Wembley, la catedral mundial del fútbol. En Londres, uno de los estadios más legendarios de la historia de este deporte, con partidos trascendentales como la final del 66'. En los principios del fútbol, este estadio era donde jugaba Inglaterra y el cual nunca perdió lo que hizo nacer el mito de que nunca perdería en Wembley.
En muchas oportunidad, algunos paises como Argentina, estaban convencidos de que el auténtico campeon del mundo sería el equipo capaz de ganar a Iglaterra. Muchos equipos ya lo habían intentado y algunos, como la Argentina, habían estado a punto de conseguirlo, pero al final los ingleses terminaban imponiendose o por lo menos evitando la derrota en su "Catedral de Wembley"
Así las cosas, en 1953 invitaron a jugar en casa a una selección que en los últimos tres años contaba todas partidos por victoria: Hungría. La selección húngara, que entrenaba Gustav Sebes y capiteneaba Puskas, no conocía la derrota. Había ganado las Olimpiadas de Helsinki de 1952 con total facilidad y goleba a las mejores selecciones del continente. En 1953 la selección italiana invitó a la húngara para inaugurar el estadio Olímpico de Roma. El equipo trinitario recibió una de las mayores afrentas de su historia futbolista perdiendo 0-3.
El partido del siglo:
Con fama de equipo temible se presentaron en el estadio de Wembley el 9 de noviembre de 1953. Los ingleses sospechaban que podían perder por primera vez en su querido y temido estadio, pero no se imaginaban la tremenda paliza que iban a recibir. Al primer minuto de juego, los húngaros ya habían marcado un gol. Caería cinco más a lo largo del encuentro. El resultado final, 3-6 a favor de los húngaros, acabó con el mito de la imbatibilidad inglesa en las islas y los historiadores del fútbol establecieron una división en la cronología del fútbol: antes y después de la primera derrote de los ingleses en Wembley.
Hungría no puedo, sin embargo, ganar el Campeonato del Mundo de 1954. Siendo sin duda el mejor equipo del mundo, se enfrentó a la final contra Alemania y perdió 3-2.
Espero que les haya servido de algo, deja puntos si puedes.
Fuente:Todo sobre el fútbol, editorial Susaeta.
En muchas oportunidad, algunos paises como Argentina, estaban convencidos de que el auténtico campeon del mundo sería el equipo capaz de ganar a Iglaterra. Muchos equipos ya lo habían intentado y algunos, como la Argentina, habían estado a punto de conseguirlo, pero al final los ingleses terminaban imponiendose o por lo menos evitando la derrota en su "Catedral de Wembley"
Así las cosas, en 1953 invitaron a jugar en casa a una selección que en los últimos tres años contaba todas partidos por victoria: Hungría. La selección húngara, que entrenaba Gustav Sebes y capiteneaba Puskas, no conocía la derrota. Había ganado las Olimpiadas de Helsinki de 1952 con total facilidad y goleba a las mejores selecciones del continente. En 1953 la selección italiana invitó a la húngara para inaugurar el estadio Olímpico de Roma. El equipo trinitario recibió una de las mayores afrentas de su historia futbolista perdiendo 0-3.
El partido del siglo:
Con fama de equipo temible se presentaron en el estadio de Wembley el 9 de noviembre de 1953. Los ingleses sospechaban que podían perder por primera vez en su querido y temido estadio, pero no se imaginaban la tremenda paliza que iban a recibir. Al primer minuto de juego, los húngaros ya habían marcado un gol. Caería cinco más a lo largo del encuentro. El resultado final, 3-6 a favor de los húngaros, acabó con el mito de la imbatibilidad inglesa en las islas y los historiadores del fútbol establecieron una división en la cronología del fútbol: antes y después de la primera derrote de los ingleses en Wembley.
Hungría no puedo, sin embargo, ganar el Campeonato del Mundo de 1954. Siendo sin duda el mejor equipo del mundo, se enfrentó a la final contra Alemania y perdió 3-2.
Espero que les haya servido de algo, deja puntos si puedes.
Fuente:Todo sobre el fútbol, editorial Susaeta.