
¿Qué sucede si una maniobra de Heimlich no funciona? ¿Qué pasa si alguien se está ahogando justo en frente de ti, sin respirar en absoluto, al borde de la asfixia a causa de una obstrucción de la garganta? Es necesario llevar aire a los pulmones de esta persona. En ésta, la más extrema de las situaciones de emergencia, es posible que tengas que realizar una traqueotomía.

Instrucciones
1
Realiza la maniobra de Heimlich por lo menos tres veces antes de continuar: Esto es, agarrar a la víctima con seguridad alrededor de la espalda con los brazos por debajo de la caja torácica y en el abdomen. Tira hacia arriba bruscamente cuatro o cinco veces. Estás creando efectivamente una tos artificial concebida para lanzar una obstrucción de la vía aérea. Golpea a la víctima sobre su espalda.

2
Si no funciona, que alguien llame a un paramédico, y otra persona cuente los minutos. Todo este procedimiento debe ser completado dentro de tres minutos antes de que se produzca la muerte cerebral.
3
Tranquiliza a la víctima. El pánico puede hacer que la situación empeore. Mantén la cabeza fría. La respiración profunda ayuda en caso de emergencia. Por ahora la víctima está, probablemente, a punto de desmayarse por falta de oxígeno. La inconsciencia hará tu trabajo más fácil.
4
Si los tienes disponibles, separa los guantes de goma. Si puedes esterilizar los instrumentos con alcohol o yodo de un botiquín de primeros auxilios, hazlo. Si un equipo no se encuentra a la mano, no te molestes. La infección es una preocupación, pero la muerte es un problema más grande. El reloj no se detiene.

5
Extiende el cuello de la víctima. Entre la manzana de Adán y una cordillera conocida como el cartílago cricoide, encontrarás un lugar pequeño y suave. Si tienes yodo, marca el área. Corta aquí.

6
Utiliza una mano para estirar la piel. Toma tu cuchillo de bisturí. Haz una incisión de media pulgada (1,2 cm) de izquierda a derecha de alrededor de media pulgada de profundidad. Justo debajo de tu corte, verás la membrana cricotiroidea. Haz una incisión en la propia membrana. Amplíala introduciendo la punta del bisturí, un dedo, o incluso pellizca.
7
Inserta el tubo a la profundidad de media pulgada a una pulgada (1,2 a 2,5 cm). Con suerte, la víctima comienzará a respirar por su cuenta. Si no, tendrás que administrar resucitación cardiopulmonar (CPR) a través del propio tubo. Si la frecuencia cardiaca cae por debajo de 40 latidos por segundo, se le tiene que dar la compresión del pecho también.
8
Tan pronto como te sea posible, lleva a la víctima a emergencias.

