No es frecuente, es casi una novedad, que un equipo cambie tanto en menos de una semana. No se sabe si es milagro, casualidad, o simplemente la verdad de una nueva motivación y de algunos cambios tácticos. Lo cierto es que Boca renació, y le ganó al mejor, a Vélez.
Se dice que se le había colocado una cama a Carlos Bianchi, en una operación desánimo comandada por Agustín Orión. Son enfoques que el tiempo borrará como una brisa se lleva el humo. En el fútbol, como en la vida, lo único que sirve para construir es lo positivo. De lo negativo se aprende, pero no se construye solo por aprender.

Fue por tres goles contra uno, con un jugador menos por la expulsión del ingenuo Castellani, y fue además un resultado justo, porque Boca no solo impidió a Vélez jugar como es su costumbre, maniatando a Lucas Pratto y presionando siempre con dos o tres jugadores sobre la salida, y el principio de cada jugada, sino que también encontró definición.

En cuatro partidos, había hecho un gol (Gigliotti contra Belgrano). En medio tiempo, hizo tres este domingo: Cata Díaz, Meli y Chávez.
Hay un indudable mérito de Arruabarrena. Aunque más no sea, el de haber asumido con determinación, y conseguir en pocas horas una motivación muy fuerte hacia los jugadores.




Se dice que se le había colocado una cama a Carlos Bianchi, en una operación desánimo comandada por Agustín Orión. Son enfoques que el tiempo borrará como una brisa se lleva el humo. En el fútbol, como en la vida, lo único que sirve para construir es lo positivo. De lo negativo se aprende, pero no se construye solo por aprender.


Fue por tres goles contra uno, con un jugador menos por la expulsión del ingenuo Castellani, y fue además un resultado justo, porque Boca no solo impidió a Vélez jugar como es su costumbre, maniatando a Lucas Pratto y presionando siempre con dos o tres jugadores sobre la salida, y el principio de cada jugada, sino que también encontró definición.


En cuatro partidos, había hecho un gol (Gigliotti contra Belgrano). En medio tiempo, hizo tres este domingo: Cata Díaz, Meli y Chávez.
Hay un indudable mérito de Arruabarrena. Aunque más no sea, el de haber asumido con determinación, y conseguir en pocas horas una motivación muy fuerte hacia los jugadores.


