
Esto sucede por una razón increíble pero real:
“Las mujeres pareciera que se creen sus propias mentiras”
Y por eso es muy difícil descubrirlas. Cuando mienten no solo lo hacen con la palabra sino con todo el cuerpo, con sus movimientos, con los gestos, con la mirada, con el tono de voz, con las lágrimas, con todo.
Lloran como unas hijas de puta y uno dice “No…no… no me puede estar mintiendo”. Y entre las ganas que tenemos de creerles y semejante demostración de sinceridad, caemos como unos pelotudos.
Y eso cuando encima tenemos al menos una punta de la mentira. Porque si no la tenemos cagamos para el campeonato. No hay forma de descubrirlas.
¿Qué podemos hacer al respecto?
En la mayoría de los casos, nada.
Solo jodernos.
Ahora en el caso de que tengamos alguna punta…alguna prueba de que nos está mintiendo, REMITÁMONOS A ESA PRUEBA.
No nos dejemos convencer por sus maravillosos actings.
La mina puede mentir…y muy bien.
Las pruebas contundentes que podemos tener, no.
Si tu hermano te dice que la vió comiéndose a un chabón, creele. Por más que ella te jure por lo más sagrado que no es cierto, por más que se deshidrate llorando y la tengan que internar con un ataque de pánico.
Acá les adjunto un video muy didáctico sobre el tema. Así mienten las mujeres cuando mienten. No se lo pierdan:
“Las mujeres pareciera que se creen sus propias mentiras”
Y por eso es muy difícil descubrirlas. Cuando mienten no solo lo hacen con la palabra sino con todo el cuerpo, con sus movimientos, con los gestos, con la mirada, con el tono de voz, con las lágrimas, con todo.
Lloran como unas hijas de puta y uno dice “No…no… no me puede estar mintiendo”. Y entre las ganas que tenemos de creerles y semejante demostración de sinceridad, caemos como unos pelotudos.
Y eso cuando encima tenemos al menos una punta de la mentira. Porque si no la tenemos cagamos para el campeonato. No hay forma de descubrirlas.
¿Qué podemos hacer al respecto?
En la mayoría de los casos, nada.
Solo jodernos.
Ahora en el caso de que tengamos alguna punta…alguna prueba de que nos está mintiendo, REMITÁMONOS A ESA PRUEBA.
No nos dejemos convencer por sus maravillosos actings.
La mina puede mentir…y muy bien.
Las pruebas contundentes que podemos tener, no.
Si tu hermano te dice que la vió comiéndose a un chabón, creele. Por más que ella te jure por lo más sagrado que no es cierto, por más que se deshidrate llorando y la tengan que internar con un ataque de pánico.
Acá les adjunto un video muy didáctico sobre el tema. Así mienten las mujeres cuando mienten. No se lo pierdan: