La guerra entre Rusia y Ucrania tuvo un “alto el fuego” y las armas quedaron a un lado, reemplazadas por la pelota, que sirvió para distender a los soldados en medio de tanta violencia.
El fútbol es mucho más que un juego y la pelota, más que un par de gajos de cuero unidos por hilo. En la frontera entre Ucrania y Rusia se vive una situación dramática desde hace tiempo: ambos países están en guerra y lo único que reina en esas coordenadas del planeta son la violencia y la muerte.
Sin embargo, este fin de semana hubo un “alto al fuego”, y los soldados ucranianos dejaron de lado las armas y la actitud belicosa para disfrutar jugando al fútbol, en medio de un clima hostil como es la guerra.
Difícilmente el fútbol logre solucionar problemas políticos con tantos intereses económicos, pero al menos por un rato, los soldados no recibieron órdenes de matar y sí se divirtieron con la pelota.

El fútbol es mucho más que un juego y la pelota, más que un par de gajos de cuero unidos por hilo. En la frontera entre Ucrania y Rusia se vive una situación dramática desde hace tiempo: ambos países están en guerra y lo único que reina en esas coordenadas del planeta son la violencia y la muerte.
Sin embargo, este fin de semana hubo un “alto al fuego”, y los soldados ucranianos dejaron de lado las armas y la actitud belicosa para disfrutar jugando al fútbol, en medio de un clima hostil como es la guerra.
Difícilmente el fútbol logre solucionar problemas políticos con tantos intereses económicos, pero al menos por un rato, los soldados no recibieron órdenes de matar y sí se divirtieron con la pelota.