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En el estadio 'Norberto Tomaghello', y apenas un par de días después de la eliminación de la Copa Argentina, San Lorenzo triunfó 3 a 1 en su visita al 'Halcón' por los goles de Mauro Cetto, Matos y Enzo Kalinski. Mientras Julio Rodríguez abrió el marcador luego de un concierto de errores en el fondo 'azulgrana', luego el campeón de América tuvo la virtud de golpear cada vez que más estaba sufriendo. El último tanto llegó luego de una genialidad del 'Pipi' Romagnoli.



La octava jornada de Primera estaba llegando a su fin y dos prometedores encuentros estaban a cargo de las últimas presentaciones antes de que se bajara el telón. El primero de ellos tenía el Norberto Tomaghello como escenario. Allí medirían potenciales dos elencos que se habían enfrentado pocos días atrás por otro frente (la Copa Argentina): Defensa y Justicia-San Lorenzo. Tras quedar eliminado de la competencia federal en manos del 'Halcón', el campeón de América se presentaba en Florencio Varela con la única intención de ensayar una recuperación para escapar del pelotón de debajo de la tabla.

Pese al duelo que protagonizaron días atrás, los elencos salieron al campo de juego sin arriesgar demasiado y con la mesura suficiente como para 'estudiarse'. Y mientras los arqueros aún se mostraban como espectadores de lujos del encuentro sin siquiera despeinarse, la visita se durmió y el local no perdonó en la primera a fondo que tuvo. La defensa 'azulgrana' cometió una serie de groseros errores, Ciro Rius la peleó y pinchó el balón ante la salida de un atolondrado Sebastián Torrico -que salió con la desesperación de arreglar las fallas de sus compañeros-, para que apareciera Julio Rodríguez y no tuviera más trabajo que empujar la pelota en la línea a un vacío e indefenso arco.

Aunque por su titubeante andar del último tiempo, dicho tempranero cachetazo podría haber resultado demoledor, los de Boedo dieron rápidas muestras de reacción y apenas cinco minutos después lograron emparejar el trámite cuando Mauro Cetto conectó de cabeza y decretó el 1-1 parcial.

De allí en más, el encuentro se desdibujó un poco y la imprecisión se convirtió en uno de las principales características del juego. Aunque el 'Ciclón' tenía más la pelota y se acercaba con mayor frecuencia al área rival, ninguno de los dos lograba inquietar lo suficiente a los guardametas. Pero el cierre de la primera etapa tuvo como protagonista principal al árbitro Silvio Trucco, quien consideró casuales dos claras manos dentro de cada una de las áreas. La primera, y más alevosa, fue la de Kalinski que debió ser sancionada con penal a favor del local. La segunda da más lugar a la interpretación, dado que Tejera no separó tanto el brazo del cuerpo como anteriormente lo hizo su rival. Lo cierto es que ninguna de las dos fueron sancionadas y la primera etapa concluyó con la igualdad parcial en un tanto.