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Después de hacer tantos posts sobre la muerte de Grondona y la guerra de Israel en Gaza, por fin vuelvo a hacer un post sobre la selección argentina, ¡BIENVENIDOS A MI 6° POST DE ESTA SERIE!... Estoy escribiendo un post en homenaje a Sabella y otro de Messi, a este último lo voy a estar publicando el jueves a esta hora... ¡Así que estén atentos para cuando lo suba! Mis otros 5 posts de esta serie sobre la selección argentina:

"Por qué Argentina puede aprender del proyecto a largo plazo de Alemania"

"El subcampeonato de Argentina: un logro que con el tiempo recién comenzaremos a apreciar en su justa medida"

"Por qué Argentina fue un éxito en Brasil 2014"

"Revelan planos: cómo Sabella venció a Holanda"

"Romero: el mejor arquero de la historia de la Selección"

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Los sudafricanos que les pegaron un baile a todos los sudamericanos (a Argentina, Uruguay y Brasil)

Hoy les voy a mostrar una historia que sucedió allá lejos en el tiempo, en los albores del fútbol en Sudamérica, y que nos muestra que no hay verdades absolutas en este deporte y que las cosas cambian a través del tiempo, aquellos que hoy son fuertes tal vez de acá a 100 años no lo sean, y sin embargo, esta es una de las cosas que más nos encantan del fútbol.


A principios del Siglo XX un seleccionado sudafricano desembarcó en nuestras costas y realizó una gira por nuestro país con resultados un tanto llamativos. Aquí el recorrido de estos intrépidos africanos por este terruño loco que hemos dado en llamar Argentina (?).

Corría el año 1906 y el fútbol ya comenzaba a mostrar las raíces de esa hermosa enredadera alienante que atrapa a millones (?). Un combinado de jugadores sudafricanos invitados por la Liga Argentina emprendía un viaje a través del Atlántico hacia nuestro país. El viaje fue una tortura. El barco tardó 27 días en llegar y todos los días estuvieron acompañados por tempestades. Igual los sudafricanos estaban como locos con el tema de la gira por Argentina y mostraban su ansiedad a pesar del incómodo viaje. Claro que no venían solos, parece que en el barco venían una serie de ganaderos argentinos que traían ciertas provisiones. Con cierto desdén observaban el apetito voraz de los players africanos por lo tanto escondieron toda la carne y según cuentas algunas crónicas “los obligaron a volverse vegetarianos” (?). Esto luego se comprobó que no había sido así dado que encontraron grandes cantidades de carne en el barco (?). Cuestión que luego de la travesía, pelearse con los Biolcatti de entonces y demás, el combinado sudafricano arribó al país.

Claro, mucho no se conocía sobre los rivales. Había un tipo estudioso, obsesivo, patético y medio loco en nuestro país por entonces que analizaba daguerrotipos de los rivales pero no mucho más que eso (?). El primer partido de Sudáfrica fue ante un seleccionado de universitarios, por entonces era bastante común que aspirantes a profesionales despuntaran el vicio del fóbal. Mejor hubieran despuntado otro vicio porque perdieron 14-0 (?). Al ver la potencia del equipo africano enseguida les mandamos a Alumni.


Los jugadores de Alumni (campeones en 1906) fueron los únicos que salvaron el honor del humillado fútbol sudamericano en aquella gira. Le ganaron a los sudafricanos por 1 a 0.

El partido se organizó en la Sociedad Sportiva, el Campo Argentino de Polo actual. Mucha gente se dio a la cita, incluso el Presidente Figueroa Alcorta quien llegó al estadio desde avenida homónima (?). Claro, los aficionados argentinos habían visto como el el Nottingham Forest y el Southampton habían paseado su fútbol profesionalizado por estas pampas y pensaban que era una posibilidad de desquite. Alumni formó con: Brown; Brown y Brown; Brown, Brown y Brown; Brown, Brown, Brown, Brown y Brown (?). Los sudafricanos encima tenían a un arquero llamado Brown. Es memorable el relato del locutor inglés de entonces, Sir Walter Blind Nelson, quien al momento del gol del triunfo del equipo argentino convertido por Alfredo Brown, relató que el tanto había sido convertido por Alfredo White (?). El partido en realidad fue un peloteo constante de los africanos que tuvieron en la figura del arquero de Alumni, el petiso José Buruca Laforia que atajaba con chambergo (?), su principal oposición para no anotar siquiera un gol. Fue victoria entonces para Alumni por 1-0 y la misma es recordada por ser la primera victoria de un equipo nacional por sobre otro extranjero.


"Brown, la figura más gloriosa del famoso Alumni."

Pero Sudáfrica seguiría con su gira por el país. El turno era ahora enfrentar a Belgrano Athletic y acá sí el poderío de su juego quedaría demostrado en el marcador, salvo que haya sido un 6-0 mentiroso (?). La pelota los llevó a Rosario para enfrentar a un combinado de esa ciudad. En realidad la idea era que se realizara también un choque previo entre Newell´s y Central pero el rojinegro mandó una carta al plantel centralista que brindamos a continuación:

Rosario, junio 30 de 1906. – Señor N. Canton, capitán del 2º team “A” del Rosario Central, Rosario. Muy señor mío: El motivo de la presente es avisarle a Ud. que el team “C” de Newell’s Old Boys ha resuelto cederle los puntos correspondientes al match que se debería jugar mañana, por dos razones: primero, por ser demasiado débiles para poder competir con Uds., y además que vienen los Sudafricanos, y como supongo que Uds. estarán ansiosos de ir a verlos igual que nosotros, resolví tomar la arriba mencionada medida. Sin otro motivo saluda atte. S.S.S. – (Fdo.) PERCY BISSON, capitán”.

Percy Bisson, querido, no me abandone así. Finalmente la ansiedad por ver al equipo sudafricano fue mitigada por las nueve pepas que les clavaron a los entusiastas rosarinos que no veían un gato en un gatar (?): 9-0 y se fueron (?).


En una época donde lo máximo que se escribía sobre un "match de foot-ball" eran 3 renglones, el diario rosarino La Capital había anunciado con bombos y platillos "Gran match de Foot-Ball, Sud África contra Rosario" y había puesto una foto de página completa del conjunto sudafricano. Pero a los que les llenaron el bombo fue al combinado rosarino.

Era turno de volver a Buenos Aires y enfrentar al contradictorio equipo Argentina-British al que batieron por 4-1... El 9 de julio, fiesta patria, se enfrentó a la Selección de Argentina la cual aunque presentó pelea en esta fecha patriótica, igual perdió contra los sudafricanos por 1 a 0.

Luego tuvieron un duro rival en Estudiantes de Caseros, al Pincha solo le ganaron por 3-2. Más tarde hubo un match contra la Liga Argentina y su combinado al que le ganaron por 4-1.

Entonces se cruzaron el charco, y se enfrentaron con la Liga Uruguaya y le ganaron por 6-1.


En aquella época "la Celeste" todavía no era celeste y tenía una franja diagonal cruzándole el pecho. De pie: Guillermo McFarlane (árbitro), Carlos Urioste, Cayetano Saporiti y Juan Bertone. En la fila de en medio: Luis Carbone, Francisco Branda, Pedro Zuazú y Leonardo Crossley (linier). Sentados: Carlos Cuadra, Gonzalo Rincón, Juan Peña, Alejandro Cordero y Cándido Betancourt.

Volvieron a Buenos Aires para jugar contra Alumni la revancha y allí se impusieron los africanos por 2-0; jugaron con Quilmes un rato y le enchufaron un 5-1.

Y se fueron a Brasil donde finalizaron a pura goleada su gira sudamericana... Allí, la Selección de Brasil o mejor dicho, Brasil XI fueron humillados por un 6-0 (qué te parece, 108 años y volvemos al principio, Brasil siendo goleado y humillado en su propia casa).


¿Se habrán comprado las camisetas de Sudáfrica también en 1906?

A pesar de que el fútbol tenía gran popularidad entre la raza negra y que allí, según decían, estaban sus mejores jugadores, el combinado sudafricano estaba íntegramente compuesto por jugadores blancos. Incluso los negros tenían prohibido asistir a los partidos de fútbol. Recién a mediados en 1991 se fundaría la South African Football Association y en 1992 volvería a ser admitida en FIFA pudiendo ya disputar partidos internacionales. Desde ese momento entonces comenzó una verdadera integración racial para el desarrollo del deporte en ese país lo cual muestra como el racismo atenta contra la cultura popular de una nación. Igual no hay mal que por bien no venga, si el equipo sudafricano hubiera tenido negros en su plantel hoy el fútbol argentino no existiría (?).


Esta es la historia de este conjunto de sudafricanos que ganaron casi todos sus partidos a principios del siglo pasado pero que también dejaron acá el curioso record de ser el primer equipo extranjero en perder en Argentina. Un equipo que además de venir a jugar vino a pasarla bien y a intercambiar exotismo (?). Según cuentan las crónicas de La Nación, los sudafricanos entre partido y partido visitaron fábricas de dulce, de manteca, de cuero, fueron al zoológico, al Jockey Club y putearon a un cabeza (?).


Lo que se dice, todos unos señoritos ingle... emmmmmmm Sudafricanos!



Los sudafricanos que les pegaron un baile a todos los sudamericanos. De pie: W.G. Brown, F. Findlay, A.W. McIntyre, G. Hartigan, W.F. Schmidt y H.J. Henman; sentados: A.W. King, R.F. Thorne, J.H. Robison, H.N. Heeley, T. Chalmers, W.T. Mason y R. Taylor; en el suelo: E.H. Johnson y J.W. Binckes.



Muchas gracias al autor, Ernesto.