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El domingo 26 de octubre, las elecciones presidenciales y parlamentarias del país vecino se llevarán a cabo y el buen momento a nivel financiero podría asegurarle una reelección al Frente Amplio de la mano de Tabaré Vázquez.



Uruguay pasa por un buen momento económico. Hace tan sólo dos meses, el gobierno charrúa lanzó bonos por 2.000 millones de dólares con vencimiento en 2050, después de que Moody’s, la agencia calificadora de riesgo, había elevado la calificación de su deuda a un máximo histórico (5,1%). La existosa administración financiera del Frente Amplio podría ser la definitiva para asegurar una reelección este domingo 26 de septiembre cuando el país vecino se someta a elecciones presidenciales y parlamentarias.
Ahora, además de la envidiable colocación, la calificadora de riesgo japonesa Rating and Investment Information elevó la nota de deuda soberana uruguaya al primer lugar del grado inversor a BBB-, “con perspectiva estable”. Entonces, y por primera vez en la historia, cinco de las más conocidas calificadoras de riesgo otorgaron a Uruguay el “grado inversor”.
En esta línea, el ministro de Economía y Finanzas, Mario Bergara, resaltó que dicha decisión se debe a la “consistencia de las políticas macroeconómicas, al cumplimiento de obligaciones y a una situación financiera, fiscal, productiva y social sustentable en el largo plazo”.
Por otro lado, el secretario de Estado afirmó que la deuda pública en Uruguay, en términos netos, “se ubica en el orden del 23 y 24 % del Producto Bruto Interno (PBI). Añadió que dicho porcentaje de deuda neta sobre el PBI es “envidiable a nivel internacional”, y también “en lo que ha sido la historia de deuda en Uruguay”.
Comparó que entre los años 2003 y 2004 (luego de la crisis económica y financiera), la deuda neta del país “era del orden del 70% del PBI, mientras que hoy es del 23 y 24%, es decir, “casi 14.000 millones de dólares”.
Dijo que no es lo mismo deber el volumen total en dólares que la mayor parte en moneda local. “En 2004 prácticamente el total se debía en dólares mientras que ahora más del 60% se debe en moneda local”. Aseguró que el riesgo es “diferente” y la situación actual es “mucho más saludable”.
El domingo 26 de octubre, las elecciones presidenciales y parlamentarias del país vecino se llevarán a cabo y el buen momento a nivel financiero podría asegurarle una reelección al Frente Amplio de la mano de Tabaré Vázquez.

Los electores premian la gestión económica del Frente Amplio

Según una encuesta realizada por Opción Consultores, Tabaré Vázquez logra un buen posicionamiento, destacándose como principal figura en todos los atributos testeados (seguridad, economía y sinceridad). “Destaca un nivel de preferencia por encima de la intención de voto del partido en el atributo “manejo de la economía de el país”. Ello indica en Vázquez la posesión de un “capital de confianza” en lo que refiere a una de las principales áreas de competencia de un presidente – la economía – probablemente asociado a su trayectoria como ex presidente”, afirma Opción Consultores.
En esta dirección, el candidato del Frente Amplio lidera todas las encuestas con un porcentaje de -al rededor- del 40%. Sin embargo, este no le alcanzaría para ganar en primera vuelta y tendría que someterse a un balotaje. Donde ahí sí, finalmente, arroyaría a su opositor, sea quien sea.
De todas formas, Lacalle Pou, su contrincante del Partido Nacional, logra posicionarse especialmente bien en lo que refiere a las cuestiones de seguridad. Aunque se encontraría en un segundo puesto, después de Vázquez, es precisamente en este atributo donde el candidato por el Frente Amplio peor se desempeña.
En el caso del colorado Pedro Bordaberry, el candidato desempeña mejor en todos los atributos que en intención de voto, lo que indicaría que probablemente el candidato dispone de una imagen más fuerte que la de su partido, o la probable existencia de voto estratégico, a partir del cual algunos votantes que lo prefieren redireccionan su voto a otros partidos, por encontrarse los mismos en situación más competitiva para alcanzar el balotaje.