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Qué hizo Arruabarrena para que el ánimo de Boca cambiara en dos partidos

El Vasco llegó por Bianchi y los xeneizes le ganaron a Vélez y quedaron bien posicionados ante Rosario Central; retoques, actitud y un discurso firme



El cambio de Boca estuvo a la vista, pero también dentro de cuatro paredes. Nueve días pasaron entre el despido de Carlos Bianchi , la asunción de Rodolfo Arruabarrena y la corrección en el rumbo de los resultados. Fueron apenas dos partidos, es cierto, una muestra mínima en comparación con todo lo que vendrá. Aunque la palabra del Vasco pareció un pase mágico para que saliera un arco iris imaginario con el triunfo ante Vélez (3-1), que llegaba como puntero, y, pese a la bronca por el empate sobre la hora, el 1-1 con Central, en Rosario, que lo dejó perfilado para el desquite por la Copa Sudamericana, en la Bombonera, el miércoles 17.

Arruabarrena había mostrado personalidad en Tigre, al que salvó del descenso en una campaña que casi termina con la vuelta olímpica en el Clausura 12, ganado por Arsenal. Cuentan que el Vasco se encerró con los jugadores ni bien fue confirmado como el entrenador de Boca. Palabras más o menos, les dijo algo así: "Ustedes no pueden haberse olvidado de jugar. Quiero que se suelten y que entren en la cancha para disfrutar, no para sufrir". El primer mensaje llegó a destino.

Boca jugó anteanoche con la astucia de otros tiempos. Le faltó haber manejado el resultado hasta el final, cuando el entrenador se deshacía en gestos para que los jugadores trataran de no arrinconarse contra Orion. El entusiasmo y las ganas lo sacaron adelante. En otros momentos habría caído en decepcionantes lagunas. Arruabarrena, más allá de las circunstancias deportivas y de las eventuales lesiones y suspensiones, quiere una base confiable. Así apenas hizo dos cambios respecto del debut: Gonzalo Castellani y Andrés Chávez entraron por Fernando Gago, que volvía al país tras el partido del seleccionado argentino, y Federico Carrizo, que entró en el segundo tiempo.

"Con Arruabarrena se notó el cambio de entrenador y de juego. No lleva mucho tiempo, pero él mostró su sello en un par de temas puntuales", se animó Calleri. César Meli, una de las figuras en los últimos dos encuentros, fue en otra dirección: "Trabajamos igual desde el primer día [sobre el cambio de entrenador]. No nos estaban acompañando los resultados y eso nos condicionaba. Con resultados negativos se nos hacía cuesta arriba. Éramos conscientes de que teníamos que cambiar. No sabíamos si podía ser contra Vélez, Rosario Central u Olimpo". El ingreso de Meli en el medio campo fue uno de las variantes sustanciales de Arruabarrena, sorprendido desde el primer día por el nivel y el estado físico del ex jugador de Colón. "Estoy siempre respaldado por Erbes . Lo mismo le pasa a Castellani. El Vasco me pide que llegue al área contraria", dijo Meli, en radio La Red.

Busca la identidad definitiva

La rotación de nombres fue una constante durante la tercera etapa de Bianchi. Arruabarrena intentó devolver a los jugadores a sus posiciones naturales. El reacomodamiento más notorio fue el de Erbes, que dejó el costado derecho del medio campo para ubicarse en el centro. El único que puede sentir cierta incomodidad es Nicolás Colazo, habitual volante devenido en lateral izquierdo por Nahuel Zárate. En el costado derecho salió el cuestionado Hernán Grana y entró Leandro Marín, autor del gol en Rosario. Otro movimiento en la defensa fue la titularidad de Mariano Echeverría, aunque obligado por el desgarro de Juan Forlín. También se la jugó por Calleri en lugar del goleador Emmanuel Gigliotti.

Lo buscaron por la cercanía generacional con el plantel y por la identificación con los colores, como hicieron otros clubes. También porque tiene una buena imagen entre la gente, más en un momento de relaciones tensas. Cuentan los más íntimos que cuando el presidente Daniel Angelici le preguntó a Arruabarrena qué pensaba del plantel, el joven DT, de 39 años, fue claro: "Desde afuera, me parece que está para un poquito más arriba de la mitad de la tabla. Pero quiero conocerlos bien para ver todo el potencial". La adaptación tiene en los primeros pasos los resultados que Boca había olvidado.

Charlas con Simón

Ante el conocido malestar de algunos jugadores de Boca con el flamante manager, Juan Simón, se espera una reunión entre ambas partes de un momento a otro. A los futbolistas no les cayeron bien algunas críticas públicas del ex defensor xeneize. El presidente Daniel Angelici minimizó el cortocircuito y sostuvo la incorporación de Simón.

Vuelve Gago; Meli, duda

La novedad de Boca frente a Olimpo, mañana, en Bahía Blanca, será la vuelta de Fernando Gago, convocado para el amistoso entre Alemania y la Argentina. El mediocampista entrará por Gonzalo Castellani, suspendido. El que quedó en duda fue César Meli, que sufrió un pisotón en las costillas en el 1-1 ante Rosario Central. También se especula con la posibilidad de que el entrenador Rodolfo Arruabarrena le dé descanso a algún otro futbolista, como podrían ser los marcadores centrales, Daniel Díaz o Mariano Echeverría. La formación tendrá hoy más certezas..

"El primer tiempo ante Rosario Central fue de lo mejor en estos dos partidos. Se jugó un poco más y el compromiso fue importante. Ahora hay que cambiar el chip"