Le cerraron los caminos
EL RESPONSABLE. El arquero de Huracán tuvo una noche más que inspirada. (FOTO: Martín Pravata - LPM)
La Banda intentó con más ganas que fútbol, pero no encontró la manera de revertir el 0-1 en San Juan. El Millonario cayó justo antes de los partidos más importantes del año.
La levantada que se vio, primero en resultados y luego en juego, tanto en la Copa Libertadores como en el torneo local, no apareció por San Juan. River fue una sombra del enorme equipo de Marcelo Gallardo y cayó en la Supercopa Argentina.
En desventaja casi todo el partido (el gol de Huracán fue a los 20 minutos), La Banda tuvo la pelota, pero no resolvió cómo pasar a la defensa de Parque Patricios, que se tiró atrás y cerró todos los caminos.
Igualmente, el Más Grande pudo empatarlo a través de Carlos Sánchez, Fernando Cavenaghi y Rodrigo Mora. Pero la producción ofensiva fue pobre para lo que este plantel nos tiene acostumbrados.
Gonzalo Martínez estuvo irreconocible y no logró ser el conductor justo ante su exequipo. Pero el Pity tampoco tuvo compañía, porque los volantes no estuvieron finos y los delanteros casi no aparecieron.
Duele perder una Copa, y River deberá hacer la autocrítica correspondiente. Pero no hay tiempo para lamentos porque -ahora sí- es momento de pensar en los tres Superclásicos que vienen. Es la hora de hacer historia una vez más.

EL RESPONSABLE. El arquero de Huracán tuvo una noche más que inspirada. (FOTO: Martín Pravata - LPM)
La Banda intentó con más ganas que fútbol, pero no encontró la manera de revertir el 0-1 en San Juan. El Millonario cayó justo antes de los partidos más importantes del año.
La levantada que se vio, primero en resultados y luego en juego, tanto en la Copa Libertadores como en el torneo local, no apareció por San Juan. River fue una sombra del enorme equipo de Marcelo Gallardo y cayó en la Supercopa Argentina.
En desventaja casi todo el partido (el gol de Huracán fue a los 20 minutos), La Banda tuvo la pelota, pero no resolvió cómo pasar a la defensa de Parque Patricios, que se tiró atrás y cerró todos los caminos.
Igualmente, el Más Grande pudo empatarlo a través de Carlos Sánchez, Fernando Cavenaghi y Rodrigo Mora. Pero la producción ofensiva fue pobre para lo que este plantel nos tiene acostumbrados.
Gonzalo Martínez estuvo irreconocible y no logró ser el conductor justo ante su exequipo. Pero el Pity tampoco tuvo compañía, porque los volantes no estuvieron finos y los delanteros casi no aparecieron.
Duele perder una Copa, y River deberá hacer la autocrítica correspondiente. Pero no hay tiempo para lamentos porque -ahora sí- es momento de pensar en los tres Superclásicos que vienen. Es la hora de hacer historia una vez más.