Ledesma, que tenía chances de jugar, se quedó afuera de los concentrados. Grana no fue ni opción...
Ni cuando juega el equipo A, ni cuando juega el B, ni cuando es un mezclado entre ambos, ni siquiera cuando el Vasco busca en el fondo del tarro al último orejón. No hay forma de que Pablo Ledesma y Hernán Grana se metan en la rotación del equipo. Y por más que Arruabarrena subraye que va a necesitar “de todos”, el término parece no incluirlos. El caso del volante es más curioso, sobre todo porque, ante la chance de que Fernando Gago descansara para llegar bien al partido de ida ante Cerro Porteño por la Sudamericana, había chances de que volviera a ser titular (no lo hace desde el 11/5, cuando Román se despidió de la Bombonera) y con el Vasco jugó cinco minutos ante Central hasta que se lesionó. Y en lugar de volver, ni siquiera se concentró. Lo de Grana ya no tiene vuelta atrás. Su última aparición fue en el 0-3 ante Rafaela. Después de esa noche, Carlos Bianchi, que lo había traído al club, lo sacó y nunca más jugó. Con Arruabarrena el que tomó el puesto fue Leandro Marín, y el ex All Boys no sólo no jugó ni un minuto, sino que ni siquiera se concentró con el equipo. El futuro de ambos está fuera de Boca...


Ni cuando juega el equipo A, ni cuando juega el B, ni cuando es un mezclado entre ambos, ni siquiera cuando el Vasco busca en el fondo del tarro al último orejón. No hay forma de que Pablo Ledesma y Hernán Grana se metan en la rotación del equipo. Y por más que Arruabarrena subraye que va a necesitar “de todos”, el término parece no incluirlos. El caso del volante es más curioso, sobre todo porque, ante la chance de que Fernando Gago descansara para llegar bien al partido de ida ante Cerro Porteño por la Sudamericana, había chances de que volviera a ser titular (no lo hace desde el 11/5, cuando Román se despidió de la Bombonera) y con el Vasco jugó cinco minutos ante Central hasta que se lesionó. Y en lugar de volver, ni siquiera se concentró. Lo de Grana ya no tiene vuelta atrás. Su última aparición fue en el 0-3 ante Rafaela. Después de esa noche, Carlos Bianchi, que lo había traído al club, lo sacó y nunca más jugó. Con Arruabarrena el que tomó el puesto fue Leandro Marín, y el ex All Boys no sólo no jugó ni un minuto, sino que ni siquiera se concentró con el equipo. El futuro de ambos está fuera de Boca...
