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A CANCHA VACIA


Peñarol perdió 2-1 con Wanderers y prácticamente se despidió de la pelea por el Apertura. El bohemio jugó mejor y se llevó merecidamente los tres puntos.




Los hinchas de Wanderers disfrutan como si hubieran ganado la final del campeonato. Saltan y cantan en la América. No se quieren ir. Viven su fiesta. Los de Peñarol, que hicieron sentir su desaprobación con silbidos que bajaron en distintos pasajes del partido, sufren en el final del Torneo Apertura, porque ven que su equipo se apaga y no tiene respuestas, y cuando las encuentra, errores y mala suerte lo dejan fuera de carrera.

Aunque aún matemáticamente el aurinegro tiene chances de pelear por el título, la derrota 2-1 que sufrió ante los bohemios prácticamente lo alejó de las posibilidades de ganar este primer semestre.

PRIMER TIEMPO
Por el buen trato de balón que caracteriza al equipo de Alfredo Arias, por las dificultades que tuvo Peñarol para imponer su juego en el campo, el primer tiempo se desarrolló bajo dominio de los del Prado, que dispuso de la pelota y protagonizó las acciones de riesgo más importantes sobre los arcos.

El control de balón de Wanderers y las dificultades que tenía el equipo dirigido por Jorge Fossati para imponer su juego, obligaron a Peñarol a esperar con cinco hombres, con los dos carrileros recostados a la línea de tres y con los encargados del juego ofensivo desconectados del resto de la formación.

Por la doble competencia, Peñarol dio el hándicap que puso en cancha a un equipo con cuatro futbolistas que habitualmente no son titulares (Orteman, Píriz, Lima y Hernán Novick), pero los problemas del aurinegro no solo se plantearon por lo que no pudo hacer sino porque Wanderers le escondió la pelota y la administró muy bien. Además, los aurinegros cometieron el pecado de provocar reiteradas faltas en las cercanías del área, a través de una de esas acciones llegó el gol de Riolfo.

Por su parte, el 4-2-3-1 de los bohemios se fue transformando a medida que avanzó el partido en un 1-3 en el ataque, porque Albarracín, Sebastián Gularte y Gastón Rodríguez se metieron entre los zagueros rivales y dejaron espacios a Riolfo para que generara el peligro que incomodaba a Peñarol.

La primera acción de peligro en las áreas se registró a los 15’, cuando tras un gran pase de Riolfo, Sebastián Gularte puso demasiado arriba el remate que pretendió establecer el primer gol.

Pese a que el ataque aurinegro estuvo desconectado del resto del cuerpo, los aurinegros pasaron el primer aviso a los 18’, cuando Orteman le puso un centro a la cabeza de Hernán Novick, que se perdió apenas afuera.

A los 27’, una falta se transformó en gol después que se durmiera toda la defensa de Peñarol y que dos jugadores de Wanderers pudieron anotar la apertura: primero se lo perdió Maximiliano Olivera, pero enseguida Diego Riolfo enmendó la acción poniendo con un toque corto el 1-0.

Con la necesidad de salir a buscar el partido, a los 34’ tuvo que intervenir Cristóforo para evitar que un cabezazo de Orteman inflara la red. Sobre el final del primer período el árbitro no cobró un penal sobre Gularte.