
El germen de la anarquía ya se sembró y es inmortal, el anarquista ya está ahí y seguirá hasta el fin de los tiempos, en tanto que incitador, en tanto que rebelde y en tanto que removerá las aguas del pensamiento conformista. El que malogró todo cuando el jefe se fue, ese fue el anarquista. El saboteador tramposo hizo de las suyas, no pudo ser adoctrinado fácilmente por sus explotadores. Se trata de hacer pequeños actos anárquicos. Los anarquistas son sal de la tierra, y eso no se cura, llámate endemoniado, anarcoindividualista, anarcosindicalista, anarconihilista, llámate como te dé la gana: el demonio de la anarquía ya está en tu alma y no podrá ser exorcizado tan fácilmente, la vida se trata de que le aguas la fiesta a los que estaban cómodos, los perturbas, perturbadores profesionales son solicitados por el universo anarquico y anarquizante para seguir propagando la anarquía, la anarquía no puede ser remplazada fácilmente por un conformismo ni por una apatía generalizada, las calles claman anarquía, como yo lo entiendo es más como un inmoralismo o mejor dicho como una nueva moral hecha de residuos, es una moral frankinsteiniana lo que yo propongo, es algo así como Robín Hood, un activo ciudadano que está siempre causando problemas al orden establecido, cuando el pensamiento está encendido, cuando el demonio nihilista ruso está en on, todo se pone en marcha y se desencadena el dadaísmo, el acto inteligentemente brutal. Sólo hay dos tipos de personas, a mi juicio, el anarquista y el común. El tercer tipo es el explotador (y el aspirante a explotador).
Monsieur William - Serge Gainsbourg
link: https://www.youtube.com/watch?v=E3XpZSyqF-Q