El punto de este post es compartir algunas cosas interesantes que observé en mis años de experiencia como operador de e-gaming. (No indaguen porque no voy a largar datos personales.)
Hay cosas que desgraciadamente, por su complejidad, no se pueden probar. Una de ellas es la aleatoriedad existente en un evento, la cantidad de factores que determinan si en una ruleta de casino, o en un partido de fútbol (por citar dos ejemplos bien conocidos) el resultado se podrá ver modificado hacia uno u otro lado.
En la noche anterior a la final del mundial de fútbol 2006, el mejor jugador de la selección de Francia, Zidane, tuvo una discusión con su esposa. ¿Determinó esto su expulsión? ¿O fue la frustración por no poder marcar su segundo gol? ¿O ambas? ¿O fue el insulto del defensor italiano? Si le preguntaran al propio crack francés, les diría que no sabe, que "probablemente" sea producto de todas esas causas, y algunas más, que lo estresaron al punto de tomar la peor decisión de su carrera como jugador profesional.
¿Cuán determinante fue para Francia no poder contar con su líder en los últimos minutos y en la sucesiva tanda de penales? ¿Cómo podemos los que nos dedicamos a calcular en detalle las probabilidades en un evento deportivo, llegar a entender la relevancia de aquel conflicto en la noche anterior a la final? Aún si tuviésemos semejante primicia a horas de comenzar la final, sería imposible determinar si el profesionalismo se impondría a las emociones en un hombre que durante toda su carrera hasta ese momento, demostró total sobriedad, aplomo e inteligencia en sus decisiones dentro y fuera del campo.
Con esto los puse en el contexto de laburo: Nadie sabe nada acá. Nunca, ni el mejor, "sabe" qué va a pasar. Todos suponemos, según lo que vemos, la incidencia que los factores relevantes en un evento van a tener sobre el resultado del mismo. ¿Juega fulanito? ¿Viene de una lesión? ¿Si llueve mucho se suspende? O en el caso de la ruleta ¿Están "tocadas" las casillas? ¿Tiene mucha o poca inclinación? etc.
Dicho todo esto, aclaro que no hablo de juegos "arreglados" en los que la banca procura maximizar su recaudación (sería un post aparte y nunca lo hablaría con gente fuera del tema). Lo que comparto a continuación no es conocimiento científico, no está probado, y nunca podrá estarlo porque se trata de uno de los ámbitos más complejos que existen, sino el más: El azar.
Es un trabajo en el que predomina la matemática, si uno no se desconecta un rato, empieza a pensar que se vuelve loco y observa patrones en los números al estilo Russell Crowe en una mente brillante. Este negocio es hermoso pero desgastante mentalmente. Hay algo que, evidentemente, por observación de años y confirmando en diálogos con colegas (para comprobar que no estás loco... o al menos que no sos el único loco) sucede con frecuencia. Este es el punto en que vienen los que jamás tuvieron ni la más mínima experiencia en la actividad a demostrarnos con orgullo que son muy escépticos.
El azar toma "decisiones" que van a favor o en contra de determinado interés humano.
Es así, y los que estamos tiempo completo en esto le damos vueltas para desmentir lo que vemos, somos más escépticos QUE NADIE porque de esto comemos y no podemos darnos el lujo de equivocarnos o dudar, además de ser gente de estudio, con escasa paciencia para las cosas no comprobables en la práctica inmediata.
Y no hay vuelta, lo vemos tan claro como a primera vista un médico ve la enfermedad de su paciente, y es algo tan recurrente que estamos seguros de que sucede. Hasta acá lo que sabemos (como verán no es mucho, es apenas un concepto y ni pruebas tenemos, solo la observación directa de la experiencia y explicaciones interminables que solo entendemos entre compañeros).
Me está quedando muy largo el post taringuero, te lo amenizo un poco.
De ahí en adelante es mi opinión profesional. Y digo MI, porque no me acompaña nadie en esta. Aunque normalmente no nos ponemos de acuerdo en nada!
Mi teoría es que la energía, el ánimo de las personas involucradas, determina el desempeño de los factores humanos en un evento.
¿Muy complicado? Te lo simplifico: El croupier determina con sus movimientos el destino de la bola. El jugador de fútbol lo hace con sus actos en el campo de juego. Son factores humanos, incomprensibles llegado a cierto nivel de detalle, y mi teoría es que en ellos resulta determinante el ánimo con el que ejecutan sus actividades.
Para bajarlo un poco más a tierra vuelvo al ejemplo anterior: No lo sabemos, nadie lo sabe, pero esta mujer podría perfectamente haber desencadenado un cambio radical en el resultado de la final en 2006.
Y pongo el énfasis en ella, porque para el jugador siempre será mucho más determinante la energía negativa que le transmitiera su mujer, en su "refugio" (su familia, su privacidad) que la que pudiera pretender inducir en él un jugador rival. Materazzi notó durante el partido que se encontraba en el ídolo francés la materia prima para que solo un insulto fuera la gota que rebalsara el vaso en un momento como ese.
Este ejemplo es insuficiente, pero es a lo máximo que puedo llegar sin que te explote la cabeza en el proceso de razonamiento.
Como idea general, sería interesante entender que así como los médicos todavía no demostraron científicamente la relación entre el cáncer y el stress, pero saben que existe, nosotros conocemos que en la práctica azar y voluntad están casi siempre conectados. Y no me refiero a la voluntad de un hincha que se encuentra a 500 kilómetros del estadio en el que juega el equipo del que simpatiza, y "hace fuerza". Eso no va ni siquiera dentro de mi teoría, ese tipo no cambia nada.
Es específicamente la gente que PUEDE influir en un evento. Y creeme, es mucha. Pensá en un partido de fútbol, el juez de línea, el hincha que tira un petardo, el aguatero que le da gatorade al contrario.
Y esto por supuesto sin contar las cuestiones relacionadas con la pelota, césped, viento, y las fortuitas (por lo general no mensurables) como los rebotes inesperados, lesiones por caída y una larga lista.
En la ruleta son menos ya que es más mecánico, aunque influyen las mil cosas que le pasan por la cabeza al croupier, el jefe de piso que lo presiona, el apostador que le viene con un planteo y tiene que aquietar las aguas, etc.
Y hasta acá llego para no marearte más de la cuenta. Este mundo de las apuestas es tan fascinante como incomprensible, y si tenés inclinación a pasarte el día entero sacando números y porcentajes terminás calculando con todo lo que te pasa en el día! Aprovecho el final del post para comentar que estoy inactivo hace meses por las trabas del BCRA a la entrada y salida de dólares. Sería interesante que nos dejen trabajar ya que es un negocio totalmente legal, así nos obligan a depender de corporaciones y bancos extranjeros cuando la guita tendría que quedar en el país.


Hay cosas que desgraciadamente, por su complejidad, no se pueden probar. Una de ellas es la aleatoriedad existente en un evento, la cantidad de factores que determinan si en una ruleta de casino, o en un partido de fútbol (por citar dos ejemplos bien conocidos) el resultado se podrá ver modificado hacia uno u otro lado.

En la noche anterior a la final del mundial de fútbol 2006, el mejor jugador de la selección de Francia, Zidane, tuvo una discusión con su esposa. ¿Determinó esto su expulsión? ¿O fue la frustración por no poder marcar su segundo gol? ¿O ambas? ¿O fue el insulto del defensor italiano? Si le preguntaran al propio crack francés, les diría que no sabe, que "probablemente" sea producto de todas esas causas, y algunas más, que lo estresaron al punto de tomar la peor decisión de su carrera como jugador profesional.

¿Cuán determinante fue para Francia no poder contar con su líder en los últimos minutos y en la sucesiva tanda de penales? ¿Cómo podemos los que nos dedicamos a calcular en detalle las probabilidades en un evento deportivo, llegar a entender la relevancia de aquel conflicto en la noche anterior a la final? Aún si tuviésemos semejante primicia a horas de comenzar la final, sería imposible determinar si el profesionalismo se impondría a las emociones en un hombre que durante toda su carrera hasta ese momento, demostró total sobriedad, aplomo e inteligencia en sus decisiones dentro y fuera del campo.

Con esto los puse en el contexto de laburo: Nadie sabe nada acá. Nunca, ni el mejor, "sabe" qué va a pasar. Todos suponemos, según lo que vemos, la incidencia que los factores relevantes en un evento van a tener sobre el resultado del mismo. ¿Juega fulanito? ¿Viene de una lesión? ¿Si llueve mucho se suspende? O en el caso de la ruleta ¿Están "tocadas" las casillas? ¿Tiene mucha o poca inclinación? etc.

Dicho todo esto, aclaro que no hablo de juegos "arreglados" en los que la banca procura maximizar su recaudación (sería un post aparte y nunca lo hablaría con gente fuera del tema). Lo que comparto a continuación no es conocimiento científico, no está probado, y nunca podrá estarlo porque se trata de uno de los ámbitos más complejos que existen, sino el más: El azar.

Es un trabajo en el que predomina la matemática, si uno no se desconecta un rato, empieza a pensar que se vuelve loco y observa patrones en los números al estilo Russell Crowe en una mente brillante. Este negocio es hermoso pero desgastante mentalmente. Hay algo que, evidentemente, por observación de años y confirmando en diálogos con colegas (para comprobar que no estás loco... o al menos que no sos el único loco) sucede con frecuencia. Este es el punto en que vienen los que jamás tuvieron ni la más mínima experiencia en la actividad a demostrarnos con orgullo que son muy escépticos.

El azar toma "decisiones" que van a favor o en contra de determinado interés humano.

Es así, y los que estamos tiempo completo en esto le damos vueltas para desmentir lo que vemos, somos más escépticos QUE NADIE porque de esto comemos y no podemos darnos el lujo de equivocarnos o dudar, además de ser gente de estudio, con escasa paciencia para las cosas no comprobables en la práctica inmediata.

Y no hay vuelta, lo vemos tan claro como a primera vista un médico ve la enfermedad de su paciente, y es algo tan recurrente que estamos seguros de que sucede. Hasta acá lo que sabemos (como verán no es mucho, es apenas un concepto y ni pruebas tenemos, solo la observación directa de la experiencia y explicaciones interminables que solo entendemos entre compañeros).
Me está quedando muy largo el post taringuero, te lo amenizo un poco.

De ahí en adelante es mi opinión profesional. Y digo MI, porque no me acompaña nadie en esta. Aunque normalmente no nos ponemos de acuerdo en nada!
Mi teoría es que la energía, el ánimo de las personas involucradas, determina el desempeño de los factores humanos en un evento.
¿Muy complicado? Te lo simplifico: El croupier determina con sus movimientos el destino de la bola. El jugador de fútbol lo hace con sus actos en el campo de juego. Son factores humanos, incomprensibles llegado a cierto nivel de detalle, y mi teoría es que en ellos resulta determinante el ánimo con el que ejecutan sus actividades.
Para bajarlo un poco más a tierra vuelvo al ejemplo anterior: No lo sabemos, nadie lo sabe, pero esta mujer podría perfectamente haber desencadenado un cambio radical en el resultado de la final en 2006.

Y pongo el énfasis en ella, porque para el jugador siempre será mucho más determinante la energía negativa que le transmitiera su mujer, en su "refugio" (su familia, su privacidad) que la que pudiera pretender inducir en él un jugador rival. Materazzi notó durante el partido que se encontraba en el ídolo francés la materia prima para que solo un insulto fuera la gota que rebalsara el vaso en un momento como ese.

Este ejemplo es insuficiente, pero es a lo máximo que puedo llegar sin que te explote la cabeza en el proceso de razonamiento.
Como idea general, sería interesante entender que así como los médicos todavía no demostraron científicamente la relación entre el cáncer y el stress, pero saben que existe, nosotros conocemos que en la práctica azar y voluntad están casi siempre conectados. Y no me refiero a la voluntad de un hincha que se encuentra a 500 kilómetros del estadio en el que juega el equipo del que simpatiza, y "hace fuerza". Eso no va ni siquiera dentro de mi teoría, ese tipo no cambia nada.

Es específicamente la gente que PUEDE influir en un evento. Y creeme, es mucha. Pensá en un partido de fútbol, el juez de línea, el hincha que tira un petardo, el aguatero que le da gatorade al contrario.

Y esto por supuesto sin contar las cuestiones relacionadas con la pelota, césped, viento, y las fortuitas (por lo general no mensurables) como los rebotes inesperados, lesiones por caída y una larga lista.
En la ruleta son menos ya que es más mecánico, aunque influyen las mil cosas que le pasan por la cabeza al croupier, el jefe de piso que lo presiona, el apostador que le viene con un planteo y tiene que aquietar las aguas, etc.

Y hasta acá llego para no marearte más de la cuenta. Este mundo de las apuestas es tan fascinante como incomprensible, y si tenés inclinación a pasarte el día entero sacando números y porcentajes terminás calculando con todo lo que te pasa en el día! Aprovecho el final del post para comentar que estoy inactivo hace meses por las trabas del BCRA a la entrada y salida de dólares. Sería interesante que nos dejen trabajar ya que es un negocio totalmente legal, así nos obligan a depender de corporaciones y bancos extranjeros cuando la guita tendría que quedar en el país.
