Pese a que los vellos son propios y característicos del cuerpo humano, las mujeres – y cada vez más los hombres- luchan contra ellos cada semana. Depilarse es parte de la rutina de belleza de muchas personas, y con frecuencia aparecen nuevos métodos para combatirlos para siempre.
En este sentido, la ginecóloga Jennifer Gunter, autora del libro “The Preemie Primer”, asegura que los vellos cumplen una función y tienen un propósito biológico:”protegernos de algunos irritantes y fricciones de la vida diaria”. Es decir, sin pelos, la piel está expuesta a una multitud de irritantes.
La especialista centró su preocupación en la depilación de la zona púbica, que en los últimos años ha cobrado gran popularidad en la sociedad.
En su libro explicó que de entre las enfermedades que se pueden producir, se encuentra el liquen simple crónico, que es una enfermedad de la piel que genera una picazón molestosa. O también el molusco contagioso, una infección vírica que se propaga mediante el uso de afeitadoras.
Además la profesional precisó que estas enfermedades, sin la prevención adecuada, ocurren en casos extremos cuando no se toman las medidas de higiene corporal al respecto. Como por ejemplo, el uso de agua, jabón y soluciones anticépticas que las prevengan.
Respecto a este tema cabe preguntarse si es más higiénico mantener los vellos – para prevenir la aparición de enfermedades – o quitárselos por motivos estéticos.
¿Una imposición cultural?
Pese a que la tendencia internacional nos muestra que las mujeres experimentan los nuevos métodos de depilación y buscan soluciones definitivas, hay otras que se revelan ante lo que consideran una “imposición cultural”.
Un caso es el de la periodista británica Emer O’Toole, quien decidió dejar de depilarse y mostrar su caso públicamente en una columna en el periódico The Guardian, donde llamó a las congéneres a no depilarse nunca más. Y es que ella cree que retirar el vello debe ser sólo una opción y se debe “terminar con la mercantilización del cuerpo de la mujer”.
Para Emer O´Toole las mujeres no pueden elegir, debido a que la sociedad condena el no quitarse los vellos. Pero ella tomó esta decisión, contando con el apoyo de su novio de ese entonces. Asegura sentirse libre, llegando a afirmar que incluso que “huele mejor que antes”.

En este sentido, la ginecóloga Jennifer Gunter, autora del libro “The Preemie Primer”, asegura que los vellos cumplen una función y tienen un propósito biológico:”protegernos de algunos irritantes y fricciones de la vida diaria”. Es decir, sin pelos, la piel está expuesta a una multitud de irritantes.

La especialista centró su preocupación en la depilación de la zona púbica, que en los últimos años ha cobrado gran popularidad en la sociedad.
En su libro explicó que de entre las enfermedades que se pueden producir, se encuentra el liquen simple crónico, que es una enfermedad de la piel que genera una picazón molestosa. O también el molusco contagioso, una infección vírica que se propaga mediante el uso de afeitadoras.
Además la profesional precisó que estas enfermedades, sin la prevención adecuada, ocurren en casos extremos cuando no se toman las medidas de higiene corporal al respecto. Como por ejemplo, el uso de agua, jabón y soluciones anticépticas que las prevengan.
Respecto a este tema cabe preguntarse si es más higiénico mantener los vellos – para prevenir la aparición de enfermedades – o quitárselos por motivos estéticos.
¿Una imposición cultural?
Pese a que la tendencia internacional nos muestra que las mujeres experimentan los nuevos métodos de depilación y buscan soluciones definitivas, hay otras que se revelan ante lo que consideran una “imposición cultural”.
Un caso es el de la periodista británica Emer O’Toole, quien decidió dejar de depilarse y mostrar su caso públicamente en una columna en el periódico The Guardian, donde llamó a las congéneres a no depilarse nunca más. Y es que ella cree que retirar el vello debe ser sólo una opción y se debe “terminar con la mercantilización del cuerpo de la mujer”.
Para Emer O´Toole las mujeres no pueden elegir, debido a que la sociedad condena el no quitarse los vellos. Pero ella tomó esta decisión, contando con el apoyo de su novio de ese entonces. Asegura sentirse libre, llegando a afirmar que incluso que “huele mejor que antes”.
