed tiene un crucigrama en las manos que no sabe cómo resolver. Las Águilas descoloridas no tienen el mismo funcionamiento que en los dos torneos anteriores, en los que alcanzaron el clímax de su capacidad.
El fenómeno por el que atraviesa Mohamed es alarmante. Aunque la directiva le ha prometido, desde el inicio, dejarlo toda la campaña, es posible que un descalabro de grandes magnitudes provoque su despido.
El argentino se cura en humildad, y dice que el América no se juega la liguilla en los próximos dos clásicos, porque después de Chivas vendrá el Cruz Azul.
Se apretó el calendario. Mientras tanto disfruto mi trabajo, después el destino dirá. Todos los días se preguntan qué puede pasar conmigo, pero eso no lo sabemos”, dijo en la semana.
Sin embargo, la gente acudió a despedir a sus jugadores previo al viaje a Guadalajara. Ahí apapacharon a Rubens Sambueza, el elemento que estará bajo la lupa de todos por su potencial, pero además por su constante rutina de caer al césped al primer contacto.
Jair Pereira, defensa del Guadalajara, le llamó “chillón” a mitad de semana, pero no obtuvo respuesta de parte del naturalizado mexicano que tendrá que sacar lo mejor de su repertorio para ayudar al América a ganar.
Las de las Águilas ha sido una campaña parecida a la del Guadalajara, pero se ha catalogado de manera diferente por el pasado ganador que tuvieron los de Coapa en los pasados dos torneos.
Incluso, en cuanto a números las cosas están muy parejas. Igual que Chivas, el América tiene 17 puntos. Los tapatíos han perdido tres partidos y los de Coapa cinco. El problema es que el América han perdido tres consecutivos y jugando de local.
La experiencia en este presente amarillo dicta que el equipo se comporta mejor como visitante, cuestión que ya no sirve de paliativo, porque el sistema no le agrada a sus aficionados ni tampoco está siendo efectivo.
“Tenemos que ganar. Vamos ilusionados con eso, porque es un Clásico. Vamos con mentalidad ganadora. Nos impondremos por 2-1. Nos urge para posicionarnos bien en la tabla”, comentó Jesús Molina.
La afición del América, a pesar de las advertencias, encontró el modo de obtener boletos y preparar el viaje de forma espaciada a Guadalajara.
La barra más rebelde de las Águilas convocó una reunión en el Monumento a la Revolución, en el centro del Distrito Federal, para salir en diferentes camiones y por varias rutas hasta su destino. Han sido amagados por la autoridad que serán detenidos, pero ellos ya tienen todo el plan para reunirse en las tribunas del Omnilife
Todo apunta a que la jaqueca del equipo viene desde el banquillo, en el que Mohamed tiene un crucigrama en las manos que no sabe cómo resolver. Las Águilas descoloridas no tienen el mismo funcionamiento que en los dos torneos anteriores, en los que alcanzaron el clímax de su capacidad.
El fenómeno por el que atraviesa Mohamed es alarmante. Aunque la directiva le ha prometido, desde el inicio, dejarlo toda la campaña, es posible que un descalabro de grandes magnitudes provoque su despido.
El argentino se cura en humildad, y dice que el América no se juega la liguilla en los próximos dos clásicos, porque después de Chivas vendrá el Cruz Azul.
Se apretó el calendario. Mientras tanto disfruto mi trabajo, después el destino dirá. Todos los días se preguntan qué puede pasar conmigo, pero eso no lo sabemos”, dijo en la semana.
Sin embargo, la gente acudió a despedir a sus jugadores previo al viaje a Guadalajara. Ahí apapacharon a Rubens Sambueza, el elemento que estará bajo la lupa de todos por su potencial, pero además por su constante rutina de caer al césped al primer contacto.
Jair Pereira, defensa del Guadalajara, le llamó “chillón” a mitad de semana, pero no obtuvo respuesta de parte del naturalizado mexicano que tendrá que sacar lo mejor de su repertorio para ayudar al América a ganar.
Las de las Águilas ha sido una campaña parecida a la del Guadalajara, pero se ha catalogado de manera diferente por el pasado ganador que tuvieron los de Coapa en los pasados dos torneos.
Incluso, en cuanto a números las cosas están muy parejas. Igual que Chivas, el América tiene 17 puntos. Los tapatíos han perdido tres partidos y los de Coapa cinco. El problema es que el América han perdido tres consecutivos y jugando de local.
La experiencia en este presente amarillo dicta que el equipo se comporta mejor como visitante, cuestión que ya no sirve de paliativo, porque el sistema no le agrada a sus aficionados ni tampoco está siendo efectivo.
“Tenemos que ganar. Vamos ilusionados con eso, porque es un Clásico. Vamos con mentalidad ganadora. Nos impondremos por 2-1. Nos urge para posicionarnos bien en la tabla”, comentó Jesús Molina.
La afición del América, a pesar de las advertencias, encontró el modo de obtener boletos y preparar el viaje de forma espaciada a Guadalajara.
La barra más rebelde de las Águilas convocó una reunión en el Monumento a la Revolución, en el centro del Distrito Federal, para salir en diferentes camiones y por varias rutas hasta su destino. Han sido amagados por la autoridad que serán detenidos, pero ellos ya tienen todo el plan para reunirse en las tribunas del Omnilife
SIN BARDO LINCES
