Nació en Moscú (Rusia) y días antes de cumplir los 15 años (el 12 de noviembre) llegó a Buenos Aires con sus padres. Y se encontró con una sorpresa…
-¿Cuál era esa sorpresa?
-Los europeos -y muy especialmente los rusos- tienen costumbres muy distintas a los latinos. Una de ellas es la manera en que las chicas festejan aquí sus 15 años, con una gran fiesta y una gran torta. No estábamos preparados para eso…
-¿Y qué pasó?
-Festejé los 15 con las tradiciones de allá, y con una torta, como para ir adaptándome a las costumbres argentinas. Y a los 16 tuve mi gran fiesta, como las chicas de acá.
-¿Te costó adaptarte a otras costumbres?
-Para nada. Y mucho menos si hablamos del mate y del asado. El mate es uno de mis vicios, y también me gusta hacer y comer asados.
-¿Tenés familia aún en Rusia?
-Sólo una tía materna. Mis padres y mis hermanos viven en Misiones.
-Y vos, ya sos una porteña más…
-Más o menos. Viví en muchos lugares: Marcos Juárez (Córdoba), Rosario, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Misiones, Tucumán. Y a los 21 me radiqué en la Capital para trabajar como modelo.
-¿En Rusia modelaste?
-Hice algo, pero poco. En Argentina tuve el placer de trabajar para Pancho Dotto.
-Ahora ¿qué estás haciendo?
-Bailo en el programa de Johnny Allon, desfilo y hago campañas gráficas. Ahhh… y tengo una marca propia de ropa, “Alexandrova”, aunque por ahora no es de venta masiva.
-Un hobbie.
-Varios. Pintar, escribir, practicar danzas y deportes, especialmente equitación y rampell, una especie de montañismo.
-¿Fútbol?
-Poco y nada. Aunque tengo una gata que se llama Mora… por Rodrigo, el delantero uruguayo de River.
-Una fantasía.
Hacer el amor con un ruso, y que mi novio Martín mire. Jajajá.