
Sergio Escudero habló en la noche del martes y contó que, a pesar de su rendimiento, se siente conforme con poder ayudar con las pretensiones del DT. Además, dejó sus sensaciones sobre el Clásico de Avellaneda y la actuación de Fernando Rapallini.
“Lo que digan los demás, no me interesa. Yo quiero colaborar y estar apto para el equipo. Los insultos siempre van a existir. Prefiero que me insulten a mí y no a un chico joven. Yo juego donde me precisan”, declaró el jugador en diálogo con Monarquía Roja. “Tuve la suerte de ganar los dos partidos que jugué. Pero todavía no demostré lo que quiero, tengo mucho para dar”, añadió.
Sobre la victoria por 2-1 sobre Racing, el defensor dio al Rojo como justo ganador. “Independiente lo ganó con huevos y buen fútbol. Tuvimos nuestras oportunidades para anotar más goles también. De hecho, tuvimos más que ellos”, analizó. Continuando con la idea, subrayó la importancia de dar vuelta el resultado: “Pudimos dar vuelta un partido que se hizo difícil. Cuando las cosas no salen, hay que tener actitud. Dar vuelta un partido es muy complicado hoy en día. Lo importante fue ganar y que la gente se fue contenta”.
Sobre el gol del empate, donde se produjo la confusión sobre quién había empujado la pelota, bromeó: “Si Penco no la tocaba, el gol era mío. Fue de él, pero se lo podría haber robado, je”.
“El fútbol argentino es muy parejo. El resultado fue justo. Es normal que el equipo que pierda, hable de más. Rapallini no tuvo una buena actuación, pero no creo que haya perjudicado a nadie”, interpretó sobre la actuación de la terna arbitral. “Nosotros estamos tranquilos de haber hecho las cosas bien. Culpando al árbitro, nos restan méritos. Pero que hablen”, deslizó.
Por último, dejó en claro que los dos últimos resultados son muy positivos para afrontar lo que viene. “Fue un envión anímico muy importante. Ojala sigamos por esta senda”, concluyó.
Por Facundo Fagnano.