El arbitro la figura del clásico de avellaneda
Luego de más de un año de 'ausencia' en enfrentamientos oficiales porque el "Rojo" estaba en la 'B', el clásico de Avellaneda volvió a jugarse en el 'Libertadores de América. Y allí, el local se quedó con el triunfo por 2-1, en un partido que comenzó perdiendo por el gol de Milito -luego, se fue lesionado-, pero que terminó revirtiendo a través de Penco y Mancuello, que aprovecharon dos errores de Saja. Muy mal arbitraje de Fernando Rapallini (entre otras cosas, no hubo foul en el primer gol del local, debió expulsar a Breitenbruch -en el primer tiempo- y a Tula -en el complemento-). ¿El desarrollo del partido? Parejo, malo jugado y sin situaciones de gol.

Otra vez estuvieron frente a frente. Luego de un 'largo' año sin enfrentamientos oficiales entre sí, el segundo partido más importante que tiene el fútbol argentino volvió a tener acción. ¿El escenario? El Libertadores de América. ¿El contexto? La quinta fecha del torneo de Primera División. ¿Los protagonistas? Obviamente, Independiente y Racing.
Avellaneda se parte en dos. Por un lado, está el rojo; por el otro, el celeste y blanco. En el medio, la pasión. Independiente y Racing son dos grandes del fútbol argentino; pero, sin dudas, todo se concentra en su ciudad. Allí, donde se dan dos pasos y se ve un camiseta; dos metros más, y se ve otra. Es la cargada con el vecino, con el amigo de toda la vida, con el compañero de la escuela.
Es un partido distinto, diferente a todos. Se pone en juego el orgullo, la cargada de seis meses, la propiedad del barrio por todo un campeonato. Es un torneo aparte, dentro del torneo que juegan todos los equipos. Y éste, aún, tiene más condimentos. ¿Por qué? Porque se vuelve a jugar luego de más un año de ausencia, ya que Independiente jugó la última temporada en la B Nacional.