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EE UU e India desbloquean las negociaciones globales de comercio






Algo se mueve en el comercio global. Estados Unidos e India sellaron este jueves un acuerdo sobre subsidios alimentarios y barreras burocráticas aduaneras que puede dar un impulso definitivo a la ronda de liberalización comercial global que se negocia, sin éxito, desde 2001 en la Organización Mundial del Comercio (OMC). El pacto se produce en la misma semana que el acuerdo para recortar los aranceles a los productos tecnológicos firmado por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping, en Pekín, lo que refleja el renovado interés de Washington por las negociaciones comerciales.

“Juntos, estos acuerdos propiciarán un gran impulso al sistema de comercio mundial en un momento crítico para la recuperación económica, punto central de la próxima reunión del G-20 [se celebra este fin de semana en Brisbane, Australia]”, señalaba el representante comercial de Estados Unidos, Michael Froman, en su comunicado. El acuerdo no necesita la aprobación por los respectivos Parlamentos.

Estancadas desde 2001, las negociaciones comerciales multilaterales lograron un impulso en diciembre de 2013 en Bali cuando los 160 países que integran la OMC fijaron un calendario para la aprobación de una batería de medidas concretas que lograra salvar los acuerdos de liberalización comercial anunciados en Doha. La primera medida consistía en aprobar el pasado mes de julio el Acuerdo de Facilitación de Comercio, que reduce las barreras burocráticas en las aduanas y que beneficia especialmente a los pequeños países emergentes. Pero India lo bloqueó en el último momento al entender que carecía de suficientes garantías de que su sistema de subsidios agrícolas y alimentarios era respetado.

El actual sistema de la OMC impone que estas ayudas no pueden superar el 10% del total de la producción agraria, sobre la base de los precios del periodo 1986-1988. De lo contrario, el país puede ser objeto de denuncia y de sanciones. En Bali, los ministros de Comercio dieron al Gobierno indio un plazo de cuatro años, hasta 2017, para modificar ese modelo o arriesgarse a sanciones. Ahora India ha logrado eliminar la fecha límite del sistema acordado en Bali y el compromiso de EE UU de no denunciarlo —la denominada “cláusula de la paz”— hasta que se logre un nuevo sistema. India presentará su propuesta ante el Consejo General de la OMC en su reunión de diciembre. A cambio, desbloquea el Acuerdo de Facilitación de Comercio y allana su aprobación por el Consejo. Si finalmente se aprueba y se pone en marcha, será el primer acuerdo multilateral que se concluye e implementa desde la creación de la OMC, hace 20 años.

La noticia del acuerdo entre EE UU e India pilló al director de la Organización, el brasileño Roberto Azevêdo, de camino a la reunión del G-20. En su comunicado, Azevêdo confía en que “este avance represente un paso significativo en los esfuerzos para lograr implementar el paquete de Bali y poner de nuevo en marcha el sistema de negociación multilateral. Es importante consultar a todos los miembros de la OMC, de forma que podamos resolver el actual retraso tan pronto como sea posible”.

El enfrentamiento entre India y Estados Unidos en las negociaciones comerciales ha sido “recurrente” y su solución “realmente era esencial para que la agenda de Doha pueda ser cerrada”, sostiene Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid. De hecho, en 2008, el entonces ministro de Comercio de India, Kamal Nath, se levantó de la mesa de las negociaciones también por los subsidios agrícolas. “He venido a negociar cuestiones comerciales, no vidas humanas”, dijo. La irrupción de la crisis financiera internacional terminó de arruinar las escasas posibilidades de sacar entonces adelante la agenda multilateral.

Ahora la situación es otra. “Creo que es una victoria para todos, pero la talla internacional del primer ministro indio, Narendra] Modi ha recibido un fuerte impulso con este acuerdo”, asegura Vivek Dehejia, profesor de Económicas de la Universidad Carleton, en Canadá.

El fracaso en la puesta en marcha de la ronda de Doha había llegado a poner en cuestión a la propia OMC y había propiciado la gestación de acuerdos bilaterales y regionales como alternativa al modelo multilateral. Azevêdo reconocía recientemente que la Organización no había estado en toda su historia en una situación tan crítica como la vivida desde el estancamiento de las conversaciones en julio.

“Con todo, la agenda de Doha es una agenda comercial del siglo XX, no del siglo XXI”, recalca Steinberg. “La ronda de liberalización afecta a la agricultura, la industria, la pesca... Son materias anticuadas, no aborda los problemas surgidos en el ámbito financiero o tecnológico, por ejemplo. Eso explica la proliferación de acuerdos bilaterales y megaregionales, como el que negocian EE UU y la UE” remata.