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Los Spurs fueron eliminados por los Clippers y Ginobili se retiro de la NBA



La derrota del jueves abrió este escenario. Como si nadie se hubiera puesto a pensarla como una posibilidad real hasta hace unos días, este 2 de mayo de 2015 puede marcar un quiebre en la historia del deporte argentino: si San Antonio Spurs pierde el mano a mano de hoy (a las 21, por ESPN) con Los Ángeles Clippers, ese juego en el Stapless Center puede transformarse en el último partido en la carrera profesional de Emanuel Ginóbili.

El séptimo dividirá las aguas de una serie parejísima: el ganador avanzará a semifinales de la Conferencia Oeste y se cruzará contra los Rockets del cordobés Pablo Prigioni, mientras que el perdedor iniciará unas vacaciones anticipadas de las que nadie quiere oír ni hablar.

Bajo ese paraguas de posibilidades, y con un contrato que se termina al final de esta temporada, la posibilidad del retiro de Ginóbili es una chance real, tangible, imposible de soslayar. Claro que pensar el tablero en el que se mueven las piezas no significa ni jugar a ser “alarmista” ni impide pensar en positivo: si los Spurs desequilibran la balanza, “Manu” podría jugar otros 21 partidos de 2014/15 (siete por cada una de las tres próximas instancias) e inclusive tiene las puertas abiertas para renovar por otra temporada. No se trata de bandearse: no hay que pecar de ingenuos ni tampoco sentenciar algo que no ocurrió.

Si bien la historia estadística de la NBA pinta para el desánimo (los visitantes ganaron apenas 24 veces en 119 series que llegaron a un séptimo partido), lo ocurrido en este cruce alimenta la expectativa: de los seis juegos previos, cuatro terminaron con festejos visitantes.

¿Cuál será el papel de Ginóbili en este partido decisivo? Hasta aquí, su serie fue deslucida: promedió 8 puntos, 3,7 rebotes y 4,2 asistencias en 18 minutos. Pero más allá de los números se lo notó incómodo, lejos de poder crear o inventar algo distinto. Y en el último juego, en una de las noches más extrañas para sus fans argentinos, no estuvo en cancha en el cierre del juego. Eso sí, la historia lo avala: metió 26 puntos y dio un recital de juego completo en el único triunfo de San Antonio como visitante en un séptimo juego, en la victoria sobre New Orleans 91-82 en 2008, en compañía del cordobés Fabricio Oberto.

En Argentina –y en toda Latinoamérica, seguramente- más de uno habrá arrancado el día haciendo promesas para que a la medianoche no se termine el hechizo y “Manu” siga corriendo los límites de lo que siempre pareció imposible para un basquetbolista argentino.

Pero lo cierto es que el destello de la estrella –que algún día asumiremos que será fugaz- puede terminar en el mismo rectángulo en el que comenzó su recorrido por el cielo de la NBA: en el Stpales Center en el que jugó, frente a los Lakers, hace 12 años y medio (4568 días para ser exactos), el primero de sus 1.051 partidos uno de los extranjeros más grossos y alucinantes de la historia de la liga. Un argentino que empujó la barrera de lo imaginable.