
En tierras inglesas, se jugó un clásico casi argentino. Es que el City y el United reeditaron un nuevo clásico, con una marcada presencia de futbolistas albicelestes, que fueron protagonistas de lujo. Pero el que se llevó todos los flashes fue, sin dudas, Sergio Agüero : desequilibrante, imparable y autor del único gol del partido, que significó el triunfo para el equipo de Manuel Pellegrini. Ángel Di María fue de mayor a menor y Marcos Rojo se retiró con un preocupante lesión en el hombro.
El conjunto celeste llegaba al duelo contra el clásico rival con una particularidad ventaja: había ganado cinco de los últimos seis duelos. Hoy, volvió a ratificar ese buen momento. Se impuso futbolísticamente desde el principio, pero un iluminado David de Gea, arquero del United (que jugó con 10 jugadores gran parte del partido), se vistió de héroe para mantener el 0-0. Sin embargo, a los 17 minutos del segundo tiempo, no pudo hacer nada para desviar el violento disparo de Agüero, que sentenció el 1-0 y la victoria del local.