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Una noche para el olvido: Newell's no hizo nunca pie en el partido y cayó de manera inapelable



La Lepra estuvo desconocida, errática y con muchos puntos flojos en una noche olvidable y cayó 3-0 ante Banfield, que marcó a través de Tito Noir, un ex leproso, Walter Ervitti y Juan Cazares. Maxi Rodríguez, a los 5' del complemento, desperdició un penal.








Newell's extrañó a Newell's esta noche en el Coloso. Fue una sombra y estuvo muy lejos de su mejor nivel. También del que mostró en algunos de los últimos partidos en que los pudo sacar adelante sin mostrar todos sus argumentos. Pero esta noche ante Banfield se olvidó de todo y cayó merecidamente por un contundente 3-0, en un resultado que habla a las claras del rendimiento de un equipo y otro.

Fue un resultado en el que además de perder el invicto en este torneo -hacía diez partidos que no perdía, ocho de este torneo y dos del anterior-, le puso un freno, al menos momentáneamente, a sus aspiraciones de acortar la distancia que llevaba River en el cima del torneo.

Fue una noche olvidable para la lepra, a la que no le salió nada de lo poco que intentó, mientras que al Taladro le salió todo lo que intentó.

Un dato muy marcado de esto fue el penal que Maxi Rodríguez tuvo a los 5 minutos del complemento. Pero el arquero Servio adelantó la intención de la Fiera y se quedó con el remate y ahogó el grito del pueblo leproso. Y encima, unos minutos después, el ecuatoriano Cazares aprovechó un error defensivo y estampó el tercero para el Taladro, que había sido muy superior, especialmente en el primer tiempo.

En esa etapa, Tito Noir y Walter Ervitti habían marcado los tantos del Taladro, que refrendó en el marcador la superioridad que mostró en la cancha.

Otro dato de lo desastroza que fue la noche para la Lepra fueron las lesiones que sufrieron en el primer tiempo Pomelo Mateo y el paraguayo Cáceres, quienes se suman a la extensa nómima de lesionados en este torneo.

El partido fue un suplicio para Newell's desde el mismo comienzo, cuando en los primeros 11 minutos ya había sufrido tres chances muy claras en su propio arco.

Tito Noir y Terzaghi quedaron mano a mano con Oscar Ustari, que alcanzó a evitar la caída de su arco, mientras que Salcedo mandó el balón al gol, tras un rebote del arquero, pero fue invalidado por posición adelantada de Sa-Sá.

Por eso no extrañó que a los 14, Tito Noir enganchara hacia adentro y metiera un chanfle al segundo palo, para hacer inútil la estirada de Ustari.

Pese a la ventaja, el Taladro siguió atacando y buscando el segundo ante la pasividad de Newell's, que recién tuvo un atisbo de ataque allá por los 30, en una jugada en la que hilvanaron Maxi Rodríguez con Isnaldo, que no trajo consecuencias.

Pero enseguida apareció Walter Ervitti para poner la cabeza y mandar la pelota al fondo del arco de ustari en otro ataque colectivo del Taladro, que no dejó jugar casi nunca a la Lepra.

Solo un remate de la Fiera, cuando el partido ya estaba 0-2, que se fue cerca, fue la chance más clara que tuvo el rojinegro en una etapa en que le resultó esquivo no solo desde e resultado, sino también desde el juego y el dominio del trámite del partido

El penal para Newell's en el inicio del complemento -un agarrón en el área- asomó como el prinicipio de la reaccción leprosa, pero el arquero Servio se quedó con el remate de Maxi y dejó todo como estaba.

El ecuatoriano Cazares redondeó cifras en una contra en la que la lepra pecó de ingenio.

Lo que quedó de partido fue el batallar constante de Newell's por torcer una historia que se había puesto tan cuesta arriba que parecía irreversble por entonces.

Antes del cierre solo quedó el aliento conmovedor de su gente que, pese a las circunstancias y a la inapelable derrota, le brindó un apoyo estremecedor y que pinta de cuerpo entero el sentir de su gente en una noche en que al equipo no le salió nada de lo poco que intentó y terminó pagando con un lapidario 3-0 cada una de sus distracciones que tuvo.




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