Boca pasó con goleada en Paraguay y un rato después, River superó con susto a Estudiantes ganando 4-2 después de estar 1-2: en dos semanas, en la Bombonera, jugarán la semifinal de ida de la Sudamericana. A sufrir... y a disfrutarlas.
Boca-River, semifinales. Copa Superamericana. El plato fuerte del continente, el partido que esperaban todos, que se fue dibujando a medida que cada uno iba superando las vallas. Algunas veces holgados, como el equipo del Vasco en Paraguay con el 4-1 o el de Gallardo en Paraguay. Otras sufriendo, como River contra Estudiantes (pese al 3-2) después de ponerse arriba antes del minuto de juego y sufrir unos minutos como nunca en este ciclo, cuando se lo habían dado vuelta y se mostraba vulnerable, nervioso. El tema es que en plena definición de torneo, los grandes rivales de toda la vida se cruzarán en un certamen internacional. Mano a mano, como en 2004 y en el 2000. Como en tantos superclásicos de este año.
¿Hay alguno que tenga más para perder? ¿Existe algún favorito? ¿Este River invicto con 30 partidos es mucho más que este Boca que supo salir de la crisis y que fue surfeando la ola? Boca está frente a la gran chance de volver a jugar una final de Copa y de ensombrecer este semestre muy positivo de Gallardo: con sus vaivenes e irregularidad, con varios chicos como Meli, Calleri. River, que no perdió superclásicos en 2014, tiene la chance de tomarse revancha de eliminaciones pasadas, con un equipo más conformado y afianzado, que en la ida no contaría con Teo ni Balanta, que estarán en Europa con Colombia (Carlos Sánchez, con Uruguay, llega después de haber jugado 48 horas antes). Por las dudas, Gallardo metió presión diciendo que dependerá de la Federación de Colombia.
"Cada vez nos falta menos, para volvernos a ver", se cantó en el Monumental, donde el 27/11 sería la semifinal de vuelta. La ida será en la Bombonera, en dos semanas (aún no se confirmó). Otro cara a cara de los dos gigantes del fútbol argentino, mientras en la otra semi estarán San Pablo y Atlético de Medellín. A sufrirlo, y a disfrutarlo. Porque este show, una semi de Copa como ésta, no se da todos los días
Boca-River, semifinales. Copa Superamericana. El plato fuerte del continente, el partido que esperaban todos, que se fue dibujando a medida que cada uno iba superando las vallas. Algunas veces holgados, como el equipo del Vasco en Paraguay con el 4-1 o el de Gallardo en Paraguay. Otras sufriendo, como River contra Estudiantes (pese al 3-2) después de ponerse arriba antes del minuto de juego y sufrir unos minutos como nunca en este ciclo, cuando se lo habían dado vuelta y se mostraba vulnerable, nervioso. El tema es que en plena definición de torneo, los grandes rivales de toda la vida se cruzarán en un certamen internacional. Mano a mano, como en 2004 y en el 2000. Como en tantos superclásicos de este año.

¿Hay alguno que tenga más para perder? ¿Existe algún favorito? ¿Este River invicto con 30 partidos es mucho más que este Boca que supo salir de la crisis y que fue surfeando la ola? Boca está frente a la gran chance de volver a jugar una final de Copa y de ensombrecer este semestre muy positivo de Gallardo: con sus vaivenes e irregularidad, con varios chicos como Meli, Calleri. River, que no perdió superclásicos en 2014, tiene la chance de tomarse revancha de eliminaciones pasadas, con un equipo más conformado y afianzado, que en la ida no contaría con Teo ni Balanta, que estarán en Europa con Colombia (Carlos Sánchez, con Uruguay, llega después de haber jugado 48 horas antes). Por las dudas, Gallardo metió presión diciendo que dependerá de la Federación de Colombia.
"Cada vez nos falta menos, para volvernos a ver", se cantó en el Monumental, donde el 27/11 sería la semifinal de vuelta. La ida será en la Bombonera, en dos semanas (aún no se confirmó). Otro cara a cara de los dos gigantes del fútbol argentino, mientras en la otra semi estarán San Pablo y Atlético de Medellín. A sufrirlo, y a disfrutarlo. Porque este show, una semi de Copa como ésta, no se da todos los días