Cuatro cosas del sexo que la mujer teme contarle a su pareja
A la mujer le gusta el sexo y la mayoría de ellas pueden recordar al menos una o dos experiencias en las que ellos alcanzaron el orgasmo tan pronto las tocaron y luego se dieron la vuelta y se durmieron.
"Sabemos que debemos sobreponernos, hablar y tomar decisiones... La mitad femenina de la raza humana gasta una buena cantidad de tiempo y de dinero intentando dejar de ser pasiva y reemplazar esto con una dosis de fortaleza para hablarse a sí mismas. Sin embargo, hay un sinnúmero de cosas que las mujeres están pensando sobre el sexo pero que no suelen ser expresadas, pero que los hombres probablemente lo saben muy bien", señalan.
La resistencia está sobrevalorada
A la mujer le gusta el sexo y la mayoría de ellas pueden recordar al menos una o dos experiencias en las que ellos alcanzaron el orgasmo tan pronto las tocaron y luego se dieron la vuelta y se durmieron. Pero solo porque la mujer prefiere el encuentro sexual que dura más de 60 segundos, esto no significa que más largo sea siempre mejor.
Ellas saben cómo alcanzar el orgasmo
Hay una alta posibilidad de que ellas sepan exactamente lo que necesitan que suceda porque han practicado al masturbarse, aunque tienen miedo de confesarlo porque la cultura exige que se les deje creer a los hombres que son ellos quienes llevan a la mujer al orgasmo.
Llegar al orgasmo es más un problema que una satisfacción
Esto es verdad solamente para una minoría de mujeres. Para las féminas que tienen problemas en alcanzar un orgasmo, el sexo también puede ser divertido, pero esto no se debe a su falta de orgasmos sino a sus temores que les llevan a pensar que sus parejas sufrirán un desengaño.
El cuerpo se pone muy sensible cuando alcanza el éxtasis
Ellas suelen decir que es tan solo el clítoris y no un botón de ascensor. Lo ideal es que hombres y mujeres se comprendan y se satisfagan mutuamente según sus propias necesidades sexuales, pero cuando los hombres van más allá de lo debido y requerido, puede producirse un shock y ellas se pueden sentir usadas y hasta maltratadas.

A la mujer le gusta el sexo y la mayoría de ellas pueden recordar al menos una o dos experiencias en las que ellos alcanzaron el orgasmo tan pronto las tocaron y luego se dieron la vuelta y se durmieron.

"Sabemos que debemos sobreponernos, hablar y tomar decisiones... La mitad femenina de la raza humana gasta una buena cantidad de tiempo y de dinero intentando dejar de ser pasiva y reemplazar esto con una dosis de fortaleza para hablarse a sí mismas. Sin embargo, hay un sinnúmero de cosas que las mujeres están pensando sobre el sexo pero que no suelen ser expresadas, pero que los hombres probablemente lo saben muy bien", señalan.
La resistencia está sobrevalorada

A la mujer le gusta el sexo y la mayoría de ellas pueden recordar al menos una o dos experiencias en las que ellos alcanzaron el orgasmo tan pronto las tocaron y luego se dieron la vuelta y se durmieron. Pero solo porque la mujer prefiere el encuentro sexual que dura más de 60 segundos, esto no significa que más largo sea siempre mejor.
Ellas saben cómo alcanzar el orgasmo

Hay una alta posibilidad de que ellas sepan exactamente lo que necesitan que suceda porque han practicado al masturbarse, aunque tienen miedo de confesarlo porque la cultura exige que se les deje creer a los hombres que son ellos quienes llevan a la mujer al orgasmo.
Llegar al orgasmo es más un problema que una satisfacción

Esto es verdad solamente para una minoría de mujeres. Para las féminas que tienen problemas en alcanzar un orgasmo, el sexo también puede ser divertido, pero esto no se debe a su falta de orgasmos sino a sus temores que les llevan a pensar que sus parejas sufrirán un desengaño.
El cuerpo se pone muy sensible cuando alcanza el éxtasis

Ellas suelen decir que es tan solo el clítoris y no un botón de ascensor. Lo ideal es que hombres y mujeres se comprendan y se satisfagan mutuamente según sus propias necesidades sexuales, pero cuando los hombres van más allá de lo debido y requerido, puede producirse un shock y ellas se pueden sentir usadas y hasta maltratadas.
