
¿Cuándo se jugaba mejor al fútbol, antes o ahora?. Esta eterna pregunta es la que seguramente se vienen haciendo muchos de los aficionados al fútbol durante generaciones. Como en todo, eso es la salsa de la vida, siempre hay gente de ambos bandos. ¿Quién jugaba mejor la generación de los Di Stefano y Puskas?, ¿la de los Pelé, Cruyff o Beckenbauer?, ¿la de Maradona, Zico y Platini o la de Messi y Cristiano?. El debate está servido.
Teniendo en cuenta que los tiempos cambian y por lo tanto, las cosas suelen evolucionar, comparar el fútbol de antes con el de ahora es una tarea harta complicada. A nivel físico, las cosas han cambiado y mucho. Los jugadores de antaño, los de hace muchas décadas, carecían de preparación física. En la época de los Di Stéfano, Kubala, Puskas y demás, era fácil ver futbolistas pasados de peso, algunos con la barriguita de la felicidad. El mismo Puskas lucía un cuerpo bastante diferente a los que se ven en un futbolista de élite hoy en día.

En los 60 los jugadores no eran fuertes fisicamente como se puede observar.
Sin embargo, el concepto de jugar al fútbol era también bastante diferente. Pese a la diferencia en el apartado muscular y físico, los futbolistas de las primeras cinco décadas y media del siglo XXI jugaban con balones de cuero de verdad, de los que mojados pesaban una barbaridad, con botines en lugar de botas con clavos que no parecían muy comodos, ropas poco ligeras sobretodo con un poco de sudor encima y en terrenos de juego donde hoy en día no comerían ni las vacas. Y aún así, siempre intentaban enlazar jugadas y jugar un fútbol asociativo aunque parecía que jugaban andando.
Los 70 y los 80, aunque algo rusticas aún, incluyeron novedades en cuanto a la preparación física, botas, balones y demás material deportivo. Los jugadores, eran más fuertes a nivel físico pero el ritmo de los partidos todavía era demasiado lento en comparación al actual. Sin embargo, los Beckenbauer, Cruyff , Zico, Sócrates, Maradona y compañía destilaban una clase que muy pocos jugadores poseen hoy en día.

En los 80 ya se iba fuerte al balón, sino que se lo digan a Maradona.
La llegada de los 90 incluyó como es lógico, nuevas mejoras a nivel técnico y táctico y el ritmo de juego subió varios puntos. Los movimientos de los jugadores comenzaban a ser rápidos, fuertes y la presión sobre el rival mucho mayor. Fue la época de los Roberto Baggio, Laudrup, Romario, la explosión del mejor Ronaldo, Rivaldo…jugadores que aunaban calidad y un ritmo de juego superior a las anteriores décadas.
Con la llegada del siglo XXI llegó el cambio total. Los medios técnicos increíbles hace unos años como las botas de fútbol que prácticamente no pesan, los balones casi con inteligencia y la enorme variedad de entrenamientos físicos han provocado mejoras en el juego según se mire. Los jugadores, se convirtieron progresivamente en grandes atletas. Fuertes, musculosos, algunos pareciendo un modelo de fitness sobretodo hoy en día donde los futbolistas son infinitamente más altos y musculosos que los de hace 50-60 años e incluso hace 20. Esto, trajó un aumento en el ritmo de juego, la velocidad, el derroche físico y la exagerada cantidad de partidos.
Pero la mejora a nivel físico, también ha provocado un caída en el nivel técnico del juego. Ahora se corre más, se presiona y se es más fuerte y resistente pero también hay más jugadores con menos nivel técnico. Para los más románticos siempre quedará la duda de que pasaría si jugaran en el mismo partido los mejores Di Stéfano, Kubala, Cruyff, Beckenbauer, Pelé y Maradona y demás mitos contra los Ronaldo, Messi, Xavi, Neymar, Suárez y compañía. La respuesta quedará en la imaginación de cada uno o en los videojuegos donde se puede simular.