ARTEMISA.— Como parte del Proyecto de extensionismo y difusión de tecnologías para la producción de semilla certificada de arroz en la zona central de Cuba (conocido como DITESA), resultado de una iniciativa del Instituto de Investigaciones de Granos con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), el referido centro recibió una donación de equipamiento del país asiático.
Estos están destinados al desarrollo de cinco áreas demostrativas del país donde se lleva a cabo el proyecto, pertenecientes a Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, provincias donde se agrupa casi el 50 por ciento de la producción de arroz de Cuba.
La donación comprende una transplantadora con bandeja para preparar los semilleros, un secadero con capacidad para dos toneladas, un venteador, una trilladora, y una balanza; mientras la institución se favorecerá con una planta para el beneficio de semillas. El monto de los equipos asciende a más de un millón de dólares, informó Enrique Suárez Crestelo, jefe del grupo de Mejoramiento Genético del Instituto de Investigaciones de Granos, y a cargo por la parte cubana de DITESA.
Previamente el centro —ubicado en el municipio de Bauta— había recibido dos tractores con rotobotor, e igual número de transplantadoras, cosechadoras y vehículos, una planta para la preparación de bandejas para semilleros, una fumigadora y una retroexcavadora, equipos utilizados desde la campaña anterior.
“La historia de trabajo del instituto ha quedado marcada por la cooperación con el gobierno de Japón. La formación de los exbecarios JICA, las nuevas tecnologías, el conocimiento, las metodologías de trabajo aportadas por Japón y la disciplina y seriedad de los expertos, son factores que no han dejado de influir en el incremento del impacto de los resultados de trabajo en la producción de arroz del país”, expresó Telce Abdel González Morera, director general del Instituto de Investigaciones de Granos, durante el acto de entrega sostenido en dicho lugar.
“Nos agrada mucho colaborar en este tema. El alimento principal de Japón es el arroz, igual sucede aquí, por tanto, es un proyecto muy importante y nos satisface trabajar en esta área. Espero que gracias a este se implemente la calidad de la producción de arroz en Cuba”, manifestó el diputado Keji Furuya, presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad Japón–Cuba, quien agregó que el objetivo principal de la visita a la Isla es conmemorar el aniversario 400 de amistad entre ambos países.
A la cita asistieron además Hiroshi Sato, embajador de Japón en Cuba; Takeshi Takano, director general del Departamento de América Latina y el Caribe, de la JICA; representantes de la mencionada Liga y funcionarios del Ministerio de la Agricultura.
Con el objetivo de elevar la producción y la calidad de semillas registradas en el Instituto, y capacitar a los productores de semillas e inspectores del Servicio de Inspección y Certificación de Semillas, el proyecto DITESA inició en el 2012 y se extenderá hasta el 2016.
“En el año 2003–2006 se inició la cooperación con un estudio de desarrollo en las referidas provincias centrales; y desde el 2008 y hasta el 2010 se aplicó un proyecto para el fortalecimiento del sistema de producción de semillas certificadas”, agregó Suárez Crestelo.

Estos están destinados al desarrollo de cinco áreas demostrativas del país donde se lleva a cabo el proyecto, pertenecientes a Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, provincias donde se agrupa casi el 50 por ciento de la producción de arroz de Cuba.
La donación comprende una transplantadora con bandeja para preparar los semilleros, un secadero con capacidad para dos toneladas, un venteador, una trilladora, y una balanza; mientras la institución se favorecerá con una planta para el beneficio de semillas. El monto de los equipos asciende a más de un millón de dólares, informó Enrique Suárez Crestelo, jefe del grupo de Mejoramiento Genético del Instituto de Investigaciones de Granos, y a cargo por la parte cubana de DITESA.
Previamente el centro —ubicado en el municipio de Bauta— había recibido dos tractores con rotobotor, e igual número de transplantadoras, cosechadoras y vehículos, una planta para la preparación de bandejas para semilleros, una fumigadora y una retroexcavadora, equipos utilizados desde la campaña anterior.

“La historia de trabajo del instituto ha quedado marcada por la cooperación con el gobierno de Japón. La formación de los exbecarios JICA, las nuevas tecnologías, el conocimiento, las metodologías de trabajo aportadas por Japón y la disciplina y seriedad de los expertos, son factores que no han dejado de influir en el incremento del impacto de los resultados de trabajo en la producción de arroz del país”, expresó Telce Abdel González Morera, director general del Instituto de Investigaciones de Granos, durante el acto de entrega sostenido en dicho lugar.
“Nos agrada mucho colaborar en este tema. El alimento principal de Japón es el arroz, igual sucede aquí, por tanto, es un proyecto muy importante y nos satisface trabajar en esta área. Espero que gracias a este se implemente la calidad de la producción de arroz en Cuba”, manifestó el diputado Keji Furuya, presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad Japón–Cuba, quien agregó que el objetivo principal de la visita a la Isla es conmemorar el aniversario 400 de amistad entre ambos países.
A la cita asistieron además Hiroshi Sato, embajador de Japón en Cuba; Takeshi Takano, director general del Departamento de América Latina y el Caribe, de la JICA; representantes de la mencionada Liga y funcionarios del Ministerio de la Agricultura.
Con el objetivo de elevar la producción y la calidad de semillas registradas en el Instituto, y capacitar a los productores de semillas e inspectores del Servicio de Inspección y Certificación de Semillas, el proyecto DITESA inició en el 2012 y se extenderá hasta el 2016.
“En el año 2003–2006 se inició la cooperación con un estudio de desarrollo en las referidas provincias centrales; y desde el 2008 y hasta el 2010 se aplicó un proyecto para el fortalecimiento del sistema de producción de semillas certificadas”, agregó Suárez Crestelo.