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Tal vez no tienes a alguien que te explique acerca de tu periodo menstrual, o tal vez simplemente te sientes incómoda de mencionárselo a tus padres. Cualquiera que sea la razón, averiguar cómo insertar un tampón por ti misma puede ser difícil. Pero no temas, ¡la ayuda ha llegado! Este artículo te guiará para que uses tampones sin molestias.

Método 1 de 4:

Enfrentar algunos mitos con hechos
Existen muchas leyendas urbanas acerca del uso de los tampones y tal vez haz escuchado información inadecuada de cómo usarlos. Conocer los hechos puede hacer que tus temores desaparezcan o se aclare cualquier malentendido.

1_ Ten la seguridad de que un tampón nunca se quedará atorado o perdido dentro de ti. Honestamente, ¡no hay ningún lugar a dónde se pueda ir! Siempre se puede sacar con el hilo, o puedes meter la mano y agarrar con los dedos si el hilo se rompe.

2_ Debes estar consciente de que puedes ir al baño con un tampón puesto.

3_ No pienses que eres demasiado joven. Puedes comenzar a usar tampones a cualquier edad -- no tienes que ser mayor de 18 años.



4_ El uso de los tampones no compromete tu virginidad.
A diferencia del mito particularmente inútil, el uso de tampones no te hacen "perder la virginidad". Los tampones pueden estirar el himen (la membrana delgada que por lo general se rasga durante la primera vez que tienes relaciones sexuales). Incluso si tu tampón se las arregla para romper la membrana (que también puede ocurrir durante otras actividades, como paseos frecuentes a caballo), eso no quiere decir que no eres virgen.

5_ Asegúrate de tener suficientes suministros, donde quiera que vayas. Ya sea que estés camino al trabajo, la escuela o practicando un deporte, siempre guarda tampones de repuesto en tu bolso. Sobre todo cuando estás empezando tu período, podría ser útil empacar una pequeña bolsa de maquillaje con tampones, protectores, toallitas húmedas y ropa interior de repuesto.



6_ Si duermes más de 8 horas, utiliza una toalla sanitaria durante la noche. De esa manera no tienes que preocuparte por despertarte antes para cambiar el tampón.

Parte 2 de 4: Antes de la inserción.

1Compra tampones. Probablemente ya los has visto en la tienda, los tampones vienen en diferentes tipos y tamaños. Aquí está lo más fácil para tu primera vez:
Compra tampones con aplicadores. Los tampones vienen en dos tipos básicos: con aplicadores o un tubo de plástico que ayuda a empujar el tampón en tu vagina, y sin aplicador. El aplicador hará su colocación más sencilla cuando estás aprendiendo, así que elige una caja que los incluya. (En América, o.b. es la marca líder que vende tampones sin aplicadores - la mayoría de las marcas los traen).
Elige la capacidad de absorción correcta. La absorción es simplemente una medida de la cantidad de algodón absorbente que está en el tampón, que va desde flujo leve a abundante. La mayoría de las mujeres usan tampones para flujo abundante durante el primer día o segundo de sus periodos, cuando el sangrado es más abundante, y cambian a los más ligeros hacia el final. Si estás preocupada por el dolor, compra tampones para flujo leve. Vas a tener que cambiarlos con más frecuencia, pero serán más delgados y más cómodos.



2_ Lava tus manos. Puede parecerte raro lavarte las manos "antes" de que entres al baño, pero es algo inteligente de hacer en este caso. Los aplicadores de los tampones son estériles y lavar tus manos evita infecciones por bacterias u hongos.
Si el tampón cae al piso, tíralo. No vale la pena salvar unos cuantos centavos si tienes que pasar por una infección vaginal incómoda y dolorosa.

Parte 3 de 4: Inserta el tampón.



1_ Siéntate en el inodoro. Separa tus rodillas más de lo que normalmente lo haces, para que tengas el mayor acceso y visibilidad mientras aprendes cómo hacerlo.
Alternativamente, puedes insertar el tampón mientras estás de pie. Coloca un pie en una superficie más alta, como el asiento del inodoro. Si funciona mejor para ti, inténtalo. Sin embargo, la mayoría de las mujeres prefieren sentarse en el inodoro para que cualquier sangrado sea contenido.



2_ Encuentra tu vagina. Este es el problema más común con el que se enfrentan las que usan tampones por primera vez y puede parecer realmente desalentador. Una vez que aprendes cómo hacerlo, ¡estás lista de por vida! Aquí está cómo hacerlo un poco más sencillo:
Conoce tu anatomía. Hay tres orificios: la uretra (por donde sale la orina) en la parte delantera, la vagina en el medio y el ano en la parte posterior. Si ya sabes dónde está tu uretra, siente una pulgada o dos detrás de ella para encontrar la abertura de la vagina.
Utiliza la sangre como guía. Esto puede sonar extraño, pero ayuda si te cuesta trabajo encontrar el orificio vaginal. Moja un pedazo de papel higiénico y limpia completamente toda la sangre menstrual de la zona, de adelante hacia atrás (o toma un baño). Una vez que todo esté limpio, coloca papel higiénico hasta que encuentres de dónde proviene la sangre.
Pide ayuda. Si estás verdaderamente perdida, no te preocupes, ¡hay muchas chicas en la misma situación! Confía en un pariente femenino - tal como tu madre, hermana, abuela, tía o prima mayor - para ayudarte a resolver esto la primera vez. No te sientas avergonzada y recuerda que cada mujer ha pasado por lo mismo. También puedes pedirle a tu médico o enfermera ayuda.



3_ Sostén el tampón correctamente. En la mitad del tampón, donde el tubo más pequeño del aplicador se une con el tubo más grande, sostenlo entre tu pulgar y tu dedo medio. Coloca el dedo índice en el extremo del aplicador por donde sale el hilo.



4_ Inserta lentamente la parte superior media, gruesa del aplicador en la vagina. Apunta hacia la parte baja de tu espalda y empuja unos pocos centímetros hasta que tus dedos toquen la piel. No te preocupes por ensuciarte las manos - la sangre menstrual es en realidad muy limpia en cuanto a bacterias y siempre te puedes enjuagar cuando hayas terminado.



5_ Presiona la mitad más delgada del aplicador hacia arriba con el dedo índice. Deberás sentir que el tampón se mueve unas cuantas pulgadas hacia arriba por tu interior. Detente cuando la porción delgada del aplicador se encuentra con la porción gruesa.



6_ Saca el aplicador. Jala suavemente el aplicador para sacarlo de la vagina. No te preocupes - el tampón no se saldrá si has seguido las instrucciones y lo insertas en su totalidad. Una vez que esté fuera, envuelve en la envoltura del tampón o en un pedazo de papel higiénico y tíralo a la basura.
"Nunca tires el aplicador en el inodoro" - puede dañar seriamente la instalación de cañerías.



7_ Corrobora que estés cómoda. No debes sentir el tampón dentro de ti y no debe ser incómodo. Si es doloroso para sentarse o caminar, algo salió mal. Por lo general es que el tampón no está lo suficientemente dentro de la vagina. Sácalo e inténtalo de nuevo con uno limpio.



1_ Cambia tu tampón cada 6 a 8 horas. No tienes que hacer esto inmediatamente a las 6 horas de la colocación, pero trata de no pasarte de 8 horas.
El síndrome de choque tóxico (SCT) es una consecuencia muy rara pero potencialmente fatal por dejar un tampón demasiado tiempo. Si has dejado accidentalmente un tampón por más de 8 horas y de pronto experimentas una fiebre alta, una erupción repentina o vómitos, saca el tampón y busca atención médica de inmediato.



2_ Relájate. Extraer un tampón puede parecer doloroso, pero solamente es incómodo si tus músculos están apretados. Respira profundamente, relájate y recuerda que no va a doler.



3_ Lentamente tira del hilo en el extremo del tampón. Puedes sentir una ligera fricción de las fibras de algodón cuando el tampón sale, pero no debe ser doloroso.
Si te marea pensar el agarrar el hilo con los dedos, hazlo con un pedazo de papel higiénico.
Si sientes un poco de resistencia al sacar el tampón, probablemente es porque está seco. Cambia a una capacidad de absorción más ligera para resolver el problema.



4_ Desecha el tampón. Algunos tampones están diseñados específicamente para ser desechables, por lo que se deshacen y pasan fácilmente a través de las tuberías. Sin embargo, si tienes un inodoro de flujo bajo, un tanque séptico o ha habido problemas de obstrucción en la tubería en el pasado, lo más seguro es simplemente envolverlo en un poco de papel higiénico y tirarlo a la basura.

Consejos
Si eres joven, comienza con un tampón pequeño para flujo leve. Siempre puedes aumentar el flujo después, una vez que aprendas a insertarlo.
El tampón no se perderá dentro de ti.

El hilo del tampón no se rompe fácilmente. Si lo hace, simplemente retíralo con la mano.
Colocar el tampón puede doler la primera vez, por lo que debes estirarte, respirar lento y relajarte. Esto aflojará tus músculos.

Si estás comenzando a usar tampones, comienza utilizando una toalla sanitaria junto con él. Esto previene cualquier fuga.

Si te parece que insertar el tampón es doloroso, toma unas respiraciones profundas al inicio e inserta lentamente.

Si estás nerviosa por alguna fuga que se pueda presentar en la escuela, ¡no debe darte vergüenza utilizar una toalla sanitaria también!

Trata de utilizar toallas sanitarias mientras estás en casa. Esto le da a tu cuerpo un descanso y puede ser más cómodo para ti también.

Si sientes que el tampón se mueve, ve al baño y empújalo suavemente más adentro de tu vagina.

Puede ser cómodo para ti alternar el uso de tampones y toallas sanitarias.

Utiliza la menor absorción de tampón que necesites.

Si son tus primeras menstruaciones, recuerda no tener miedo de pedirle ayuda a tu mamá si es necesario; ¡ella también ha pasado por lo mismo! Si no le puedes preguntar a tu mamá, también están las hermanas mayores, primas, tías y amigas cercanas para ayudarte.
Si es tu primera vez, escucha tu música favorita para ayudar a relajarte.
Si te sientes cómoda, pregúntale a una amiga de confianza que te acompañe al baño. Si algo llega a suceder, ¡tienes a alguien de confianza a tu lado!

Siempre lleva contigo tampones y toallas higiénicas extra por si llegas a necesitar.

Añadir un protector (una toalla higiénica muy delgada, usualmente utilizada 'por si acaso' o un sangrado muy leve) puede parar pequeñas fugas sin todo el grosor de una toalla normal.

La primera vez que uses un tampón, intenta usar vaselina y ponle una capa alrededor del aplicador. Ayuda a que el tampón entre más fácil.

Si el tampón se siente incómodo de cualquier manera, esto puede ser porque no lo insertaste lo suficiente.

Si estás en casa y simplemente es muy difícil insertar el tampón mientras estás sentada en el inodoro, date una limpiada rápida y ve y acuéstate en tu cama, con las piernas contra la pared. Luego inserta el tampón normalmente mientras apuntas hacia tu espalda. Esta manera es mucho más fácil y también es más fácil de empujar el tampón dentro de tu vagina un poco más.


Advertencias:
Si se cae el tampón por accidente, no lo uses. Puedes contraer una infección muy fácilmente por las bacterias en el piso.

No uses tampones si no estás menstruando; hacerlo puede provocar infecciones dolorosas.

Utiliza toallas sanitarias durante la noche, ya que la mayoría de las mujeres duermen más de 4 a 6 horas. Mientras estás recostada, el flujo de la sangre es menor, por lo que el tampón absorberá más fluidos vaginales, lo cual lastimará tu vagina y aumentará los riesgos para tu salud.

Siempre retira el tampón antes de tener relaciones sexuales, ya que puede empujar el tampón y hacer más difícil su extracción.
Cuídate de los riesgos como el síndrome de choque tóxico e infecciones vaginales.

VIDEO.



link: http://www.youtube.com/watch?v=Vr3X9EFqjsE