San Lorenzo juega el partido más importante de la historia
El Papa Francisco comenzó su viaje hacia Corea del Sur y antes recordó la histórica chance de su San Lorenzo en la Copa Libertadores. Todos los hinchas piden su ayuda. El espera festejar bien lejos del Nuevo Gasómetro.
Siempre tiene presente a San Lorenzo aunque a veces no lo haga público. El Papa Francisco, el hincha más famoso del Ciclón, comenzó este miércoles su viaje hacia Corea del Sur y antes recordó la histórica chance del club en la Copa Libertadores. "Es un día especial", dijo en su círculo íntimo, con la mente puesta en el partido que se jugará en este miércoles en el Nuevo Gasómetro y lo enfrentará a Nacional de Paraguay con todo a favor tras el empate en la ida.
La frase del Papa fue revelada en La Red por el Monseñor Guillermo Karcher, encargado de ceremonial del Vaticano, un argentino que hace ocho años tomó ese cargo en la Curia Romana y lo acompañó en el balcón hacia la plaza San Pedro el día de su asunción. Todos los hinchas del Ciclón piden una ayudita de Dios a través de Francisco para que se cumpla el objetivo. El Sumo Pontífice espera festejar en suelo asiático un momento histórico para el club de sus amores.
Con tal de dar la vuelta, los Cuervos hicieron promesas de todo tipo. Acá algunas historias...
Son sólo cuatro pero tranquilamente podrían ser miles... Los Cuervos están re locos por esa Copa y, obvio, las promesas sobran. Las hay de todo tipo, raras, costosas, difíciles de cumplir, pero todas tienen un denominador común: el amor por San Lorenzo.
Pablo, de 38 años, es uno de los que se prestó para contar su juramento. Padre de tres hijos, enseguida recibió la reprimenda de su mujer Romina cuando antes de que arranque la Libertadores le dijo que, si la historia terminaba con final feliz, se tatuaría a Edgardo Bauza con la bendita Copa. “´No te tatuás a tus hijos pero sí a Bauza´, me recrimina. Pasa que para que sea valedero tiene que ser algo que cueste y llevar la cara del Patón en el cuerpo no es joda, ja. Pero él es el mentor de todo esto”, le tira flores al entrenador.
Otro que también puso algo en juego es Mariano, de 31 años, que atiende un kiosco de su barrio, Caballito, y que, a pesar de la tentación lógica, prometió largar el pucho. “Laburando acá es algo difícil. No fumo tanto pero sí hace muchos años, pero cuando le ganamos 5-0 a Bolívar dije ´¡ya está! Si pasa, lo hago´”, cuenta.
Gonzalo, tiene 20 años y estudia periodismo deportivo mientras junta el mango como empleado administrativo. Aunque ya le avisó a su jefe que puede llegar a partir en caminata a Luján dentro de un tiempito. “Soy creyente y muchas veces quise ir, pero como estoy operado de la rodilla me daba un poco de miedo. Pero si es por esto, me arriesgo”, argumenta.
Por último, Juan Manuel, programador de 40 años, apunta alto. “Cuando asumió el Papa prometí que si ganábamos el torneo y la Copa lo iba a visitar al Vaticano. Uno ya se cumplió...”, suelta.
Claro, antes de irse gritan a toda voz: “Te lo juro por la Libertadores...”

El Papa Francisco comenzó su viaje hacia Corea del Sur y antes recordó la histórica chance de su San Lorenzo en la Copa Libertadores. Todos los hinchas piden su ayuda. El espera festejar bien lejos del Nuevo Gasómetro.
Siempre tiene presente a San Lorenzo aunque a veces no lo haga público. El Papa Francisco, el hincha más famoso del Ciclón, comenzó este miércoles su viaje hacia Corea del Sur y antes recordó la histórica chance del club en la Copa Libertadores. "Es un día especial", dijo en su círculo íntimo, con la mente puesta en el partido que se jugará en este miércoles en el Nuevo Gasómetro y lo enfrentará a Nacional de Paraguay con todo a favor tras el empate en la ida.
La frase del Papa fue revelada en La Red por el Monseñor Guillermo Karcher, encargado de ceremonial del Vaticano, un argentino que hace ocho años tomó ese cargo en la Curia Romana y lo acompañó en el balcón hacia la plaza San Pedro el día de su asunción. Todos los hinchas del Ciclón piden una ayudita de Dios a través de Francisco para que se cumpla el objetivo. El Sumo Pontífice espera festejar en suelo asiático un momento histórico para el club de sus amores.
Con tal de dar la vuelta, los Cuervos hicieron promesas de todo tipo. Acá algunas historias...
Son sólo cuatro pero tranquilamente podrían ser miles... Los Cuervos están re locos por esa Copa y, obvio, las promesas sobran. Las hay de todo tipo, raras, costosas, difíciles de cumplir, pero todas tienen un denominador común: el amor por San Lorenzo.
Pablo, de 38 años, es uno de los que se prestó para contar su juramento. Padre de tres hijos, enseguida recibió la reprimenda de su mujer Romina cuando antes de que arranque la Libertadores le dijo que, si la historia terminaba con final feliz, se tatuaría a Edgardo Bauza con la bendita Copa. “´No te tatuás a tus hijos pero sí a Bauza´, me recrimina. Pasa que para que sea valedero tiene que ser algo que cueste y llevar la cara del Patón en el cuerpo no es joda, ja. Pero él es el mentor de todo esto”, le tira flores al entrenador.
Otro que también puso algo en juego es Mariano, de 31 años, que atiende un kiosco de su barrio, Caballito, y que, a pesar de la tentación lógica, prometió largar el pucho. “Laburando acá es algo difícil. No fumo tanto pero sí hace muchos años, pero cuando le ganamos 5-0 a Bolívar dije ´¡ya está! Si pasa, lo hago´”, cuenta.
Gonzalo, tiene 20 años y estudia periodismo deportivo mientras junta el mango como empleado administrativo. Aunque ya le avisó a su jefe que puede llegar a partir en caminata a Luján dentro de un tiempito. “Soy creyente y muchas veces quise ir, pero como estoy operado de la rodilla me daba un poco de miedo. Pero si es por esto, me arriesgo”, argumenta.
Por último, Juan Manuel, programador de 40 años, apunta alto. “Cuando asumió el Papa prometí que si ganábamos el torneo y la Copa lo iba a visitar al Vaticano. Uno ya se cumplió...”, suelta.
Claro, antes de irse gritan a toda voz: “Te lo juro por la Libertadores...”