
Boca sigue sin levantar en este semestre: perdió 1-0 por un gol del pibe de Newell's, homónimo de Carlitos. Hubo cuatro debutantes pero poco juego y escasas chances de gol en el primer partido en la Bombonera después de Riquelme.
El equipo empujó. La gente alentó. Hubo cuatro debutantes. Pero nada. Boca se las ves negras. Tras quedar afuera de la Copa Argentina, ni el receso obligado por la muerte de Grondona ayudó a que cambiaran las cosas. Y con un colmo: el gol se lo hizo Tévez, que no es Carlitos sino un debutante de Newell's que, como en su momento fue el paraguayo Aquino con dos goles, ahora se visitó de aguafiestas. Por su zapatazo con complcidad de Orion, en el final del primer tiempo, Newell's volvió a amargar a este equipo que está obligado a ganar algo en este semestre.
En el primer partido post Riquelme en la Bombonera, el 4-4-2 le hizo poco daño a Newell's. Hubo actitud, hubo voluntad, pero poca generación de juego. Antes del 1-0, Carrizo había estado muy cerca, pero no pudo convertir por las manos de Ustari, justo un ex. En el ST, los rosarinos de Raggio jugaron a esperar para sacar contras con Maxi y Scocco. Y Boca fue sin claridad, con la dificultad de estar contra un rival metido atrás y con los nervios a cuesta.
Por ahora no se vislumbra un líder en Boca, alguno que se haga eje como lo hacía Riquelme con el peso de su historia. Gago está lejos de serlo y arriba, pese a la experiencia, Martínez y Gigliotti no se encienden. No ayuda la generación de juego, está claro, pero ninguno de los dos fabrica alguna genialidad o alguna personal para sacar del fondo al equipo.
Bianchi no le encuentra la vuelta al equipo. Metió cambios ofensivos pero no sirvieron, sacando a Carrizo y Erbes, metiendo a Chávez y a un volante ofensivo como Fuenzalida, que tuvieron su debut. Ellos, como el resto, poco pudieron hacer contra un rival que se defendió tranquilo cerca de su arco, que cedió terreno pero que nunca se sintió arrinconado.
La foto del final fue la de todo el segundo tiempo, con Boca metiéndola en el área de Ustari y todo Newell's rechazando. Y así, Boca chocó otra vez, como contra Huracán en la Copa Argentina, se dio otro flor de golpe.
El equipo empujó. La gente alentó. Hubo cuatro debutantes. Pero nada. Boca se las ves negras. Tras quedar afuera de la Copa Argentina, ni el receso obligado por la muerte de Grondona ayudó a que cambiaran las cosas. Y con un colmo: el gol se lo hizo Tévez, que no es Carlitos sino un debutante de Newell's que, como en su momento fue el paraguayo Aquino con dos goles, ahora se visitó de aguafiestas. Por su zapatazo con complcidad de Orion, en el final del primer tiempo, Newell's volvió a amargar a este equipo que está obligado a ganar algo en este semestre.
En el primer partido post Riquelme en la Bombonera, el 4-4-2 le hizo poco daño a Newell's. Hubo actitud, hubo voluntad, pero poca generación de juego. Antes del 1-0, Carrizo había estado muy cerca, pero no pudo convertir por las manos de Ustari, justo un ex. En el ST, los rosarinos de Raggio jugaron a esperar para sacar contras con Maxi y Scocco. Y Boca fue sin claridad, con la dificultad de estar contra un rival metido atrás y con los nervios a cuesta.
Por ahora no se vislumbra un líder en Boca, alguno que se haga eje como lo hacía Riquelme con el peso de su historia. Gago está lejos de serlo y arriba, pese a la experiencia, Martínez y Gigliotti no se encienden. No ayuda la generación de juego, está claro, pero ninguno de los dos fabrica alguna genialidad o alguna personal para sacar del fondo al equipo.
Bianchi no le encuentra la vuelta al equipo. Metió cambios ofensivos pero no sirvieron, sacando a Carrizo y Erbes, metiendo a Chávez y a un volante ofensivo como Fuenzalida, que tuvieron su debut. Ellos, como el resto, poco pudieron hacer contra un rival que se defendió tranquilo cerca de su arco, que cedió terreno pero que nunca se sintió arrinconado.
La foto del final fue la de todo el segundo tiempo, con Boca metiéndola en el área de Ustari y todo Newell's rechazando. Y así, Boca chocó otra vez, como contra Huracán en la Copa Argentina, se dio otro flor de golpe.